En plena burbuja inmobiliaria y con la presión mediática de que alquilar es tirar el dinero, incluso juntando su sueldo con el de su novia no era posible comprarse algo en el pueblo pero por fortuna -pensaron entonces- el ayuntamiento sacó a concurso una promoción de viviendas sociales protegidas y ellos cumplían todos los requisitos. A pesar de la enorme cantidad de aspirantes tuvieron la fortuna de conseguir un piso muy por debajo del precio de mercado de la zona con una hipoteca por el 100% ya que se tasó por encima del coste. Yo conocí esa vivienda y era todo un lujo, con una amplia terraza con vistas al mar que era la envidia de los amigos.
Llegó la crisis y ambos perdieron el trabajo y el Euribor se fue a máximos pero a los pocos meses volvieron a conseguir otro empleo y lo volvieron a perder pero pronto obtuvieron otro. Eso sí, del primer contrato al tercero su nómina se había reducido notablemente. Y en ese momento la pareja se rompió y ella le pidió a él que vendieran y repartieran pero claro, las condiciones de la vivienda eran tan buenas que el ayuntamiento debía blindarse contra posibles compradores que quisieran especular con ella por lo que una de las clausulas impedía vender los primeros años. Lo único que podía hacer era devolver la casa al municipio arriesgándose a perder lo pagado por la hipoteca hasta ese momento.
Yo no tenía mucha relación con él pero como me encontraba allí cuando pasó todo esto, le insistí mucho en que asumiera que lo pagado hasta ahora de hipoteca lo tomara como un gasto de alquiler y que la devolviera, que la economía estaba empeorando mucho y que no podía arriesgarse. Él no quería hacerme caso y tiene su lógica ya que la mayoría, aunque sólo sea por puro instinto de supervivencia, pensamos que nuestro futuro concreto mejorará, incluso aunque seamos negativos con la visión global. Él pensó que si devolvía la casa aún tendría la deuda del crédito que pidió para amueblar la cocina y que iba a necesitar seguir viviendo en algún sitio… y la entidad financiera le ofreció la solución ya que el gobierno de entonces había presionado para que bancos y cajas dieran un respiro a los hipotecados. En concreto le ofrecieron el aplazamiento del pago del 50% de las cuotas durante dos años. Agarrándose a esa opción, Federico se quedó con la casa.
En este tiempo ha perdido y encontrado trabajo varias veces pero los últimos obtenidos eran de objetivos variables por venta de seguros, de alarmas… justo esos gastos “extra” que cada vez hace menos todo el mundo. Lleva años sin pagar la comunidad y hace poco salió el juicio en el que él aceptó la deuda pero alegó que no tiene dinero. Lleva meses sin pagar la hipoteca y ya no hay ni un solo amigo que le preste dinero. La exnovia tampoco tiene empleo y está preocupadísima porque irán contra ella aunque lleva años sin disfrutar del piso ya que se volvió a convivir con sus padres. El banco no le concede la dación en pago a pesar de que lo debido se ajusta bastante al valor real porque según le han dicho en la sucursal “nadie compra nada y en el mismo sitio tenemos dos promociones enteras”. Además, ya ha empezado a hincharse la deuda con los intereses de demora…
Repito que esta es una historia real no muy diferente a otras miles que deben estar pasando en España hace meses y de la que todos podemos sacar muchas conclusiones. En cuanto a los culpables de esto, está claro que Federico tomó muy malas decisiones pero a mi me gustaría incidir en lo negativas que pueden resultar determinadas “ayudas”.
Es muy popular eso de las “viviendas sociales” pero es evidente que Federico jamás debió ser propietario de una vivienda y lo fue por culpa del alcalde ya que no es lo mismo ofrecer un sitio donde vivir (un alquiler barato en propiedades municipales por ejemplo) que animar a alguien a endeudarse para creerse dueño de algo que será de la entidad financiera las siguientes 2 o 3 décadas y en cuyas condiciones no contemplaba una salida por si el inmueble bajaba de precio. Tampoco el entorno social de aquellos años ayudó a Federico, residiendo en una de las zonas donde más se presumía de pelotazos urbanísticos pero quiero seguir por el camino de las supuestas “ayudas”. Hubiera sido mucho mejor que no se hubieran aprobado las medidas de aplazamiento de las cuotas porque, como pasó con las ayudas a la banca, retrasaron el des-apalancamiento tan necesario y lo que hicieron fue invitar a persistir en el error… pasó el tiempo, la propiedad perdió su valor y el pago mensual aumentó con la actualización de los intereses. Sin esa opción, se hubiera visto obligado a devolver la vivienda y hubiera sufrido entonces pero seguramente ahora estaría mejor.
Federico no es inocente, el banco no es inocente, la sociedad misma no lo es pero es paradójico que él no estaría en tan mala situación sin los políticos que se metieron a “ayudar” lo que me lleva a ser muy receloso respecto a las medidas anti-desahucio que está preparando el actual gobierno. Ignoro cómo acabará esta historia pero me temo que Federico tardará años en aceptar un trabajo –si tiene la suerte de conseguirlo- que no sea en negro porque cualquier ingreso en A que tenga será automáticamente embargado por lo que estará condenado a la economía sumergida y seguramente viviendo de alquiler sin contrato. Y todo por haber tenido “suerte” en un concurso municipal…
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El déficit comercial de zona euro bajó un 57 % en enero http://dlvr.it/35mFNJ
Eres un crac.
Has explicado de forma muy entendedora lo que todos sabemos pero dificilmente comunicamos.
La deuda de las administraciones públicas españolas se ha situado a cierre de 2012 en el
84,1% del PIB, 14,8pp más que en 2011, de los cuales más de la mitad corresponden la
puesta en marcha del FLA, del Fondo para el pago a proveedores y al préstamo del MEDE.
Descontando esto, se observa una contención del incremento de la deuda pública española
que habría crecido por debajo del déficit registrado en 2012.
La deuda de las administraciones públicas creció en 2012 14,8pp
elevándose hasta el 84,1% del PIB, impulsada por los mecanismos de
liquidez a las administraciones territoriales y la recapitalización
bancaria
El conjunto de administraciones públicas españolas han cerrado el ejercicio 2012 con
elevando su deuda pública en términos del Protocolo del Déficit Excesivo (PDE),
14,8pp más que en diciembre del año pasado. Más de la mitad de dicho incremento,
8,5pp del PIB, se ha debido a la puesta en marcha de los instrumentos de provisión
de liquidez para las administraciones territoriales: 1,6pp del Fondo de Liquidez
autonómica (FLA), 2,6pp del Fondo de financiación para el pago a proveedores
(FFPP) y al préstamo del MEDE para la recapitalización del sistema financiero (3,8pp
del PIB), a los que habría que añadir 0,5pp de las emisiones del Fondo de
amortización del déficit eléctrico (FADE). Descontando estos mecanismos, la deuda
pública española se habría incrementado en 2012 en torno a 6,3pp del PIB, por
debajo del déficit del 6,7% del PIB anunciado por el Gobierno.
El mayor incremento de la deuda se ha registrado en la administración central, que ha
situado su nivel de deuda (consolidada con la Seguridad Social) en torno al 62,5% del
PIB a cierre de 2012, frente al 52,6% con que cerró 2010. Gran parte de este
incremento se debe a los mecanismos anteriormente comentados. Por su parte, las
comunidades autónomas han incrementado su deuda en torno a 4,3pp alcanzando
un 17,6% del PIB en diciembre de 2012, de los cuales 3,3pp corresponden al FLA y
del FFPP. Por su parte, las corporaciones locales han cerrado el año 2012 con una
deuda equivalente al 4% del PIB. Descontado igualmente el importe del FFPP (0,8pp
del PIB), la deuda de las corporaciones locales se habría reducido en torno a una
décima del PIB (véanse los Gráficos 1 y 2).
La deuda de las comunidades autónomas se ha situado en el 17,6%
del PIB, 4,3pp más que en diciembre de 2011
Descontado el efecto del FFPP y del FLA (1,7pp y 1,6pp del PIB, respectivamente) el
incremento de la deuda autonómica durante 2012 habría sido de 1,3pp del PIB,
cuatro décimas por debajo del déficit registrado en 2012 (-1,7% del PIB). Las
dificultades financieras han condicionado la salida de las comunidades autónomas al
mercado y, se observa, una mayor apelación a los préstamos que a la emisión de
valores, así como una sustitución de deuda a corto plazo por endeudamiento a largo,
en ambos instrumentos de financiación.
El incremento de la deuda ha sido superior al déficit registrado en 2012 en todas las
comunidades, siendo especialmente destacable en Castilla-La Mancha, Valencia, y
Murcia debido, fundamentalmente, a que son las comunidades que, en términos
relativos a su PIB, han recurrido en mayor medida al FFPP y al FLA. Como resultado,
Valencia y Castilla-La Mancha siguen siendo las comunidades con un mayor
endeudamiento relativo, seguidas de Cataluña, y Baleares, todas ellas muy por encima
del 17,6% del PIB de la media autonómica (Gráficos 3 y 4).
Disminuye el riesgo indirecto derivado del endeudamiento de las
empresas no incluidas dentro del sector de las administraciones
públicas
El endeudamiento de las empresas públicas que no se incluyen dentro del sector
administraciones públicas, y por tanto, no se tiene en cuenta a efectos de los límites del
Protocolo de déficit excesivo, ha disminuido por primera vez desde 2005, situándose a
cierre de 2012 en el 5,1% del PIB, una décima menos que en 2011 (véase el Gráfico
5). Cabe destacar que esta disminución se ha concentrado tanto en las empresas de
comunidades autónomas como de corporaciones locales, que han compensado el
incremento del endeudamiento de las empresas estatales, más concretamente del ADIF.
El Parlamento chino tiene 83 legisladores multimillonarios http://dlvr.it/35W7Gp
China tendrá al mundo en ascuas http://dlvr.it/35Pkgn
Parece que los líderes de la eurozona finalmente han visto la luz y han decidido cambiar el chapucero rescate financiero de Chipre. Más en concreto, el impuesto especial sobre depósitos bancarios ha visto cambios importantes, dejando fuera a las cuentas con menos de 100.000 euros. Esto quiere decir, por un lado, que el impuesto es bastante menos injusto, y por otro que los depósitos bancarios bajo garantía de depósitos vuelven a ser tan seguros (es un decir) como han sido siempre.
Esto no quiere decir, sin embargo, que todo vaya a salir bien a partir de ahora. El rescate de Chipre ha sido un recordatorio escandaloso de los problemas de gobernanza de la eurozona. Los problemas del país eran bien conocidos desde hace años; no estamos hablando de un paquete de medidas creados por un grupo de políticos extenuados en una crisis (relativamente) inesperada como Irlanda, sino una reacción tardía a un problema que ya hemos visto antes ¿Una isla en la periferia de Europa con un sistema bancario enloquecido que lleva las cuentas públicas a la bancarrota?. Cielos. Quién lo iba a decir.
Para los chipriotas, quizás no vayan a perder parte de sus ahorros, pero ciertamente se van a comprar una recesión gigantesca de todos modos. En el mejor de los casos el ajuste dejará la economía en un cráter, algo que la crisis del euro ya nos tiene acostumbrado. A estas alturas supongo que alguien se habría dado cuenta ya que los planes de la austeridad no hacen más que deprimir la economía sin que los países implicados puedan salir nunca del agujero.
Los líderes europeos siguen tratando una crisis bancaria (tuvimos una burbuja financiera – es una maldita crisis bancaria) como una crisis fiscal. El problema de Chipre (como Irlanda, España, Portugal y Grecia) son bancos bajo tutela nacional haciendo tonterías sistémicas a nivel europeo. Tenemos un mercado financiero único, bancos que pueden endeudarse con fondos de todo el continente y que generan problemas fuera del alcance de gobiernos nacionales que no les prestaban atención. Imponer planes de ajuste pretendiendo que Chipre va a ser capaz de cerrar el enorme agujero que es su sistema financiero por sí solo es una estupidez. No lo podrán hacer nunca. En un sistema bancario europeo, con un banco central europeo, lo natural es que la regulación bancaria y la liquidación de entidades quebradas sea continental. Los líderes europeos llevan cinco años insistiendo en el error. No iremos a ningún sitio.
Esto no quiere decir, por cierto, que en España nos bastaría con que la Unión se quedara con Bankia para salir del atolladero. Debido a nuestras peculiares instituciones económicas, nuestro presupuesto estaría en déficit crónico profundo incluso sin tener que rescatar a las cajas y con la economía española creciendo. En el zenit de la burbuja inmobiliaria, con la economía española creciendo a todo tren borracha de dinero que nunca íbamos a ser capaces de devolver, nuestra tasa de paro era parecida a la media de la eurozona en los más profundo de la crisis. Cuando España va bien lo hace con un 12-15% de paro; sin reformas (y sí, eso incluye mercado laboral – una reforma seria, no el parche aprobado hace unos meses) la salida de la crisis no hará más que llevarnos de la gran depresión a una recesión horrible, y a eso le llamaremos bonanza.
El problema de España no es que nuestra crisis es mala; nuestro problema es que cuando vamos bien tenemos cifras de paro que harían llorar a cualquier político europeo igualmente. Al paso que vamos saldremos de la crisis por pura inercia (algún día nos quedaremos sin empleo que destruir y sin salarios que recortar, al fin y al cabo), tendremos una recuperación cochambrosa y nos preguntaremos por qué siempre estamos en el furgón de cola en todos los indicadores sociales. Eso sí, cualquier reforma es neoliberal, mala y de derechas, y Dios nos salve de cambiar una coma de estas gloriosas instituciones que nos han llevado a un 26% de paro.
Más vale honra sin barcos que barcos sin honra, decían. Hay cosas que no cambian.
R. Senserich
Perdonad el off-topic, pero aún estoy dándole vueltas al artículo de ayer, porque cuando nos van arañando poquito a poquito parece otra cosa...
- Resulta que ZP ya me robó un 5 % del sueldo.
- Rajoy me chorizó una paga extra.
- El gobierno autonómico me quita ahora otro 5 %.
- Me han subido el IVA y el IRPF.
- El banco me mantiene el suelo a la hipoteca, y me cobra comisiones que rayan la usura.
Lo mejor que me podía haber pasado es que me hubieran quitado un 6.75% de mis depósitos!!!!
Los clubes profesionales adeudan 690 millones a Hacienda| http://j.mp/YMtvEG el equivalente a 150.000 IRPF de personas con 25.000 sueldo
artículo de Bertrand Russell publicado en elNew York Times en 1951. El liberalismo no es un credo, dice; es una disposición. Una actitud opuesta a cualquier credo. El artículo concluye con un decálogo para liberales:
No te sientas absolutamente seguro de nada.
No creas que vale la pena producir creencias escondiendo pruebas, porque la verdad saldrá a la luz.
No desalientes el pensamiento, porque tendrás éxito.
Cuando te encuentres con críticos, sea tu marido o sean tus hijos, enfréntalos con argumentos, no autoridad, porque una victoria que depende de la autoridad es irreal e ilusoria.
No respetes la autoridad de otros, porque habrá siempre una autoridad contraria.
No utilices el poder para suprimir opiniones que te parezcan perniciosas, porque si lo intentas, las opiniones te suprimirán a ti.
No temas tener opiniones excéntricas, porque todas las opiniones que hoy son comunes fueron excéntricas antes.
Disfruta el desacuerdo inteligente más que el acuerdo pasivo, porque, si aprecias la inteligencia como deberías, lo primero supone un acuerdo más profundo que lo segundo.
Respeta la verdad, aunque la verdad resulte inconveniente, porque te será más inconveniente tratar de ocultara.
No envidies la felicidad de los que viven en un paraíso de tontos, porque sólo un tonto pensaría que eso es la felicidad.