Ya está disponible la copia en papel de mi libro Especulando con la crisis y he decidido prescindir de editorial y sólo lo publicaré en Amazon así que os animo –si os interesa un ejemplar- a comprarlo aquí y aprovecho para dar las gracias a todos los que ya lo han hecho.
2014 en general ha sido en lo económico un año que ha cumplido las previsiones mayoritarias: ha habido una mejora de las cifras macro respecto a 2013 en casi todas las áreas económicas si bien se ha ido en la mayoría de más a menos, destacando la entrada en recesión de dos grandes potencias como Japón y Rusia. Sin embargo, en los mercados ha habido algunas sorpresas: los récords mínimos de rentabilidad de la deuda de numerosos emisores públicos y privados, la alta volatilidad del oro, la fuerte subida del euro (en mayo estaba por encima de 1.39 contra el $) para acabar bajando como era lo lógico, el desplome del crudo y con él el de la mayoría de las materias primas, los continuos máximos históricos de Wall Street con el constante apoyo del sector tecnológico, el errático comportamiento de los principales índices bursátiles europeos –en negativo en el año esta semana tras fuertes alzas intermedias-, los máximos históricos del Ibex si no descontara los dividendos pagados pero aún muy lejos de la rentabilidad de otros índices desde 2007 y con un cierre anual que estará muy alejado de máximos anuales, el mal comportamiento de los mercados emergentes (pero no tan malo –en relativo- como parecía a mitad de año, muy favorecidos sus datos macro los últimos meses por la fortaleza del $ aunque con un preocupante 2015 por la bajada de las materias primas), el desplome del rublo y de la bolsa rusa, el gran rebote del Nikkei y el inesperado –para la mayoría- espectacular comportamiento de la bolsa china…
No quiero tampoco dejar de recordar el gran bluff que ha supuesto el bitcoin y cómo tras estallar su burbuja (en 14 meses ha perdido 2 terceras partes de su valor) ha dejado, prácticamente, de comentarse en los medios. El desplome de este ¿activo? Me recuerda un comentario que hice en el artículo del otro día (“no debemos confundir lo que compramos para consumir que lo que compramos para vender”) sobre el concepto caro y barato que yo considero fundamental. Si yo voy a comprar plátanos y su precio es un 10% inferior al que tenía la última vez que fui a la frutería, consideraré que es un producto barato que merece la pena comprar; sin embargo, el que el precio de una acción –o del bitcoin- esté un 10% por debajo que hace una semana no significa que esté barato y que haya que comprarlo porque nuestra intención no es consumir ese producto sino venderlo a un precio superior después. Y resulta que muchas veces comprar algo que está más caro que en fechas anteriores es mejor inversión que comprar algo que está más barato ya que la tendencia suele jugar a favor.
Lo podemos comprobar mirando el gráfico de Red Eléctrica Española, una de las “estrellas” del Ibex en 2014 (y por cierto, el valor más rentable del Ibex de este siglo aunque apenas se comente sobre él y se le considere un valor “defensivo”) donde se aprecia que a pesar de la subida de 2013 no estaba caro y hubiera sido un gran acierto invertir en sus acciones en enero de 2014. Por el contrario, otras acciones que en 2013 bajaron –como Arcelor, otro miembro del Ibex- han seguido cayendo en 2014 por lo que no estaban baratas y hubiera sido un gran error comprarlas en enero de 2014. Incluso dentro de este año nos encontramos con bolsas como la rusa, la portuguesa o la griega que a pesar de las fuertes bajadas de los últimos meses, siguen bajando más –es decir, no están baratas a pesar de caer de precio- mientras otras no dejan de subir a pesar de llevar meses de alzas casi ininterrumpidas.
Diferenciar entre comprar para consumir y comprar para invertir es importante y más en una web con mayoría de hipotecados: una persona que adquiere una vivienda habitual compra –o debería hacerlo- cuando el precio de venta se ajusta a lo que puede pagar por ella y una rebaja del vendedor puede incitarle a ello. Es cierto que en el futuro puede que hubiera podido comprar más barato pero si su decisión era de consumo y no de inversión, aunque pueda fastidiarle, no es comparable al que adquiere una vivienda con ánimos especulativos.
En cuanto a los mercados, si hay una idea que vengo repitiendo casi todo el año casi todos los viernes es la de la complacencia extrema que viven los mercados porque tantos y tantos factores negativos eran obviados. Ahora de repente, en una de las épocas más estacionalmente alcista, resulta que todos los factores negativos que durante tanto tiempo han sido minusvalorados han resultado ser la excusa perfecta para pillar a todos con el pie cambiado. El petróleo lleva 26 semanas seguidas bajando de precio, la economía rusa está en recesión hace meses, la situación política griega es un polvorín hace años ya… pero de pronto, cuando los inversores minoristas más expuestos estaban –con la complicidad tanta veces denunciada de medios y analistas- llega el crash… Y además, un crash tramposo (lo que en el argot se llama agitar el árbol) porque acabaremos la semana con avances fortísimos impulsados por la venta de reservas del Banco Central de Rusia para frenar el desplome del rublo, las declaraciones de la FED -admitiendo poder ser paciente con las subidas de tipos-, Suiza colocando en negativo sus tipos de interés oficiales, los vencimientos hoy de futuros y porque lo lógico es que intenten maquillar lo que puedan el cierre anual con alzas las próximas sesiones como pasa casi todos los años por estas fechas (si bien el 29 de diciembre habrá un obstáculo importante con la votación en el Parlamento griego que puede precipitar las elecciones anticipadas, lo explico aquí). Días como el del martes en el que en una sola sesión el valor del rublo fluctuó un 25% o el precio del Ibex subió un 2% tras bajar antes un 2.5% son toda una advertencia de lo arriesgados que pueden ser los mercados financieros. Y las bolsas siguen estando muy caras…
Creo que el gráfico de la semana no puede ser otro que el de la bolsa rusa este año:
Links.
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“Hay que consumir, Europa tiene que consumir, pero ¿quién tiene dinero? ¿cuáles son los salarios?...
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Por lo vista la recuperacion economica......solo existe en los medios de desinformacion.
Un empresario arruinado estrella un coche con bombonas de butano en Génova 13
http://www.elconfidencial.com/espana/2014-12-19/un-empresario-arruinado-estrella-un-coche-con-bombonas-de-butano-en-genova-13_596418/
AGENDA económica del día http://dlvr.it/7sNnYy
La crisis de Banco Espírito Santo (BES) ha pasado una dolorosa factura al negocio de su filial en España, que ya opera bajo la denominación de Novo Banco (la parte buena del grupo portugués). Tan sólo en el tercer trimestre, justo en los momentos más críticos para el banco luso, su filial española ha visto cómo se han fugado unos 2.000 millones de euros en depósitos, lo que supone un 40% menos respecto al mes de junio de este mismo año y un 45% por debajo del pico alcanzado al cierre de marzo. El negocio del activo no se ha resentido en la misma proporción.
Los 10 mejores avances científicos de 2014 http://w.abc.es/i5511t
Logista es la excepción que confirma la regla entre las debutantes en bolsa en 2014. Ajena totalmente a los vaivenes que están sufriendo los mercados, la cotización del distribuidor de productos y servicios suma y sigue en el parqué. Desde su vuelta al mercado de valores el pasado mes de julio tras seis años de ausencia, la acción ha saltado desde los 13 hasta situarse por encima de los 16,5 euros. Una subida de casi el 30% que está llenando los bolsillos de los inversores institucionales que compraron acciones en la oferta pública de venta (OPV) reservada sólo a profesionales
La Lotería de Navidad ya tiene ganador http://bit.ly/13gulj6
Indemnizar a 12 exconsejeros de la CNMC nos costará 86.000 euros al mes durante dos años http://www.sueldospublicos.com/texto-diario/mostrar/204078/indemnizar-a-12-exconsejeros-de-la-cnmc-nos-costara-86000-euros-al-mes-durante-dos-anos …
Ni la caída de los precios del petróleo ni la depreciación del euro están determinando una mejora de la balanza comercial. El déficit, diferencia entre el valor entre ventas y compras, en los diez primeros meses de 2014 ha sido de 21.095 millones de euros frente a 12.366 millones en enero-octubre 2014. Las exportaciones han avanzado un 2.1%, incremento inferior al de la economía mundial por lo que debemos estar perdiendo competitividad a nivel mundial aunque se esté mejorando respecto a Italia y Francia.
La cuota de ventas en el mercado global desciende a diferencia de lo ocurrido en 2010-2011 con tasas de crecimiento entonces del 15-16%. No obstante, el éxito exportador de los últimos años ha sido notable, mes a mes , trimestre a trimestre, se han sucedido records de ventas mientras las importaciones perdían vigor.
Se confiaba que la construcción de un nuevo modelo productivo vendría de la mano del sector exterior, no solo gracias al turismo sino también y ,en especial, a las mercancías. Una economía más abierta, más competitiva. El ladrillo tenia sustituto. La bajada salarial hacía las veces de una depreciación del tipo de cambio.
España reproduciría los modos productivos de una Alemania eficaz y disciplinada. Naturalmente no bastaba con sustituir el mercado interno por el exterior. Colocar fuera lo que antes se colocaba dentro. Faltaba un esfuerzo inversor complementario, modernización de las estructuras organizativas e innovación tecnológica, que enriqueciese el ajuste aceptado por trabajadores y empleados.
Quedaba, además, en la recamara el cartucho de la devaluación del tipo de cambio. Las reglas de la UE lo prohíben entre los Estados Miembros pero el recorrido alcista del euro frente al dólar se vería interrumpido en cuanto la política monetaria protagonizada por la Reserva Federal perdiese intensidad o el BCE modificase el rumbo e inyectase dosis crecientes de liquidez, más generosas que el tratamiento homeopático que se ha venido administrando.
La devaluación va llegando pero las ventas españolas hacia los países externos a la eurozona no solo no aumentan sino que disminuyen. La situación coyuntural juega desde hace unos meses a la contra, así que habrá que esperar y demostrar que los productos españoles son mejores y más baratos.
Las compras españolas de mercancías extranjeras han tenido un incremento del 6.2% en los diez primeros meses de 2014, aunque el déficit energético haya bajado ligeramente. Los presentadores oficiales de las cifras hacen hincapié en “el sólido avance de la importación de bienes de equipo”. Una confirmación del proceso de recuperación de la inversión productiva. Iríamos, como se nos dice, por el camino más corto para superar la crisis. Visto de cerca las cosas no son tan prometedoras.
La importación de bienes de equipo o de inversión aumentaron un 10.1% , pero las de automóviles lo hicieron en un20.6%, mientras otros bienes y manufacturas de consumo han crecido un 13%. Un esquema importador más propio de una economía satisfecha que el de una economía con un alto nivel de paro, necesitada de utilizar sus recursos productivos.
Un mundo, el de fuera en plena mutación. Petróleo barato, concordia en el continente americano, el Oriente Medio en ebullición y Rusia en serias dificultades que contaminan a una buena parte de nuestros socios europeos. Un escenario en el que los servicios exteriores españoles han andado desorientados. ( ¿ Patético el viaje del ministro Margallo a Cuba?) La tarea es mayúscula. La coyuntura favorable. La disposición del gobierno del Estado dispersa. (Intereses y preocupaciones electorales, limpieza de unos establos que siguen acumulando basura, como prioridad.)
Sector exterior robusto, equilibrio entre compras y ventas de mercancías y con la inestimable cooperación del turismo un ligero superávit de la balanza de pagos que daría confianza a nuestros acreedores. En estas fantasías me enredo mientras voy camino de El Retiro. Precios más bajos en carburantes y combustibles, mas consumo, pero no necesariamente más producción ni más empleo.