Draghi cumple su promesa e inyectará 60.000 millones de euros al mes

por Carlos Lopez

Dicen que lo prometido es deuda, pues ayer el Banco Central Europeo (BCE), aprobó la tan esperada QE (Quantitative Easing), un programa de flexibización cuantitativa que tendrá como objetivo principal la compra de títulos de deuda pública, inyectando 60.000 millones de euros mensualmente, a partir del mes de marzo hasta septiembre de 2016, en total más de un billón de euros que se pondrán en circulación. Hay una peculiaridad en todo este proceso, y es que para contentar a los alemanes, el 80% del riesgo de esas operaciones lo asumirán los bancos centrales nacionales. Además, la deuda de inferior calidad como pueda ser la deuda de Grecia y de Chipre no formarán parte de las compras masivas. De este modo, Mario Draghi, presidente del BCE, cumple su promesa de julio de 2012 “Haré todo lo necesario para salvar el euro”.

Tras el anunció en la comparecencia de Mario Draghi, los mercados reaccionaron, como era de esperar… El cruce euro/dólar se movió violentamente a la baja hasta situarse en el tipo de cambio de 1,142 dólares. El bono soberano español a diez años alcanzó nuevos mínimos históricos al alcanzar una rentabilidad del 1,40% y la prima de riesgo se redujo hasta los 95 puntos básicos. Nuestro selectivo español el Ibex 35, subió un 1,70%, cerrando por encima de los 10.500 puntos.

Nos debería llamar estrepitosamente la atención, que ayer, la reacción de los políticos fue unánime. Todos nuestros representantes, independientemente de su color político, aplaudieron la puesta en marcha del programa de Draghi. Digo ésto porque se opusieron radicalmente a los rescates bancarios y otras medidas que claramente favorecían al clientelismo bancario como la LTRO, regalando dinero al 1% para que compraran bonos al 5%. Y en definitiva, una compra masiva de deuda pública no es nada más que cambiarle a los bancos, los títulos de deuda pública por liquidez, para así conseguir que opten por activos de mayor riesgo y de pasada otorgarles unos suculentos beneficios gracias a la intermediación bancaria de estos últimos años.

Otro punto a considerar de la comparecencia de Draghi es que insitió en que es una medida para “ganar tiempo” para que los Estados profundicen en las medidas estructurales. Sin embargo, no tiene mucha lógica ese comentario ya que desde 2007 hasta hoy han pasado ocho años, tiempo más que suficiente para que los respectivos gobiernos hubieran tomado medidas de calado en la economía. Es más, bajar el coste de la deuda pública tiene un incentivo muy perverso y es la emisión de más deuda, una opción que a corto plazo nos puede parecer muy positiva porque podríamos relajar los objetivos del déficit público pero a más largo plazo si los intereses de la deuda se dispararan tendremos graves problemas para refinanciarla.

La autoridad monetaria tiene como objetivo de su mandato una inflación del 2%, un hecho que el propio Draghi ha comentado que nos mantendremos en unas tasas de inflación baja pero crecientes en los próximos años. No nos deberá sorprender porque los bancos por mucha liquidez que les quieran dar, no se lanzarán a conceder créditos con una tasa de morosidad superior al 12%. Como comentamos en el artículo “¿Debe el BCE iniciar un plan de compra de deuda pública?” Inyectar dinero en un sistema económico conlleva a dos tipos de reacciones, la primera es inflación en los activos financieros y la segunda es inflación en el nivel de precios de una economía. En la inflación de activos hay grandes perjudicados, sobretodo cuando se dejan de alimentar las burbujas y terminan estallando en los morros. Por contra, la inflación de la economía perjudica gravemente a los ahorradores, aquellos que decidieron no endeudarse en tiempos de crédito fácil, y también a nuestros pensionistas que verán dilapidado el poder adquisitivo de su pensión a medida que vaya pasando el tiempo.

Por último, hay que alertar de los grandes riesgos que supone la QE ya que los Estados de la Eurozona podrán seguir emitiendo deuda a menor coste, contribuyendo muy especialmente a gestar una gran burbuja de deuda pública que nos debilita frente a riesgos externos. Recordemos que España empezó su andadura por la crisis en 2007 con una deuda pública sobre PIB del 36% y en la actualidad está en el 97% del PIB superando el billón de euros. Esto lo queramos o no hay que pagarlo, si no queremos que colapse nuestro sistema de financiación tanto público como privado.

1 comenta

fernanda 26 enero 2015 - 6:50 PM

muy bien q se haya podido dar paso a este desembolso por parte del banco central, para los mercados es una noticias muy importante. Encuentre Información Forex en Español

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