Euribor Hoy: 2.489%
Media Mensual: 2.527%
Media Estimada: 2.518%
Categorías: Articulos

Cómo el cerebro te engaña a la hora de invertir

Cómo el cerebro te engaña a la hora de invertir 1Estoy en el AVE recién salido de Barcelona hacia Madrid y la Luna llena tiene un tamaño netamente superior al habitual; quiero decir mayor que cuando está situada en la vertical del firmamento. El cerebro nos engaña para que no nos hagamos preguntas innecesarias ni demos pábulo a la ansiedad: cuando la Luna está cerca del horizonte con una montaña al fondo, se está moviendo en un entorno familiar para el observador y no conviene que aparente un tamaño demasiado distinto.

Cuando está en medio del firmamento a lo lejos, no importa que denote un tamaño más pequeño; lo más similar a ella son pequeñas estrellas que tiene al lado. La Luna sigue teniendo las mismas dimensiones que tenía, pero aparenta ser netamente más pequeña para que estemos tranquilos.

Si el cerebro nos engaña sobre el tamaño de algo tan lejano como la Luna, imaginemos las barrabasadas que debe hacer para que estemos tranquilos sobre cómo somos por dentro. Millones de personas se han torturado a sí mismas o torturado a los demás a lo largo de la evolución preguntándose: “¿Se han fiado de mí?”, “¿doy la impresión adecuada de lo que yo debiera ser o se trasluce cómo soy en realidad?”, “¿cómo debo actuar para dar la impresión de que mis decisiones son racionales?”, “¿es mejor postergar el placer en esta ocasión para que mi interlocutor no crea que tiene una presa fácil?”.

Todo el mundo cree que se conoce tan bien a sí mismo que puede comportarse con relativa facilidad como si, efectivamente, se conociera a sí mismo. Nada más lejos de la realidad.

Sacado de el blog de Eduardo Punset

El cerebro se las ingenia de muchas maneras para engañarnos, a veces con los objetos que percibimos y muchas veces con la percepción que tenemos de nosotros mismos. Hoy vamos a ver 7 maneras en las que el cerebro puede jugarte una mala pasada a la hora de invertir.

Tu cerebro piensa que es muy bueno invirtiendo

El exceso de confianza puede ser el concepto financiero conceptual más obvio. Consiste en confiar excesivamente en tu capacidad para predecir los resultados de tus decisiones de inversión. En definitiva, que eres mas listo que la media.

Los inversores con exceso de confianza con frecuencia no diversifican y por tanto son más susceptibles a la volatilidad. Además da igual que seas bueno invirtiendo, eres pequeño y con menos recursos que las grandes manos, sólo ésto debería hacerte replantear invertir en ciertos activos.

Tu cerebro no sabe gestionar información nueva.

Anclarse está relacionado con el exceso de confianza. Por ejemplo, tomas tu decisión inicial de inversión basándote en la información de que dispones en ese momento. Más tarde te enteras de algo que afecta sustancialmente cualquier previsión que hubieras hecho inicialmente. En lugar de realizar un nuevo análisis, simplemente revisas algo tu antiguo análisis.

Como estás anclado, tu análisis revisado no reflejará íntegramente la nueva información.

Tu cerebro está demasiado centrado en el pasado.

Una empresa puede anunciar grandes ingresos trimestrales. Como consecuencia de ello, asumes que el en siguiente anuncio de ganancias probablemente también serán buenos. Este error se encuentra entre un concepto financiero conductual más amplio denominado representatividad: piensas incorrectamente que una sóla cosa significa algo más.

Otro ejemplo de representatividad es asumir que una buena empresa es una buena acción.

A tu cerebro no le gusta perder.

La aversión a perder o la renuncia a aceptar una pérdida pueden ser mortales. Por ejemplo, una de tus inversiones puede haber bajado un 20% por una buena razón. La mejor decisión puede ser simplemente asumir la pérdida y vender. Sin embargo, no puedes evitar pensar que la acción (o la casa) volverá a subir.

Este último pensamiento es peligroso porque con frecuencia hace que aumentes tu posición en la inversión por la que pierdes dinero y acabas comportandote como el jugador de un casino.

Tu cerebro se acuerda de todo.

Tus inversiones se ven afectadas por tus acciones pasadas. Por ejemplo, puedes haber vendido una acción con un 20% de ganancias, para ver que la acción sigue subiendo después de tu venta. Y piensas para ti, «si hubiera esperado». O quizás una de tus inversiones pierde valor, y te preocupas por el momento en que podrías haberlo vendido mientras estaba en precio. Todo esto conduce a desagradables sentimientos de arrepentimiento.

La minimización del arrepentimiento se produce cuando tu comportamiento se vuelve ultraconservador porque no quieres sentir ese arrepentimiento. Esto puede estar bien, pero así nunca obtendrás grandes rendimientos.

A tu cerebro le gusta seguir las tendencias.

Tendemos a cambiar la tolerancia al riesgo basándose en la dirección del mercado. Por ejemplo, tu disposición para tolerar riesgo puede disminuir cuando los mercados bajan y puede aumentar cuando los mercados suben. Tu riesgo siempre debe ser el mismo y es la capacidad de perder hasta un límite, esto debe ser invariable sea cual sea el contexto.

Tu cerebro es muy bueno inventando excusas.

En ocasiones tus inversiones pueden irse a pique. Por supuesto, no es culpa tuya, ¿verdad? Los mecanismos de defensa en forma de excusas están relacionados con el exceso de confianza. Por ejemplo:

  • ‘Si no’: Si no hubiera ocurrido, entonces yo estaría en lo cierto. Por desgracia, no se puede demostrar que habría ocurrido así.
  • ‘Casi acierto’: Acercarse no es suficiente. Un casi acierto es un fracaso.
  • ‘Aún no ha pasado’: Lamentablemente, «los mercados pueden ser irracionales durante más tiempo del que puedas mantenerte solvente».
  • ‘La culpa es del gobierno y de los bancos’: O del perro o de Bush… será por culpables.

Como veis,el principal enemigo de nuestras inversiones lo tenemos en nuestra cabeza y eso que no hemos hablado del mas grande, las emociones.

Para terminar con los engaños y aprovechando que este Viernes estrenan “El Hobbit” os dejo un curioso efecto muy utilizado en la película “El señor de los anillos”

Carlos Lopez

Redactor de Euribor.com.es. Escribiendo desde el 2006 sobre el Euribor, economía, finanzas, bolsa, hipotecas y ahorro

Ver comentarios

  • Estos últimos días he leído cuatro historias que por separado serían decepcionantes, pero que juntas bastan para sumir a cualquier observador en la más profunda tristeza.
    Por un lado tenemos la historia de George Osborne, el gobierno conservador del Reino Unido y su tozuda, absurda cruzada para salir de la gran recesión a golpe de austeridad. Como era previsible, el resultado ha sido una larga, deprimente, patética recesión, especialmente deprimente por ser completamente innecesaria. Es dolor y sufrimiento sin motivo aparente, todo por dar una imagen de seriedad.
    La segunda historia es el lento, esperpéntico descenso de la derecha francesa hacia algo parecido a una república bananera. Siguiendo la enorme decepción que fue Sarkozy, sus sucesores se han metido es un guerra interna que haría ruborizarse a Izquierda Unida en un día malo. Alex Harrowell tiene un estupendo artículo explicando el peculiar circo de la UMP y el RUMP (no preguntéis); sería cómico si no fuera porque esta tropa son la presunta alternativa de gobierno de un país con 60 millones de habitantes.
    Terceros en la lista son los italianos y el retorno de Berlusconi. Que el PDL es como una parodia mala del peronismo era conocido, y que Berlusconi es un cretino tampoco sorprende a nadie. Ver como el ego de un multimillonario corrupto e incapaz de gobernar de forma efectiva va camino de meter la eurozona en otro lío, sin embargo, es para echarse a llorar.
    La cuarta historia es el artículo de Pablo de ayer, combinado con el reportaje sobre indultos del sábado en El País y esta extraña idea (mencionada por Escolar) que Díaz Ferrán era un caso aislado sin relación con el sistema político. En España todo el mundo parece haberse dado cuenta que el país es un desastre menos los políticos; necesitamos reformas con urgencia, un rescate financiero como antes mejor y una renovación a todos los niveles, y el gobierno sólo parece preocuparse sobre las horas lectivas en castellano en las provincias rebeldes del noreste.
    En condiciones normales, con países más o menos sanos, la economía creciendo a buen ritmo y los europeos comiendo perdices, muchas de estas historias serían frivolidades, distracciones sin demasiada relevancia. Con la economía del continente sumida en una depresión económica, la Unión Europea al borde de la desintegración y sociedades en todo el continente a punto de estallar es realmente patético.
    Por aquí hablamos a menudo sobre el fracaso de las élites políticas españolas. Nuestros problemas, no hace falta decirlo, son peores que los de nuestros vecinos. Nuestra crisis es bastante peor. También nuestros problemas de partida (como el absurdo mercado laboral, herencia del franquismo) eran peores. Pero el fracaso de la clase política nacional no parece ser algo exclusivo a nuestro país; los políticos en los grandes estados europeos han conseguido hacer el ridículo con similar entusiasmo, con contadas excepciones (Brown y Monti). Aparte del puñado de países pequeños que nunca parecen equivocarse demasiado (Suecia, Dinamarca, Holanda, Austria, etcétera) el naufragio ha sido casi completo.
    A menudo me meto con Estados Unidos y su a menudo desesperante clase política. Estos días andan metido en uno de esos rituales nihilistas tán tipicos del país (el fiscal cliff , para más señas. Y sí, os debo un artículo sobre ello), con el Congreso buscando nuevas formas de hacer el ridículo. Cuando empezó la crisis, sin embargo, el sistema político reaccionó como debía: un rescate financiero verdaderamente descomunal (aprobado al segundo intento, pero vamos), un plan de estímulo fiscal agresivo y extenso (seguido por otro a finales del 2010), y una intervención masiva, continuada y decidida de la Reserva Federal para apuntalar el sistema. La recuperación quizás ha sido lenta (como es típico tras crisis financieras), pero infinitamente más rapida que en Europa, que sufrió una crisis financiera comparativamente menor.
    Mirando al futuro, es difícil ser optimista al mirar hacia Europa, con sus políticos cortos de miras incapaces de entender dónde se han metido. Los americanos, aún con sus problemas, sencillamente tienen mejores gobernantes. Hablando del país de Rick Perry y Michele Bachmann, tiene mérito.

    R. Senserich 

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

  • Estos últimos días he leído cuatro historias que por separado serían decepcionantes, pero que juntas bastan para sumir a cualquier observador en la más profunda tristeza.
    Por un lado tenemos la historia de George Osborne, el gobierno conservador del Reino Unido y su tozuda, absurda cruzada para salir de la gran recesión a golpe de austeridad. Como era previsible, el resultado ha sido una larga, deprimente, patética recesión, especialmente deprimente por ser completamente innecesaria. Es dolor y sufrimiento sin motivo aparente, todo por dar una imagen de seriedad.
    La segunda historia es el lento, esperpéntico descenso de la derecha francesa hacia algo parecido a una república bananera. Siguiendo la enorme decepción que fue Sarkozy, sus sucesores se han metido es un guerra interna que haría ruborizarse a Izquierda Unida en un día malo. Alex Harrowell tiene un estupendo artículo explicando el peculiar circo de la UMP y el RUMP (no preguntéis); sería cómico si no fuera porque esta tropa son la presunta alternativa de gobierno de un país con 60 millones de habitantes.
    Terceros en la lista son los italianos y el retorno de Berlusconi. Que el PDL es como una parodia mala del peronismo era conocido, y que Berlusconi es un cretino tampoco sorprende a nadie. Ver como el ego de un multimillonario corrupto e incapaz de gobernar de forma efectiva va camino de meter la eurozona en otro lío, sin embargo, es para echarse a llorar.
    La cuarta historia es el artículo de Pablo de ayer, combinado con el reportaje sobre indultos del sábado en El País y esta extraña idea (mencionada por Escolar) que Díaz Ferrán era un caso aislado sin relación con el sistema político. En España todo el mundo parece haberse dado cuenta que el país es un desastre menos los políticos; necesitamos reformas con urgencia, un rescate financiero como antes mejor y una renovación a todos los niveles, y el gobierno sólo parece preocuparse sobre las horas lectivas en castellano en las provincias rebeldes del noreste.
    En condiciones normales, con países más o menos sanos, la economía creciendo a buen ritmo y los europeos comiendo perdices, muchas de estas historias serían frivolidades, distracciones sin demasiada relevancia. Con la economía del continente sumida en una depresión económica, la Unión Europea al borde de la desintegración y sociedades en todo el continente a punto de estallar es realmente patético.
    Por aquí hablamos a menudo sobre el fracaso de las élites políticas españolas. Nuestros problemas, no hace falta decirlo, son peores que los de nuestros vecinos. Nuestra crisis es bastante peor. También nuestros problemas de partida (como el absurdo mercado laboral, herencia del franquismo) eran peores. Pero el fracaso de la clase política nacional no parece ser algo exclusivo a nuestro país; los políticos en los grandes estados europeos han conseguido hacer el ridículo con similar entusiasmo, con contadas excepciones (Brown y Monti). Aparte del puñado de países pequeños que nunca parecen equivocarse demasiado (Suecia, Dinamarca, Holanda, Austria, etcétera) el naufragio ha sido casi completo.
    A menudo me meto con Estados Unidos y su a menudo desesperante clase política. Estos días andan metido en uno de esos rituales nihilistas tán tipicos del país (el fiscal cliff , para más señas. Y sí, os debo un artículo sobre ello), con el Congreso buscando nuevas formas de hacer el ridículo. Cuando empezó la crisis, sin embargo, el sistema político reaccionó como debía: un rescate financiero verdaderamente descomunal (aprobado al segundo intento, pero vamos), un plan de estímulo fiscal agresivo y extenso (seguido por otro a finales del 2010), y una intervención masiva, continuada y decidida de la Reserva Federal para apuntalar el sistema. La recuperación quizás ha sido lenta (como es típico tras crisis financieras), pero infinitamente más rapida que en Europa, que sufrió una crisis financiera comparativamente menor.
    Mirando al futuro, es difícil ser optimista al mirar hacia Europa, con sus políticos cortos de miras incapaces de entender dónde se han metido. Los americanos, aún con sus problemas, sencillamente tienen mejores gobernantes. Hablando del país de Rick Perry y Michele Bachmann, tiene mérito.

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

  • HSBC pagará sus culpas por lavar dinero.

    El banco británico y las autoridades de EE UU han llegado a un acuerdo para que la entidad pague al Gobierno 1.468 millones de euros para cerrar una investigación por lavado de dinero de los carteles mexicanos y de Irán.
    Según informaron el pasado lunes los diarios estadounidenses 'The New York Times' y 'The Wall Street Journal', el acuerdo, que aún no es oficial, se anunciará en las próximas horas. 
    El caso se remonta a comienzos de 2012, cuando el Senado de Estados Unidos inició una investigación contra HSBC ante la sospecha de que estaba permitiendo blanquear dinero a través de sus cuentas a organizaciones y países sancionados por el Capitolio.
    En concreto, la Cámara Alta acusó al banco británico de permitir que los cárteles mexicanos blanquearan su dinero a través de sus cuentas y de eludir las sanciones impuestas a países como Irán o Corea del Norte en sus negocios.
    La entidad admitió que sus mecanismos para controlar el blanqueo de dinero son insuficientes y dispuso un total de 1.500 millones de dólares (1.158 millones de euros) para cubrir todos los gastos, incluidas multas, que pudieran derivarse de su actuación.
    No obstante, dicha cantidad será insuficiente ya que, de acuerdo con dichos diarios, la suma será de 1.900 millones de dólares -1.250 millones de dólares de sanción y 650 millones de dólares de indemnización civil-, la multa más alta que se ha impuesto hasta ahora en estos casos.
    La filtración llega en el mismo día en que el banco británico Standard Chartered ha aceptado pagar una multa de 327 millones de dólares (255 millones de euros) a cambio de cerrar una investigación estadounidense en su contra por violar las sanciones impuestas a determinados países.
     
    Me pregunto ¿ Esto no es un delito grave? ¿ No es complicidad con los delincuentes narcotraficantes?

    Claro poniendo 1500 millones de euros todo fácil se olvida. Hs de P...

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

  • La flota de coches del Ayuntamiento de Madrid: 104 para cargos electos y 169 de incidencias http://ow.ly/fY1Ea

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

  • La deuda de la Administración Pública con autónomos crece 6 millones al día http://ow.ly/fXQE0

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

  • De repente,  un enorme incendio en el Camp Nou de Barcelona.
    Sesenta mil cules de rodillas rogándole a San Jordi:
    - ¡San Jordi, San Jordi, por favor, que lleguen pronto los bomberos!
    Se aparece San Jordi y les dice:
    - Los bomberos no podrán llegar a tiempo. Hay mucho atasco en la ciudad y no llegarán.
    - ¡San Jordi, San Jordi, por favor, entonces, ¿qué hacemos?.¡Ayúdanos!
     
    - Mirad, la única solución es que os tiréis todos encima del fuego. Así se consumirá el oxígeno y se apagará.
     
    Así pues, los sesenta mil cules se tiran al fuego y claro, el incendio se apaga, pero ellos mueren chamuscados.. Llegan los sesenta mil al cielo, llaman a la puerta y aparece San Pedro:
    - Pero, por todos los santos. ¿Qué os ha pasado?.. Sesenta mil catalanes y encima cules todos chamuscados....
    - Pues mira San Pedro, hubo un fuego enorme y San Jordi nos dijo que para apagarlo teníamos que tirarnos encima y así lo hicimos. Y mira como hemos quedado.
    - ¡Dónde está ese San Jordi, dónde está...!
    - Pero, ¡si no existe ningún San Jordi!
    - ¡Cómo que no! (dicen los sesenta mil cules), nosotros hablamos con él!
    - Pues aquí, os aseguro que no existe ningún San Jordi.
    San Pedro llama a todos los santos y los pone en fila para hacer una rueda de reconocimiento.
    - Mirad a todos estos santos y decidme cual de ellos os dijo que era San  Jordi.
    Los sesenta mil empiezan a mirar y por fin ven a uno:
    - ¡éste es, éste es!
    San Pedro se acerca a él le da unas palmaditas en la espalda y sonriendo, le dice:
    - ¡San Jorge… esta vez te has pasado!
    San Jorge
    Patrón de Aragón
     
    San Jordi no existe
    San Jorge sí.

    Cancel reply

    Leave a Reply

    Your email address will not be published.

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Entradas recientes

Ahorro récord en hipotecas: El euríbor de noviembre, en mínimos desde 2022

El euríbor a doce meses, el principal índice de referencia para las hipotecas variables en…

11 horas hace

Lagarde entre la espada y la pared, para alegría de los hipotecados

La debilidad de la economía de la zona euro se agrava, reflejada en el descenso…

14 horas hace

Precio de la luz hoy 24 de Noviembre de 2024

El precio medio del día 24 de noviembre de 2024 es de 0.078 €/kWh, lo…

19 horas hace

“Conviene cambiar de hipoteca antes de fin de año”

El 31 de diciembre de 2024 es una fecha que muchos hipotecados en España deberían…

20 horas hace

Precio de la luz hoy 23 de Noviembre de 2024

El precio medio del día 23 de noviembre de 2024 es de 0.134 €/kWh, lo…

2 días hace

Buenas noticias para los hipotecados pero malas para la economía

Lo que es malo para la economía, es bueno para los hipotecados ya que presiona…

2 días hace