Con respecto a todas las quejas o reclamaciones contabilizadas en 2011, se han incrementado en el 2012 en un 20,76% llegando hasta la cifra final de 14.313, cosa que no está nada mal.
Lo que es curioso es que la reestructuración bancaria no parece que haya significado un incremento en la claridad de la relación de las entidades financieras con los clientes a tenor de estos incrementos.
¿De qué se quejaron más en el 2012 los clientes al Banco de España?
Primeramente de la falta de transparencia, cosa que siempre ha sido algo con gran permisividad por el supervisor bancario. Esta poca o nula transparencia hace que se comercialicen productos que el cliente no alcanza a entender, que no le queden claras las comisiones que se le van a cobrar o que desconozcan cual son el motivo de estas.
¿Ha cambiado algo en el 2013?
No lo podremos indicar aun en cifras exactas, pero lo que deducimos es que las denuncias o reclamaciones serán por motivos similares por mucho que se diga que el sector financiero se ha reorganizado. Solo hay que ver las continuas noticias de resoluciones judiciales por conflictos entidades financieras – clientes.
Este año, tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre la nulidad de las cláusulas suelo en las hipotecas, todo hace pensar que las reclamaciones ante el Banco de España aumentarán en número ya que dudamos que ante la primera reclamación del cliente para anular esa cláusula hipotecaria la entidad acepte. Este conflicto, unido a que los clientes también se quejan al supervisor bancario de la mala atención al cliente y la nula capacidad para resolver conflictos, conducirá sin duda a un incremento en el 2013 de las reclamaciones ante el supervisor bancario.
En el 2012 hubo muchas reclamaciones por el tema de las preferentes y en el 2013 serán por la nulidad de las cláusulas suelo.
¿Cómo actuar ante una situación que consideramos que vulnera nuestros derechos como clientes?
Por desgracia, la reducción en el negocio bancario ha hecho las entidades busquen sitios por donde conseguir más ingresos, siendo el principal escogido por la mayoría el de la subida de forma unilateral de las comisiones por servicios.
Es este el punto donde el cliente tiene mayores posibilidades de éxito o, mejor dicho, poder de reacción.
Las entidades han subido mayoritariamente las comisiones, limitándose a informar por carta a los clientes de las nuevas condiciones. Es en ese momento cuando podremos mostrar nuestra disconformidad.
Nosotros firmamos un contrato, por ejemplo una cuenta corriente, con unas determinadas condiciones que ahora la entidad decide modificar de forma unilateral. Esto claramente es un motivo para dar por nulo el contrato firmado en su día. Lo que ocurre es que las entidades financieras se aprovechan de que por dejadez o por falta de tiempo, el cliente no pueda reclamar en tiempo y forma y eso es como ‘el silencio administrativo’, es decir, que si no reclama en plazos es que está de acuerdo en aceptar las nuevas condiciones.
Los cambios en las comisiones por servicios o productos ya contratados, son los únicos sobre los cuáles podemos actuar de forma directa ya que suponen una vulneración de un contrato que tenemos firmado.
Que nos hayan ‘colocado’ un producto sin informarnos correctamente de cómo funciona, que no nos hayan contado todo sobre cómo funciona o si hay letra pequeña,…., son reclamaciones en las cuales entra la subjetividad y, probablemente, la valoración de un tercero que tome la decisión final. Por eso estas reclamaciones son más largas en cuanto al plazo de resolución así como con resultado más incierto.
Lo que el cliente financiero debe de interiorizar es que en ningún momento debe de aceptar o guardar silencio ante cambios unilaterales en las condiciones de sus productos por parte de la entidad financiera. Además, los cauces o canales para hacerle saber a las entidades la disconformidad con lo qué han hecho suelen ser similares en todas ellas ya que poseen idéntico motivo de fondo.
A modo de conclusión, lo que podemos afirmar es que las reclamaciones según la OCU son similares a las del 2011 en cuanto a los motivos, lo que nos hace creer que lo de la reorganización bancaria y querer ser más transparentes y tener mejor relación con los clientes se ha quedado en el tintero y en bonitas palabras: las entidades financieras continúan con comportamientos que han conducido a la crisis actual.
José Luis del Campo Villares, experto del portal de iAhorro
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Anoche recibí una llamada telefónica, una fundación asociada a una caja de ahorros me invitaba a un acto benéfico y solo pedía que transfiriera 30 euros al mes...seguidamente me pregunto si tenia plan de pensiones.....le dije que me parecía muy cínico que un banco pidiera dinero para los menesterosos...y que no tenia plan de pensiones, que lo que me ahorraría ahora ante el fisco, lo perdería en el futuro lejano a la hora de rescatar el dinero entre pago de impuestos, comisiones bancarias...cuando comenzó a insistir, le dije que al marcharme de la casa, deje un documento prohibiendo cualquier uso de mis datos y pidiendo el borrado completo de mis datos y si llamaban otra vez los denunciaría ante proteccionismo de datos, mi relación con los bancos es mínima, no tengo tarjetas ni prestamos personales ni productos financieros, se limita a sacar un dinero para mis gastos a la semana y pago mis recibos....nada mas.........
Saludos cordiales
Soy tu padre
Es extraño pero la aprobación de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana en el Consejo de Ministros, me hizo darme cuenta de que tengo una edad. Casi 40 ya. No soy ningún niño, así que me resulta muy molesto que este gobierno me trate como si lo fuera y como si él fuera mi padre. De pronto, me asqueó la sensación de sentir que unos adultos a los que tengo en muy baja estima intelectual, tuvieran la desfachatez de tratarme con la condescendencia con la que algunos mayores tratan a los pequeños. Y con alivio y mala leche pensé: “Yo ya tengo padre y no tiene la cara de ninguno de estos”.
Perdonen la brusquedad pero me he dejado la paciencia entre las páginas del BOE. Ya basta, hombre, ya basta. Quiénes son estos señoritingos para limitar mis libertades como ciudadano recogidas en la Constitución y protegidas por las leyes. Que tienen mayoría absoluta, dicen. La mayoría absoluta es solo una herramienta, no un arma ni una coartada. Además, que no les ha votado ni el 30% del censo electoral. Relativicen. No son más que unos políticos que pasaban por aquí. Y no son ustedes señores del cortijo, solo son el administrador. Recuérdenlo, que se les olvida lo más obvio.
Recuerden también que no estamos en ninguna dictadura (se supone, aunque ya lo voy dudando), así que dejen de tutelarme como si no fuera capaz de regir mis propios actos. Conozco las leyes, mis derechos, los límites, mi responsabilidad. Sé que hay leyes, Código Penal y multas que se han demostrado eficaces para que en España no haya habido grandes algaradas en las calles a pesar de las miles de manifestaciones. No necesitamos ninguna nueva ley de Seguridad Ciudadana, excepto para protegernos de gobiernos autoritarios como el suyo y de banquerzuelos, financieritos y politicuchos. Para eso sí hace falta una ley de seguridad.
Pero no necesito ninguna ley que me proteja de ciudadanos cívicos como yo. Dejen de protegernos de nosotros mismos. No necesitamos que un gobierno cuide de nuestra seguridad en la calle poniéndonos multas como un padre castiga a su hijo cuando llega a casa tarde. Para eso tenemos a los jueces, para eso ya tuve a unos padres que me educaron bien. Dejen de insultarles. Dejen de insultarme tratándome como si fuera un delincuente.
Ya sé que esta ley solo quiere protegerles a ustedes y a sus perros de presa, pero lo único que van a conseguir es que la gente tranquila perdamos los nervios y las formas. Hasta Alfonso XIII lo comprendió como recoge Josep Pla en “El advenimiento de la República”: “Podría resistir pero la fuerza material no puede emplearse cuando no se tiene la fuerza moral”. Tratan ustedes de imponer por la fuerza lo que no pueden conseguir con razones y cuando se actúa con violencia y sin razón, se cosechan tempestades.
Solo el miedo que una dictadura infunde nos podría provocar la parálisis. Pero ustedes no dan miedo porque son minúsculos, ridículos, patéticos y somos cada vez más los que estamos hartos de que ustedes actúen como un padre autoritario que legisla a golpes y actúa impunemente sin dar nunca explicaciones. Estamos hartos de que crean que somos unos críos que no nos damos cuenta de que Papá Estado maltrata a la Justicia y le mete mano a la Hacienda pública para proteger a infantas, fortunas y demás ladrones privilegiados. Ya no pueden decirnos que “cuando seamos padres, comeremos huevos” porque ya somos padres o podríamos serlo. Y estamos hasta los huevos.
Luego llega mamá Cospedal, con el pelo tan tirante como una institutriz alemana para que le agarre bien la peineta, y como si fuera la madre de España nos dice: “No vamos a consentir que este país quede en manos de los que protestan y no proponen nada”. Pero esta señora quién es para consentir o dejar de consentirnos. Si ni siquiera está en el gobierno. Si no somos sus hijos. Si España no es suya. Señora, háblenos con respeto que tenemos ya una edad.
Ahora solo nos falta que aparezca Rajoy con máscara de Darth Vader y la voz de Constantino Romero diciendo: “Yo soy tu padre”. Pues no, señor, usted no es mi padre. Yo no soy ningún hijo de... este gobierno.
Javier Gallego
Las pruebas de resistencia de los bancos europeos cubrirán tres años http://dlvr.it/4RpwFR
Los bancos de EE.UU. se preparan para una nueva ola de regulación http://dlvr.it/4RpwBq
EE UU creció a un ritmo entre 'modesto y moderado', según el Libro Beige de la Fed http://dlvr.it/4Rpw8Q
Agenda del dia http://dlvr.it/4Rpw64
Un tipo se acerca a una mujer y le dice:
¿Te gustaría una follada mágica?
¿Qué es una follada mágica?
Fácil: echamos unos polvos y después desapareces.
¿qué está pasando en hacienda? ¿en la policia? El PP un partido absolutamente corruppto da órdenes de investigar comuniones y bautizos y perdonar y instigar el fraude de grandes empresas, decapitando cúpulas policiales que investiguen a políticos y en hacienda fraude total de una institución corrupta podrida y al servicio de la castuza. Miedo y asco en hispanistán. BURN DEM ALLL!!!!
Antes, bastante antes de la 'relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor' con la que dio un empujón a la hostelería madrileña, Ana Botella ya tenía su cuota parte de citas citables. La más famosa, por supuesto, dio la vuelta al mundo y fomentó la producción hortofrutícola al intentar exponer su filosofía contra el matrimonio gay. Se trabucó un tanto: 'El matrimonio entre homosexuales es tratar de la misma manera lo que es diferente. Si se suman dos manzanas, pues da dos manzanas. Y se suman una manzana y una pera nunca puede dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta'. Pues ahora, el inefable alcalde de Londres, Boris Johnson, ha batido el récord, con lo difícil que era.
Excéntrico, polémico, provocador, brillante, irritante, impertinente, este antiguo periodista y ahora político conservador que estudió en Eton la armó hace unos días. En el sancta sanctorum del foro Margaret Thatcher se atrevió también a mezclar magnitudes heterogéneas: la inteligencia y la estupidez, el éxito y el fracaso, la genética y el coeficiente intelectual, la aritmética y la pobreza, la codicia y la envidia. Y el dinero. En síntesis, Boris Johnson vino a decir que si uno es listo, triunfará; y si por el contrario, otro nace idiota, tiene todas las papeletas para fracasar en la vida. Su nota de corte: 85 puntos en los tests para medir la inteligencia, el coeficiente intelectual.
Para él, no es casual que el 16% de la población tenga una inteligencia por debajo de 85, mientras sólo el 2% alcanza más de 130. Por eso hay muchos menos triunfadores que fracasados. Esta lección de determinismo sin matizar, sin elementos comparativos de educación y oportunidades, la completó el alcalde londinense con el resto de su receta elitista: la desigualdad es un hecho de la vida, está ahí, y en la selección darwiniana de los más aptos tienen mucha trascendencia positiva pasiones como la envidia y la codicia. Ayudan a esforzarse para emular al otro, tratar de progresar y llegar así a triunfar también algún día.
Docenas de editoriales y artículos de opinión se vienen publicando estos días a favor o en contra de las tesis de Boris Johnson, que también se jactó como británico de ser ciudadano de una tierra prometida. O mejor elegida, porque a lo largo de la historia su gente 'ha invadido 171 países'. Y lo dijo con todo orgullo y toda desfachatez, no simplemente como dato histórico. Mucho menos para lamentar ese pasado de guerras y de Imperios coloniales. Este pájaro que defiende así el expansionismo, las conquistas y el sojuzgamiento es el mismo que hace unos meses comparó los controles españoles en Gibraltar con el franquismo. Y el mismo que con motivo de la Olimpiada de Londres el año pasado bravuconeó con pésimo gusto, al fardar de que el Reino Unido iba a ganar muchas medallas de oro, 'suficientes como para rescatar a Grecia y España juntas'.
Pues lo han pillado. ¿En un renuncio? No, en tres. Ha sido en una entrevista en la emisora de radio LBC 97.3. El presentador Nick Ferrari le hizo una especie de test de inteligencia improvisado. Era más bien facilito, pero el gran Boris que dice que hay muchos pobres porque son tan idiotas que no saben salir adelante no dio ni una. El ridículo fue mayúsculo. empezando por las manzanas. Las de Ana Botella. Las del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, que en otras latitudes se llama Árbol del Conocimiento. Boris cayó en la trampa y demostró muy pocos conocimientos y menos rapidez de reflejos.
Primera pregunta: si una persona construye una casa rectangular con las cuatro fachadas que dan al sur y se acerca un oso, ¿de qué color es ese oso? El alcalde soltó irreflexivamente que probablemente sería un oso pardo. Pues de eso nada, porque la clave está en las cuatro fachadas al sur: indica que la casa está en el Polo Norte, ergo el oso tendrá que ser blanco con toda probabilidad. La segunda pregunta fue la de las manzans: si hay tres manzanas y cojo dos, ¿cuántas tengo? El arrogante Boris contestó: una. Error, porque si uno coge dos manzanas, tiene dos manzanas, que diría Ana Botella con toda razón.
Y la tercera pregunta: si me voy a la cama a las ocho de la noche y pongo el despertador de cuerda a las nueve para que el timbre suene y me despierte por la mañana, ¿cuántas horas habré dormido? Menos mal que el listo de Boris no contestó directamente. Estaba claro que no quería meter la pata, así que no se arriesgó a hacer otra vez el ridi. Dio una respuesta evasiva: 'Dormí como un tronco'. La respuesta correcta que debía haber dado es que sólo dormiría una hora, porque los despertadores de cuerda son de doce horas, no de 24. Y aun así, Boris la pifió: más que como un tronco, pareció un tarugo.