Todos cometemos errores. Esto es indiscutible. Nos gustaría no hacerlo, ya que nos entra un sentimiento de culpabilidad, miedo al rechazo y, en un trabajo, miedo al despido. Pero por suerte somos humanos y nos equivocamos. ¡Incluso nuestro jefe se equivoca!
La teoría es que ahora todos tenemos una mente abierta y aceptamos las críticas de forma constructiva y que por tanto, todos deberíamos poder discutir con nuestro jefe sin miedo a represalias. Así debería ser si nuestro jefe fuera un verdadero jefe, pero esto no siempre sucede. En muchos sitios quedan jefes autoritarios a los que no se les puede llevar la contraria.
Lo malo es que en muchas ocasiones, también se equivocan y hay que hacerles ver su error. si no lo haces y te callas, al final de una forma u otra, vas a salir perdiendo, así que lo mejor es hablar con él.
Discute por temas importantes de la empresa
Si vas a ir donde él para decirle lo malo que es el café o el servicio de limpieza, olvídate. Háblale de cosas importantes del trabajo que le puedan interesar.
Escoge el momento correcto
Evita las discusiones muy largas o complejas cuando tu jefe esté ocupado, tiene un pie fuera de la puerta o se está yendo para un viaje de negocios de tres días. Ahorre su discusión para cuando el jefe este menos distraído y se pueda concentrar en lo que usted le va proponer.
Tienes que estar seguro
Si no estás 100% seguro del error, mejor no lo digas hasta que no lo puedas comprobar. Si estás seguro, presenta datos y documentos que lo avalen.
Propón alternativas
No te quedes sólo en decirle que está equivocado y por qué. Propón alternativas a su error.
Mantén la discusión en el ámbito privado
Nunca cuestiones a tu jefe frente a tus compañeros de trabajo. Recuerda que a un superior nunca le gusta ser desacreditado frente a la gente que tiene a su cargo. Solicita siempre una reunión a puertas cerradas.
Intenta que otras personas te apoyen
Antes de entrar a debatir con tu jefe, comenta el problema con otros compañeros para ver si tienen el mismo punto de vista que tú o no. Si lo tienen, en un momento dado podrán llegar a ser tus aliados.
Ante todo, respeto
No subas el tono de voz ni insultes, perderás toda tu credibilidad
¿Cómo afrontas las discusiones con tu jefe?
4 comentarios
Si tuvieras un jefe como el mío… Por fin, a pesar de estar el trabajo como está, he sido valiente y he mandado a mi jefe a … De esto hace diez días. No podéis imaginar lo feliz que aún hoy, me siento. El contenido de este artículo está bien para cuando los jefes son “normales”. El mío era, y seguirá siendo, un dictador. Creo que va al trabajo con el exclusivo fin de joder la vida a sus subordinados.
En fin, felices fiestas a todos/as
Es muy importante el saber corregir. Hacerlo con respeto y en el momento en el que nadie más pueda oírlo es algo que sin duda todos agradecemos, tanto jefes como subordinados. Esto mismo debemos extrapolarlo a la vida diaria, no sólo de compañeros y amigos sino de parejas y padres – hijos. Evitar el ridiculizar al otro y tratar de dar solución haría que el trato entre personas mejorase mucho.
En que momento hay que bajarse los pantalones y ponerse a cuatro patas?
Tengo una JEFA que aparte de ser una incompetente, es una dictadora, las cosas hay que hacerlas porque ella lo ordena. Se vale de esto porque al rededor tiene una serie de subordinados que se dedican a regalarle los oídos, grupo en el que yo JAMAS ENTRARE, porque ante todo hay que ser persona y ganarse los honores con hechos y no arrastrándose. Jamás me convertiré en una BABOSA.
Esta persona a la que me refiero cuenta con el beneplácito de otros superiores que al igual que ELLA utilizan su Ley para hacer la vida más difícil a cuantas personas trabajamos en esta que en su día fue una gran empresa y que por culpa de ellos se ha convertido EN UNA RUINA.
Por último añadiré que si hoy viviese FRANCO ellos conformarían sus MINISTERIOS, ya que en los puestos que ocupan (POR CIERTO A DEDO) no se contempla el factor humano. Por lo que espero que muy pronto paguen su soberbia.