Grecia recula su posición sobre una quita y los mercados lo celebran

El lunes conocimos por la entrevista de Financial Times a Yanis Varoufakis, ministro heleno de finanzas griego, que abandonaban la idea de una quita a la deuda pública sobre los 315.000 millones de deuda pública que acumula el Estado, para así evitar un choque frontal con los acreedores. Sin embargo, proponían sobre la mesa de negociación, un canje de deuda por nuevos bonos vinculados al crecimiento. ¿Cómo se ejecutaría ese canje? En primer lugar, habría un tipo de bonos indexados al crecimiento nominal de la economía griega que sustituiría a los préstamos de rescate de Europa. El segundo tipo de bonos, serían “bonos perpetuos”, que reemplazarían los títulos de deuda pública en manos del Banco Central Europeo (BCE). Otro mensaje interesante del ministro fue el siguiente “Lo que voy a decir a nuestros socios es que estamos armando una combinación de un superávit primario y una agenda de reformas”, este superávit primario, después de pago de intereses quedaría entre el 1 y el 1,5% del PIB. Por último añadió “Voy a decir, ‘Ayúdanos a reformar nuestro país’ y darnos un poco de espacio fiscal para hacerlo”.

De este modo, Syriza da un giro de 180 grados sobre el discurso mantenido en el periodo de campaña electoral, en el que se anunciaba que exigirían una quita de la mayor parte de la deuda externa, alegando “que resulta imposible de pagar”. Asimismo se abandona, al menos por ahora, la idea del “Grexit”, en el que el país heleno quedaría fuera de la Eurozona y la vuelta al dracma.

El compromiso del superávit primario es una gran noticia ya que se lanzaría un mensaje para ajustar sus cuentas públicas. Para estabilizar las cuentas, Varoufakis comentó que se haría una reforma fiscal enfocada a los ricos, alegando que no habían pagado su parte justa de impuestos durante la crisis económica de la nación. A pesar de esto, el propio ministro comentó las dificultades existentes para luchar contra la evasión fiscal y la “búsqueda de rentas”, entre oligarcas empresariales de Grecia y otras personas ricas. Aunque del dicho al hecho hay un trecho, el compromiso a gastar menos de lo que se ingresa, es un gran avance debido a que es un abrazo en toda regla al camino de la prudencia presupuestaria, o en otras palabras seguirá los pasos de la austeridad.

La estrategia de Alemania para doblar a Grecia

A Alemania le gusta “jugar duro”, y según Bloomberg, citando a una persona al corriente de las negociaciones, la posición germana sería que las negociaciones se prolongasen hasta agotar la actual ronda de financiación del rescate aprobado. Aunque el 28 de febrero de este mes se finaliza la prórroga del plan de rescate, Grecia tendría suficientes recursos para sobrevivir un poco más de tiempo. Ese punto sería clave porque “cuando el hambre aprieta, la vergüenza afloja” y de este modo Alemania se vería con un poder de negociación dominante, que obligaría a Alexis Tsipras a ceder en todas sus peticiones, ante un inminente riesgo de quiebra.

Reacción de los mercados

Los mercados han celebrado este paso atrás de Grecia con una fiesta alcista, como más relevante cabe destacar que la Bolsa de Atenas ha vuelto al punto de partida previo al viernes en los 840 puntos, tras subir un 16,43% en dos sesiones, lo que permite al selectivo heleno volver al terreno positivo. El sector bancario que duramente fue castigado la semana pasada con caídas cercanas al 50% por el miedo a la salida del euro con el discurso de la quita, esta semana está subiendo, con alzas de dobles dígitos, tras el mensaje edulcorado de la entrevista del ministro de finanzas.

La prima de riesgo del bono a diez años griego se ha desinflado en estos dos días hasta los 944 puntos básicos, después de alcanzar la terrible frontera de los 1.000 puntos básicos  de diferencial con el bund. Referente a la deuda de menor plazo, los bonos griegos a tres años deja atrás la rentabilidad del 20%, hasta el 16%, mientras que el bono a cinco años, ha desinflado su retorno hasta el 13%.

Reflexión Final

Sin duda hay un cambio en las intenciones del Gobierno griego y se están dando cuenta que tensar la cuerda con Europa es una estrategia que puede acabar por romper las relaciones con la Eurozona  y además, genera un clima de desconfianza que se traduce en caídas bursátiles, subidas en los intereses de los bonos y la cancelación de depósitos bancarios, lo que pone más “palos en las ruedas” para la recuperación del país. No olvidemos que el mercado es simplemente una máquina para descontar expectativas y es lo que estamos viendo con las últimas subidas, un cambio a las expectativas anteriores sobre un fatal desenface. Con Grecia dentro del euro sólo le queda aceptar las medidas de austeridad y obviamente rechazar magroproyectos de gasto público que avivarían aún más el fuego de la incertidumbre.

No obstante, existe un hecho preocupante desde Syriza,y es que siguen manteniendo un mensaje en el que se estiman grandes bolsas de fraude o de riqueza para recaudar todo lo posible y justificar el nivel de gastos actuales. Obviamente hay que luchar contra el fraude, nadie dice lo contrario, pero se suele caer en la trampa de siempre… estimar elevados ingresos y empezar a gastar de acuerdo a esa expectativa. Ese camino que ha dejado entre ver Varoufakis en su entrevista al Financial Times, suele conducir a políticas de mayores déficits públicos porque recaudas importes muy inferiores a los esperados y por el contrario, el gasto público se te dispara. Es por ello, que deberían trasladar un mensaje de mayor sensatez y realista, un firme compromiso a realizar reformas estructurales que favorezcan un clima de crecimiento sostenido, para poder marcar un nuevo rumbo en la economía de Grecia.

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