Así mostró la televisión venezolana, la victoria de Nicolás Maduro
# 48, Juanito Gonzale
15 de abril de 2013, a las 9:54Antes me despertaba y no lo tenia claro si soy Juanito de Valencia, España o Alisia del país de las maravillas… Últimamente ya me despierto y cada vez mas me parece que soy el Fyahball Nº2 con un lanzallamas en el país de Mad Max… porque lo que esta pasando me esta provocando una mala leche que no veas… Miro mi hijo y me pregunto ¿Que debo enseñarle para que le vaya bien en la vida? ¿Ser un HDGP sin escrúpulos, para así asegurarme que lo ficharan d¡e la casta? ¿Enseñarle a montar caballo y disparar con el trabuco? ¿Enseñarle a vivir como un animal esclavizado? … ¿Que c.oño le enseño a mi hijo?
que no se diga que en el blog del euribor no damos respuestas a todo
15 de abril de 2013, a las 9:5648, Juanito Gonzale enséñale chino
Como viene siendo habitual, para aquellos que no entráis aquí obsesivamente todos los días, os…
El precio medio del día 22 de diciembre de 2024 es de 0.106 €/kWh, lo…
El mercado hipotecario en España ha dejado atrás la parálisis que lo caracterizó durante los…
El mercado hipotecario en España ha registrado un impresionante crecimiento del 60,8% en octubre en…
El precio medio del día 21 de diciembre de 2024 es de 0.142 €/kWh, lo…
El Euribor es el índice de referencia más utilizado en las hipotecas variables en Europa…
Ver comentarios
Resulta que si tu hijo habla mandarín (845 millones de habitantes se crían bajo este idioma), español (329 millones de hispanoparlantes) e inglés (328 millones de angloparlantes), podrá comunicarse con más de un 20% de la población mundial. Si además hablase árabe (221 millones) e hindú (hindi-urdu en realidad, otros 242 millones), se podrá hacer con casi el 30% de los ciudadanos del mundo, y, sobre todo, podrá departir con casi todos los petroleros del planeta. De querer completarlo, yo elegiría el ruso como sexto idioma.
Ahora, entre política y economía, escoge la segunda, al menos aprenderá una ciencia, y siempre podrá leer a Aristóteles para aprender de política sin mancharse las manos.