Esto pasó el 1 de septiembre y a las 00.14 horas del 26 de septiembre de 1983 un satélite espía soviético avisó que un misil norteamericano impactaría en la URSS en 20 minutos. El teniente coronel Petrov vio la alerta y sencillamente no se la creyó, dedujo que sería un error pues no le encontraba sentido a que los EUA iniciaran la guerra con un solo misil. Al poco rato, la señal decía que 4 misiles más habían sido lanzados. Le siguieron pareciendo pocos y no alertó achacándolo a un error. Su respuesta textual cuando le preguntaron –años después ya que en ese momento se silenció el incidente- fue esa: “La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles”. Su acción fue castigada por sus superiores en la URSS con un cargo inferior. Y si bien en 2006 fue homenajeado en las Naciones Unidas en Nueva York, él nunca le dio importancia a lo que hizo. Posiblemente otro soldado más disciplinado hubiera avisado a su centro de mando y lo más probable es que éstos hubieran respondido con un contra-ataque habiéndose iniciado entonces una guerra nuclear de imprevisibles consecuencias.
Décadas después de aquel suceso y cuando creíamos que el enemigo era el terrorismo islámico o algún país pequeño como Corea del Norte, vuelve a haber tensión entre Occidente y Rusia. Ya no hay motivos ideológicos, el conflicto es puro nacionalismo: Rusia nunca ha renunciado a recuperar territorios que durante décadas formaron parte de la URSS y utiliza su fuerte poderío militar y sus recursos naturales para conseguir sus objetivos aprovechando la excusa de la torpeza con la que el otro bando ha tratado el conflicto interno ucraniano. Ahora Europa teme por el suministro de gas durante el frío invierno a la vez que intenta mostrarse fuerte para apoyar la integridad de las actuales fronteras perjudicando con esa actitud tanto a la economía rusa como a la frágil economía de la €zona. Es la misma paradoja del conflicto nuclear: todos pierden –y especialmente los ucranianos-, el riesgo de tanta tensión es altísimo pero nadie quiere echar su brazo a torcer. Mientras, la opinión pública se polariza y el impacto de esta “guerra fría” ya se está notando en los datos macro.
Alguno dirá que a qué viene comentar de Ucrania hoy cuando, como tantos otros conflictos, ha pasado un poco de moda pero primero, el tema sigue ahí aunque los medios ya no lo nombren tanto y segundo, del tema de más actualidad -el resultado del referéndum escocés de ayer- mientras escribo esto desconozco el desenlace por lo que poco puedo comentar. Tan sólo decir que aunque haya ganado el sí a la independencia, aún queda mucho por negociar y el proceso será largo al igual que si ha ganado el no, no tardará en repetirse la votación dentro de unos años por lo que nada estará definitivamente resuelto. Por otra parte, si Escocia elige separarse Reino Unido en teoría aumentarían las posibilidades de que este país abandone la UE ya que ingleses y galeses son menos proclives a la UE que los escoceses aunque hay quien cree que es al revés, Reino unido no abandonará la UE para así poder vetar la entrada de Escocia… quién sabe.
En cualquier caso, mi apuesta es que Escocia seguirá dentro de Reino Unido (si no fuera así el Ibex sería el más afectado), hoy continuarán las subidas de la bolsa a costa de ese resultado pero que la próxima semana habrá caídas. De lo que yo –o quien sea- especule acerca del futuro a lo que luego pase realmente ya se sabe que suele haber diferencia, es más fácil contar lo ya pasado: el viernes se perdieron soportes de corto plazo que presagiaban una semana de cesiones bursátiles pero la fortaleza de Wall Street el martes calmó los nervios y la influencia alcista de los vencimientos trimestrales de futuros de hoy también se ha notado así como el discurso de Yellen del miércoles que llevó a nuevos máximos históricos al Dow Jones y al S&P500. Algo en lo que sí acerté es cuando el viernes pasado dudé que la medida estrella del BCE anunciada en junio –las TLRO, nuevas y muy baratas subastas de liquidez del BCE- fuera a tener mucho éxito ante los tipos negativos en el corto plazo. De hecho, el BCE ha puesto hasta 400.000 millones de euros a disposición de los bancos europeos y han solicitado sólo 82.602 (repartidos entre 255 entidades).
Como imagen os traigo este gráfico elaborado por Perpe sobre la evolución de la economía sumergida en España (según Gestha)
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La estúpida aventura en que se mezclaron el soberanismo y el intervencionismo económico en Spanair, volvió a ponerse ayer de actualidad cuando un juez condenó a su consejo de administración y a la Generalitat por la quiebra de la compañía. El juez les ha impuesto una multa de 10,8 millones y una inhabilitación de dos años a los 10 ejecutivos encabezados por Ferran Soriano, el reputado director ejecutivo del Manchester City y antes del Barcelona de Laporta, que fuera el niño mimado de las finanzas del tripartito.
El cóctel explosivo que suponen el nacionalismo y el dinero público lo agitó en 2009 el tripartito (PSC, ERC e ICV) que adquirió la ruinosa Spanair para convertirla en la aerolínea nacional de Cataluña y nutrir a El Prat del tráfico que le permitiera transformarse en un hub internacional. Se calcula que esta ensoñación le costó a los contribuyentes más de 150 millones entre las aportaciones de la Generalitat y el Ayuntamiento barcelonés. Para hacerse una idea, baste recordar que la subida del tramo autonómico del IRPF «a los más ricos» en 2011 debía reportar 75 millones al año, según la Generalitat.
En septiembre de 2010 cuando escribimos sobre este despilfarro, hubo gente que nos replicó que Spanair no era una compañía pública. Lo cierto es que lo era, pero sobre todo era una chapuza del nacionalismo. En Spanair se unieron los objetivos políticos del tripartito con las aspiraciones de FemCat, un grupo de presión fundado en 2004 bajo la inspiración de una frase de Jordi Pujol («fem pais») que aunaba el catalanismo con la excelencia empresarial. Ahora sabemos cómo Pujol hacía país –y sobre todo familia–, pero entonces la semilla germinó en la creación por parte de FemCat de VolCat, que a su vez adquirió el 80,1% de Spanair mediante un consorcio llamado IEASA. El 19,9% restante quedó en manos de la aerolínea escandinava SAS. IEASA estaba formada en un 31,9% por VolCat, en un 42,5% por consorcios públicos como Turisme de Barcelona y la Fira, y en un 25% por la sociedad mixta Catalana de Iniciatives. Pero en septiembre de 2010 se registró una ampliación de capital donde Avançsa, una firma dependiente del entonces conseller Josep Huget, aportó 10 millones y la mayoría del capital pasó a ser, ya sin rubor, estatal.
Soriano no hizo nada por reestructurar la aerolínea que siguió perdiendo dinero. Consumió una parte valiosa del capital repatriando la base desde Palma de Mallorca a Barcelona. Siguiendo la misma táctica que presidía su gestión futbolística, lo apostó todo a una fusión con una compañía turca o catarí que nunca se produjo.
La cooperación público privada forma parte de un gen integrado por el nacionalismo en su visión de Cataluña. Sin embargo, cuando esta relación se prostituye acaba ocurriendo que se emplea el dinero público para financiar aventuras empresariales que sólo deberían ser privadas o para que alguien acabe gestionando con criterios tan particulares el capital público que termina llevándoselo a casa.
johnmuller
Es increible que este tipo de actos pasen desapercibidos. Es importante recordar y valorar estas acciones que muy pribablemente han evitado una tercera y definitiva guerra mundial
S&P ve justificada compra de deuda en la UE ante riesgo de una tercera recesión
http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/sp_ve_justificada_compra_de_deuda_en_la_ue_ante_riesgo_de_una_tercera_reces …
¿Por qué preocuparse? Los dos gráficos más aterradores del mundo
http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/por_que_preocuparse_los_dos_graficos_mas_aterradores_del_mundo …
A SABER TU SI ESTO SERA VERDAD O NO,no me creo nada
Escocia ahora solo es escocííía. Tomad nota catalanes.
Qué curioso los mismos que les parece muy mal que se pueda separar algún territorio de alguno de los paises de la UE ven con muy malos ojos que los rusos quieran volver a estar juntos.
Hoy les tendo envidia a los Britanicos...
primero por poder votar de forma civilizada.
segundo por tener sentido comun la mayoria y no meterse en lio solitos.