La deuda no para de crecer

Hay una cita que atribuyen a José Saramago que dice “Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay” y estoy totalmente de acuerdo, ojalá hubiera habido menos complacencia en los años de Aznar y menos “España va bien” y más visión de futuro dando más peso a lo que podía ir mal y ojalá ZP hubiera sido pesimista respecto a nuestro sistema financiero y hubiera tomado medidas en lugar de presumir de él. Sin embargo, tras tanto tiempo de crisis todos tenemos ganas de optimismo y con el nuevo año se despierta esa ansia de mejora aprovechando un periodo temporal con otros dígitos y en los comentarios de los medios y en los foros se intenta insistir en lo positivo. Y claro que hay factores que lo son pero es indudable que en la historia de la España moderna nunca hemos tenido tanta deuda, tanto paro, tantos impuestos, nunca hemos necesitado tantos años de trabajo para cobrar por la pensión que hemos cotizado ni hemos perdido tanto poder adquisitivo en menos tiempo… y creo que no me equivoco si digo que es en esta fase de la crisis donde el ciudadano medio más la está notando. Y me parece muy bien que muchos se quieran consolar con la excusa de que “se están sentandolas bases” de algo mejor y ojalá tengan razón pero me indigna el empeño de algunos en negar la realidad, por ejemplo de los que dicen que la deuda en España se está reduciendo.

Toda crisis financiera empieza a resolverse cuando lo que se debe se reduce y la forma más rápida es lo que se denomina des-apalancamiento que consiste en vender los activos que se tienen para amortizar deuda y lo que yo llevo predicando desde 2008, especialmente a las entidades financieras pero en lugar de eso el proceso en España está resultando muy lento porque la bajada está viniendo sobre todo porque el tiempo pasa y cada vez se conceden menos créditos con lo que, por ejemplo, los millones de hipotecados han abonado ya estos 5 años de capital más intereses y las nuevas hipotecas son tan escasas que el total de deuda hipotecaria baja. Eso lleva a que la deuda de las familias –y la de las empresas- sea menor. Veamos los datos de Banco de España y comparemos finales de 2007 con noviembre de 2012 (última cifra publicada) y aunque sean cifras absolutas son comparables porque el PIB de España a día de hoy es muy similar al que había hace 5 años (no digo nada de la deuda de las entidades financieras puesto que implicaría citar una misma deuda dos veces ya que hogares y empresas básicamente le deben el dinero a los bancos):

• –Las empresas hace 5 años debían 1.213.756 millones y ahora deben 1.198.404. Ha habido pues una tímida rebaja que es mayor si nos fijamos que en 2008 -y con un PIB menor- se marcó el máximo en 1.306.998. Así que en este aspecto las empresas deben 15 mil millones menos y han reducido en más de 100 mil millones la cifra récord de hace 4 años.
• –Los hogares debían 874.404 millones (un año después –y con un PIB menor- se marcó el máximo en 911.283) y ahora deben 840.792 lo que implica una rebaja de 34 mil millones respecto a 2007 y de 71 mil millones en comparación a los máximos.

Por desgracia, esto significa muy poco por dos razones principales:

1. El volumen de las deudas es menos importante que el valor de las garantías que avalan esas deudas. Es decir, es mejor deber 200 mil € de hipoteca si se tiene una casa que se puede vender por 200 mil € que deber 175 mil € y tener una casa que está tasado en 150 mil €. Eso es lo que ha pasado en España y por eso a pesar de la reducción de las deudas, la morosidad bancaria no para de subir: los activos han decrecido de valor mucho más que lo que ha decrecido el volumen de nuestras deudas. No pasa sólo en el tema inmobiliario, las empresas tienen el mismo problema y eso se comprueba fácilmente en la bolsa en el que casi un tercio de las compañías cotizadas debe más de lo que capitalizan en bolsa con lo que aunque vendieran toda la compañía no podrían pagar sus deudas.
2. Este es el dato de lo que ha crecido la deuda pública en el mismo periodo comentado antes: Las Administraciones Públicas debían hace 5 años 382.307 millones (que era la misma cifra que en 2003 cuando el PIB era inferior por lo que fue la más baja del siglo) y ahora deben 816.424 (cifra que además aumentará a lo largo de 2013) luego el país debe 434.000 millones más que cuando España tenía las mejores cifras de paro, solvencia, crecimiento etc.

Por lo tanto, el volumen total de lo que debemos es muy superior (casi 400 mil millones más y subiendo) al de finales de 2007 cuando había muchos más ingresos fiscales. Y la deuda pública es la peor de las deudas porque nos afecta a todos, hogares y empresas incluidos los hogares y empresas que no tienen ninguna deuda propia. Y además la estamos pagando ya y la pagaremos en el futuro, afecta directamente a nuestros ingresos y a nuestra calidad de vida: más impuestos, peores servicios públicos y hasta más años de trabajo por la mala situación financiera de la Seguridad Social. Sólo por el pago de intereses la cifra ha pasado de los 17.399 millones de 2008 a los cerca de 40 mil millones que se calcula se pagarán en 2013. Y por cierto, somos el único país de nuestro entorno que en 2013 aumentará sus emisiones de deuda pública respecto a 2012.

Resumiendo, no sólo no nos des-apalancamos sino que los españoles debemos más que nunca por más que nos quieran hacer creer lo contrario. Esto es como si el estado pidiera un rescate -a devolver por el contribuyente- para adquirir los activos tóxicos de las entidades financieras y para recapitalizar y nacionalizar los peores bancos asumiendo un coste de decenas de miles de millones de euros más el riesgo de su gestión y nos quisieran hacer creer que ha culminado con éxito la reestructuración del sector. No colaría, ¿no?