Todo parece indicar que en la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE) el jueves 22 de enero, se anunciará la tan esperada QE por sus siglas en inglés Quatitative Easing, un programa no convencional de compra de activos financieros en la que se incluirá deuda pública y seguramente más instrumentos financieros. A día de hoy, la autoridad monetaria está barajando tres posibilidades para llevarlo a cabo.
La primera opción sería que el BCE iniciara la compra de bonos soberanos de los países proporcionalmente a las tenencias de cada Estado en la autoridad monetaria. La segunda opción sería que únicamente el BCE comprara deuda pública, calificados como triple A, la mejor nota crediticia que conceden las Agencias de Rating, favoreciendo que los rendimientos de los bonos alcancen el nivel cero o incluso lleguen a terreno negativo, de este modo los inversores buscarían activos de mayor riesgo. Por último, la autoridad monetaria barajaría que los Bancos Centrales de cada país fueran quienes adquirieran los títulos de deuda pública, de este modo se conseguiría aislar el riesgo en cada uno de estos países.
Lo más relevante en el momento de anuncio de la QE, será el importe de actuación y el tiempo de vigencia del plan de estímulos. Bajo estas variables el mercado reaccionará en mayor o menor medida. Desde luego a día de hoy existen altas expectativas en el programa de compras no convencional ya que el propio Mario Draghi, presidente del BCE, comentó en varias ocasiones la capacidad ilimitada para comprar deuda pública de corto plazo.
¿Cuál es la justificación de los defensores de la QE? y ¿Qué piensan los detractores?
Aquellos que defienden la puesta en marcha de un programa de compras de activos financieros, argumentan los débiles datos de la inflación en la EuroZona, cuyos últimos datos de diciembre muestran una inflación interanual en el -0,2%, la tasa más baja desde septiembre de 2009. Además contemplan como gran riesgo que la EuroZona caiga en deflación y que este panorama perjudicaría el valor de la deuda pública de los Estados miembros, que no ha parado de crecer en los últimos años por los enormes déficits públicos acumulados.
Por contra, los detractores de la QE argumentan en primer lugar que el la inflación ha entrado en diciembre en terreno negativo debido a la fuerte caída de los precios de los hidrocarburos. Así lo muestra la inflación subyacente que descuenta la energía, alimentos frescos y tabaco, que subió en hasta el 0,8%, frente al 0,7% del mes de noviembre. Los detractores añaden el riesgo de burbujas financieras que acarrean los programas de liquidez debido a que el dinero si no se transmite a la economía real, se entra en un circulo vicioso y el dinero gira entre los diferentes instrumentos financieros. Por último, los contrarios a una QE argumentan que existe un incentivo perverso en comprar deuda pública desde el BCE ya que al bajar los costes de la deuda se incentiva por un lado a que los Estados sigan endeudándose y por otro lado, que los inversores tomen mayores riesgos.
Reflexión Final: Desvirtuando el concepto del dinero
Antes de afirmar o no si es correcto introducir más cantidad de dinero en el circuito financiero, hay que entender que dinero no es más que la manera que tienen los agentes económicos para conservar el valor de sus operaciones comerciales y sólo funciona si existe una aceptación generalizada, en otras palabras, el dinero no es simbolismo de riqueza.
En economía, la riqueza de una nación viene dada por la facilidad de crear bienes y servicios y la facilidad de comercializarlos, nada más. Sin embargo hoy por hoy aún existe la concepción de que el dinero es sinónimo a riqueza, una idea que dista mucho de ser una realidad. Por ejemplo en el siglo XVI, el descubrimiento de América trajo a España una infinidad de metales preciosos entre ellos oro y plata, en aquel entonces se pensó que nos llevaría a la mayor de las riquezas, pero lo único que trajo fue una fuerte inflación en los precios de los productos. Por lo tanto, más cantidad de dinero puede tener efectos positivos en el corto plazo por el beneficio inmediato de nuevas entradas pero seguidamente es compensado en subidas de precios, por lo que el dinero como tal pierde proporcionalmente su valor, a medida que la masa monetaria aumenta.
También hay que valorar que sucede con la velocidad de circulación del dinero cuando entra más dinero en el sistema. El siguiente gráfico recoge la evolución de la circulación de la masa monetaria en los Estados Unidos.
La Reserva Federal anunció la primera QE en noviembre de 2008, desde entonce hasta la actualidad, la velocidad del dinero ha caído en picado pasando de una ratio de 1,9 en el inicio del programa de compras hasta una ratio del 1,53 actual, en mínimos de los últimos 50 años. Esta caída de la velocidad de circulación del dinero viene dada porque los agentes económicos, desconfían del valor de ese dinero que la autoridad monetaria está creando sin respaldo alguno.
Inyectar dinero en un sistema económico conlleva a dos tipos de reacciones, la primera es inflación en los activos financieros y la segunda es inflación en el nivel de precios de una economía.
La subida de precios en los activos financieros está estrechamente vinculada tanto a un escenario de intervención como a un escenario con expectativas de intervención, debido principalmente a que los inversores descuentan que la autoridad monetaria concederá liquidez al sistema y se lanzan a comprar de manera anticipada. Es por ello que hemos visto en los últimos años que las rentabilidades de los bonos de la Zona Euro han descendido fuertemente, situándose en mínimos.
Si observamos cómo ha evolucionado la bolsa de Estados Unidos, mientras estaban activos los programas, la conclusión es clara: “las QE favorecen la inflación bursátil”. Por ejemplo en el índice S&P500 hemos presenciado que siempre que la Reserva Federal ha tenido en activo su plan de compras, la bolsa ha subido.
Por otro lado, la inflación en la economía surge si existe una transmisión del dinero de alta potencia mediante el crédito privado. Desde luego no es el escenario que se podría dar en España, al menos en el corto o medio plazo, debido a que no podemos pedir a la banca que se ponga a conceder créditos a lo loco con una tasa de morosidad del 12,75% y más cuando en España supera el 270% entre la deuda pública y la deuda privada.
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1 comenta
bueno esto ya fue una realidad ya se empezaron los desembolsos según léi en Aprenda mas de Forex, con lo cual los desembolsos iran hasta el 2016, ojala sea un buena medida.