En la entrada de hoy vamos a explicar cuáles son las funciones más importantes de las Bolsas de Valores y por lo tanto los motivos principales que justifican la existencia misma de las Bolsas. Pero antes de nada debemos definir qué son las Bolsas… Las Bolsas de Valores son mercados organizados que sirven como punto de encuentro para aquellos ahorradores o inversores que deseen obtener un plus de rentabilidad por encima de otros productos financieros y las empresas que deseen obtener financiación.
Inversión
Si hay una función que sea notoria es la inversión, gracias a la inversión las empresas consiguen el capital necesario para llevar a cabo los proyectos fundamentales que sean claves para su expansión ya sea mediante ampliaciones de capital que pongan en circulación nuevas acciones o bien la emisión de bonos corporativos.
Los inversores mostrarán su interés por la empresa cotizada, siempre y cuando perciban que están ante una oportunidad de compra que les permita obtener beneficios ya sea por el aumento del valor de las acciones o bien por los dividendos futuros repartidos por la sociedad entre sus accionistas.
Valoración
Gracias a un sistema de cotizaciones que nos proporcionan las Bolsas, constantemente podemos conocer cuál será la valoración de nuestra cartera de inversión como de la capitalización bursátil (número de acciones cotizadas por los precios actuales). Esta valoración permite conocer si incurrimos o bien en beneficios o en pérdidas. Estas valoraciones cambian constantemente de acuerdo con los movimientos intradiarios que generan los compradores o los vendedores. Aunque la valoración es determinante para el pequeño inversor, las manos fuertes deberán relativizar tales valoraciones ya que introducir una orden de gran volumen pueden desatar los precios de forma ascendente si fuera una posición compradora o descendente si fuera una posición vendedora.
Liquidez
Una de las funciones más destacadas de las Bolsas es sin duda la liquidez. Entendemos como liquidez, la capacidad de un activo para convertirse en el medio de pago o dinero y encontrar contrapartida a valor razonable, tanto si somos la parte compradora como si somos la parte vendedora. Pues bien, los valores cotizados de las principales bolsas de valores deben de tener un alto grado de liquidez, o lo que es lo mismo un gran volumen de negociación que nos proporcione una cierta garantía para hacer y deshacer las posiciones sobre un valor determinado a precio de mercado y asegurando la convertibilidad del activo.
Esta característica proporciona un elevado grado de seguridad al inversor que deberá despreocuparse sobre si su orden se ejecutará o no y se deberá centrar únicamente en seleccionar aquellas operaciones que maximicen su retorno de acuerdo con el perfil del inversor.
Información
¿Qué sería de las Bolsas sin la información asociada a sus valores? La información es una función de doble filo por un lado permite a los accionistas o potenciales inversores conocer cuál es la situación de la empresa ya sea vía comunicación de los estados contables, contratos llevados a cabo, modificaciones sobre las participaciones de los insiders y toda información que afecte al día a día del valor, por otro lado, está información sirve como termómetro ya que según las informaciones relacionadas con una determinada compañía los accionistas podrían cambiar sensiblemente su percepción y tales expectativas serían descontadas en el mercado, mediante compras o ventas de acciones, provocando así subidas o bajadas en las cotizaciones dependiendo de la fuerza compradora y vendedora.
Participación de los accionistas en las decisiones de las empresas
Probablemente ésta sea una función más teórica que práctica pero la difusión de las acciones en las Bolsas de valores nos permiten hacer partícipes a los inversores de la toma de decisiones empresariales que lleven a cabo las empresas cotizadas. Sin embargo, hay que ser realistas y si no disponemos una participación notoria sobre el capital de la empresa será imposible que como inversores podamos participar o cuestionar las políticas de la empresa, es más nuestro voto en las Juntas Generales será despreciado en favor de las grandes participaciones que son quiénes verdaderamente manejan las riendas de la empresa.
Protección de ahorro
Las Bolsas de valores permiten destinar el poco o mucho ahorro que podamos tener depositada en nuestra cuenta bancaria hacia la inversión en empresas cotizadas que nos ofrecerán mayores tasas de retorno a cambio de exponernos a las fluctuaciones de la renta variable y los mayores riesgos relacionados. De este modo, podríamos huir de productos bancarios cuyos intereses no son suficientes para batir la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y ganar poder adquisitivo, lo que nos facilitaría la protección del ahorro.
No obstante, es importante recalcar que aunque de forma generalizada las Bolsas de valores nos ofrezcan una rentabilidad capaz de batir al IPC, la selección de valores de forma individual no garantiza en ningún momento que protejamos nuestros ahorros ya que sinó los riesgos asociados a los mercados.
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Gran temam ayudara a estar mas informados y no ser engañados facilmente.