El sexo, el dinero y el poder van íntimamente relacionados así que hoy recurriremos a uno de los mayores especialistas del tema (del dinero claro ¿Qué esperabas en este blog?), Warren Buffet. Veamos algunas citas suyas sobre el sexo y en lo que es todo un semental, las inversiones.
La importacia del dinero: “Es bueno tener un montón de dinero, pero sabes… no quieres mantenerlo para siempre. De lo contrario sería como guardar un poco de sexo para tu vejez
El estímulo económico: “No se puede hacer un bebé en un mes teniendo nueve mujeres embarazadas Simplemente no funciona así.”.
La reputación: “¿Preferirías ser el mejor amante del mundo aunque ser conocido como el peor o ser el peor amante del mundo aunque conocido como el mejor?”
Enfocarse: “Si estoy jugando al bridge y una mujer desnuda camina delante, Yo no la veo.”
En el analisis: “Otros chicos leen Playboy, yo los informes anuales.”
El contagio: “Los derivados son como el sexo, el problema no es con quién nos estamos acostando, es con quién se acuesta la otra parte
En la diversificación: “Si tienes un harén de 40 mujeres, nunca llegarás a conocer ninguna de ellas muy bien.”
El trabajo:. “Hace unos meses estaba hablando con unn estudiante de MBA, un chico de gran talento, de unos 30 años de una gran escuela con un gran curriculum. Le pregunté que quería hacer por su carrera, y él respondió que quería entrar en un campo particular, pero pensó que debía trabajar para McKinsey durante algunos años primero para mejorar su curriculum vitae. Para mí eso es como guardar sexo para su vejez. No tiene sentido “. De nuevo utiliza esa comparación y es que hay cosas de las que sólo te das cuenta cuando eres mayor.
En la inversión en 1973: “Me siento como un chico obsesionado con el sexo en una isla desierta. No puedo encontrar nada para comprar.”.
En la inversión en 1974 : “Me siento como un hombre obsesionado con el sexo en un harén. Este es el momento para comenzar a invertir.”.
Vender un negocio a Berkshire Hathaway (su empresa de inversión) vs capital privado : Puedes vendérselo a Berkshire y no sólo lo pondremos en el Museo Metropolitano, sino que además tendrá un ala exclusiva y estará ahí para siempre. O puedes venderlo a una tienda porno, cogerá la pintura, la pondrá unas tetas más grandes y la colgará en la ventana hasta que lo compra un hombre vestido con sólo una gabardina. Y es que a veces hay que saber con quién estás hasciendo negocios.
Al convertirse en un verdadero inversor: Llamar inversor a quien compra y vende constantemente es como llamar romántico al que tiene relaciones de una noche.
La bolsa: El mercado alcista es como el sexo, cuando mejor te sientes es cuando está a punto de terminar
Y por último, una de mis favoritas que no habla de sexo pero casi… Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo
El precio medio del día 23 de noviembre de 2024 es de 0.134 €/kWh, lo…
Lo que es malo para la economía, es bueno para los hipotecados ya que presiona…
Como viene siendo habitual, para aquellos que no entráis aquí obsesivamente todos los días, os…
El economista y analista inmobiliario Gonzalo Bernardos había anticipado lo que muchos ya empiezan a…
El Euribor es el índice de referencia más utilizado en las hipotecas variables en Europa…
El Banco de España, en un movimiento por modernizar su imagen y conectar con audiencias…
Ver comentarios
Obama: "ISIS es un cáncer, haremos lo necesario hasta que se haga justicia" http://dlvr.it/6gXl48
Durante el mes junio de 2014 se vendieron 30.231 viviendas según los datos del Consejo General del Notariado. Tras corregir la serie de las variaciones estacionales propias del mes, las ventas mostraron una ligera contracción del 0,8% respecto al mes anterior. Pese a este retroceso, el trimestre se saldó con un incremento trimestral del 1%.
Agenda del dia http://dlvr.it/6gXkyK
La economía de China se está desacelerando. La zona euro es una línea plana. Japón se hundió en el segundo trimestre. Reino Unido sufre una deflación salarial. Y la economía estadounidense avanza a tropezones, como mucho. En un mundo preocupado por crisis geopolíticas, desde Ucrania, Irak y Gaza al brote de ébola en África occidental, la economía global ha pasado de algún modo a segundo plano. Pero existen cada vez más señales de que está en problemas, pese a la abundancia de dinero debido a tipos de interés históricamente bajos.
A muchos funcionarios del ámbito económico en todo el mundo les gustaría alejarse de estas políticas monetarias ultraexpansivas que aplicaron para sacar a sus países de la crisis financiera. Pero las economías no están cooperando.
Esencialmente, las depresiones económicas han demorado el momento en que los bancos centrales puedan comenzar el proceso de normalizar la política monetaria. De hecho, en muchos lugares es más probable que los bancos centrales alivien aún más la política monetaria en vez de endurecerla.
Un ejemplo de esto es China, donde datos económicos de julio mostraron que el volumen de dinero que entró a la economía cayó casi a un mínimo en seis años. El sector inmobiliario, que responde por casi el 15 por ciento de la segunda mayor economía del mundo, también está vacilando.
Y aunque las proyecciones de crecimiento general para el año continúan más o menos encaminadas, los últimos datos insinúan la posibilidad de una política monetaria china más expansiva.
"La reducción de la cantidad de dinero que fluye a la economía afectará al crecimiento económico", dijo a Reuters el subdirector de la gubernamental Academia de Investigación Macroeconómica, Chen Dongqi. "De manera que se abre la ventana para recortar los tipos de interés y el ratio requerido de reservas".
En forma similar, el tema en la moribunda zona euro no es contener la expansión monetaria, sino ver si el Banco Central Europeo debería o no extenderla mediante la compra de bonos gubernamentales en un programa de alivio cuantitativo.
El BCE ya ha inyectado más de 1 billón de euros (1,34 billones de dólares) en la economía y se prepara para agregar otro billón de euros si fuera necesario.
Sin embargo, no hubo crecimiento en el bloque de 18 países en el segundo trimestre y la inflación se ha ubicado en un 0,4 por ciento, lo que conlleva un riesgo de caer en deflación.
"Los riesgos que rodean al panorama económico en el área euro siguen siendo a la baja", declaró el presidente del BCE, Mario Draghi, previamente este mes.
Una dirigente acusa al presidente de Vox de lucrarse con el partido http://www.elmundo.es/espana/2014/08/20/53f440a422601de05d8b456e.html?cid=SMBOSO25301&s_kw=twitter …
Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.
Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco
sorprendió a todos y dijo:
La verdad es que en España hay siete clases de españoles...
Sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1. Los que no saben;
2. Los que no quieren saber;
3. Los que odian el saber;
4. Los que sufren por no saber;
5. Los que aparentan que saben;
6. Los que triunfan sin saber, y
7. Los que viven gracias a que los demás no saben.
Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales
Loquillo: "A mí no me roba España sino los Pujol y Millet" http://www.libertaddigital.com/cultura/musica/2014-04-29/loquillo-a-mi-quien-me-roba-no-es-espana-sino-los-casos-pujol-y-millet-1276517108/ …
Odio a todos estos neoliberales o neocons, como está de moda decir ahora. Por culpa de esta gentuza las clases medias y bajas somos los nuevos esclavos del s.XXI y el mundo es un lugar miserable para muchos millones de personas.
Al miserable de Warren Buffet corresponde la siguiente cita: "Por supuesto que es lucha de clases y mi clase, la de los ricos, gana“. Esto es lo que semejante sinvergüenza contestó cuando The Wall Street Journal le preguntó sobre la crisis.
Voy a dejar el tema porque me enciendo. No hay derecho a que por culpa de esta gentuza y sus acciones mueran millones y millones de personas y ellos sigan, como si nada, llevando vidas de lujo al margen de todo. tan tranquilos. Están por encima de bien y del mal.
China reducirá más impuestos y trabas burocráticas para empresas http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2980004&strGoo=china-reducira-impuestos-trabas-burocraticas-empresas& …
Durante años se nos ha repetido machaconamente que la causa fundamental de la crisis económica española era el desplome del gasto interno: si queríamos salir con rapidez de la depresión no nos quedaba otra que reanimar nuestros desembolsos para así fomentar la contratación de los numerosos parados.
El círculo virtuoso se antojaba obvio: más gasto interno implicaba más producción interna; a su vez más producción interna conllevaba más contratación interna; y, por último, más contratación interna animaba una nueva ronda de mayor gasto interno.
Algunos, sin embargo, ya alertamos en su momento de que el problema esencial de España no era de falta de demanda, sino de falta de una adecuada oferta interna: de un "modelo productivo" capaz de satisfacer las necesidades de la demanda.
A la postre, en 2008 se vino abajo el chiringuito productivo de España, basado en una hipertrofiada industria de la construcción alimentada por el endeudamiento exterior. Desde entonces, no ha habido cambio de modelo alguno: el valor añadido anual de la construcción y de las actividades financieras se ha desplomado en 80.000 millones de euros, mientras que el de la agricultura, la industria, las telecomunicaciones o los servicios profesionales, lejos de subir, han caído en otros 10.500 millones de euros. Sólo la hostelería, el comercio, el transporte o las actividades recreativas han compensado parcialmente tal desplome con un aumento de su valor añadido anual de 13.000 millones de euros.
Reemplazar el modelo productivo
Es decir, en 2013 todavía no habíamos encontrado reemplazo alguno para el modelo productivo de 2008 (y las tendencias a comienzos de 2014 se mantienen: industria estancada y telecomunicaciones estancadas, salvo por un leve repunte de los servicios profesionales y de las actividades recreativas).
Nuestra economía, pues, se mantenía grosso modo instalada en las ruinas de la burbuja inmobiliaria, de forma que cualquier incremento relevante del gasto interno únicamente nos permitía aumentar aquello que estábamos capacitados para producir: ladrillo.
Sí: en contra de lo que ingenuamente blasonan quienes sentencian que todo es un problema de demanda, si no transformamos previamente nuestro aparato productivo, un mayor gasto interno sólo puede incrementar la producción de ladrillo. Volver a 2008, es decir, a la burbuja inmobiliaria. Mas como no parece que los españoles deseen gastar más en ladrillo, ¿hacia dónde se filtrará necesariamente el mayor gasto interno? En efecto: hacia las importaciones (esto es, hacia la producción exterior que sí es demandada, pero no producida, por los españoles).
Así, durante la primera mitad de 2014 -esos pletóricos seis meses en los que el crecimiento económico ha regresado a España-, las importaciones de bienes han vuelto a crecer por primera vez desde 2010 y lo han hecho un ritmo interanual superior al 6%, duplicando de ese modo el déficit comercial que exhibimos durante el primer semestre de 2013. Dado que queremos gastar más y dado que aquello que queremos adquirir no somos capaces de manufacturarlo dentro (no hemos cambiado el modelo productivo), no nos queda más remedio que traerlo desde fuera.
El asunto no sería problemático si, paralelamente al aumento de las importaciones, también incrementáramos las exportaciones: por ejemplo, queremos consumir más petróleo que en 2013 pero como evidentemente no podemos producirlo dentro de España, fabricamos más jamón ibérico para intercambiarlo por el petróleo. Pero las exportaciones llevan inquietantemente estancadas desde hace ocho meses, con la única honrosa salvedad del turismo: dado que no hemos cambiado el modelo productivo de España tampoco somos capaces de fabricar cantidades crecientes de aquellas mercancías demandadas por los extranjeros.
Resultado: el mayor gasto interno se topa con una oferta no reestructurada y, por tanto, se filtra hacia el exterior. La demanda interna de bienes extranjeros (importaciones) crece sin un aumento proporcional de la oferta de bienes nacionales demandados por los extranjeros (exportaciones). Compramos más fuera pero sin vender más fuera: es decir, volvemos a endeudarnos con el exterior en lugar de empezar a repagar nuestra voluminosísima deuda externa.
¿Qué pasará cuando se den cuenta fuera?
Mientras los extranjeros nos continúen proporcionando financiación para seguir viviendo de prestado, acaso podamos mantenernos en la inestable calma actual. Pero si no transformamos intensamente nuestro modelo productivo (para exportar más o para producir dentro parte de lo que ahora importamos), ¿qué sucederá cuando los extranjeros se den cuenta de nuestra intrínseca incapacidad para amortizar el gigantesco capital que les adeudamos (equivalente al 100 por cien del PIB)? Pues que nos cerrarán el grifo, arriesgándonos a revivir los trágicos sucesos de 2009 o, todavía peor, de 2012.
Llegados a este punto, resulta absolutamente imprescindible que el Gobierno abandone la injustificada complacencia en la que vive instalado desde hace ya algún tiempo merced a una recuperación asentada, de nuevo, en el endeudamiento: que se olvide definitivamente de las "políticas de estímulo de la demanda" (¿queremos estimular todavía más las importaciones?) y que comience a implementar auténticas políticas de oferta.
Es decir, recortes del gasto público que permitan reducir sosteniblemente la carga impositiva y liberalizaciones de todos los mercados, incluyendo el laboral. Más capital privado y más libertad económica: las dos recetas clave para la prosperidad. Pero, por supuesto, el Gobierno no hará nada de todo ello: hace meses que dejó bien claro que prefiere finiquitar electoralistamente la legislatura aunque ello suponga hipotecar el futuro no muy lejano de nuestra economía nacional.
Juan Ramón Rallo