Invertir uno mismo es muy arriesgado si uno es neófito en esta materia, es por ello por lo que decidimos adquirir un fondo de inversión para obtener una rentabilidad sobre nuestros ahorros. Por lo general, los gestores son personas muy preparadas y responsables ya que sus decisiones de inversión repercuten tanto sobre el patrimonio del fondo como sobre la confianza de los participes. Pero hay casos excepcionales, tremendamente excepcionales, en los que en gestor actúa de manera irresponsable y lo pierde todo o casi todo. La historia de Owen Li, fundador del Hedge Fund Canarsie Capital, es el relato de un hombre cuyo fondo ha perdido el 99.8% del patrimonio de su fondo en tan sólo nueve meses.
Owen Li de 28 años es un exoperador de Galleon Group de Raj Rajaratnam, que se derrumbó e medio de acusaciones de información privilegiada. Rajaratnam a día de hoy está en prisión por actividad ilegal pero a Li nunca le salpicó el escándalo porque no fue acusado de mala conducta.
En el mes de enero de 2013 Owen Li creó el Hedge Fund Canarsie Capital, llamado sí por el barrio de Nueva York donde se originó. El primer año todo son fantásticas noticias y el fondo consiguió una rentabilidad del 50%, gracias al elevado apalancamiento y grandes inversiones en redes sociales como Facebook y Twitter. En el mes de marzo de 2014, el fondo acumulaba un patrimonio de 100 millones de dólares, sin embargo en la actualidad el fondo cuenta con apenas 200.000 dólares, perdiendo el 99,8% del patrimonio del fondo, debido a que principalmente a en las tres primeras semanas de enero, el fondo perdió casi 60 millones de dólares por operaciones con opciones, que el mismo Owen Li calificó como operaciones agresivas, un autentico sacrilegio para cualquier manual de Money Managment.
Tras el naufragio de las operaciones del Hedge Fund, Owen Li dió la cara y escribió una carta a sus inversores en la que pedía les disculpas, comunicando lo siguiente:
“Mi única esperanza es que entiendan que actué en un intento, equivocado, para generar una mayor rentabilidad para el fondo y sus inversores. Pero aun así, actué muy entusiasmado, causando pérdidas devastadoras para los que no hay excusa”.
“Realicé una serie de operaciones agresivas en las últimas tres semanas para compensar la escasa rentabilidad registrada en el mes de diciembre. Aposté por opciones sobre acciones de renta variable esperando una subida de las bolsas pero las últimas caídas de los índices bursátiles generaron enormes pérdidas”.
“Estoy verdaderamente arrepentido por haber perdido prácticamente todo su dinero”.
Aunque Owen Li es la cara visible del Hedge Fund, no es el único responsable porque a él le siguen Ken Deregt, que se incorporó en el fondo de cobertura en 2013 tras abandonar Morgan Stanley, en el que ocupó la dirección mundial de ventas de renta fija. También es responsable de lo ocurrido su hijo, Eric Deregt, que trabajava en Canarsie Capital. Tanto padre e hijo no en un primer momento no respondieron
Lo último que se sabe es que el Departamento de Justicia de la Securities Exchange Commission (SEC) está investigando cómo Canarsie Capital perdió casi todos sus fondos en apenas tres semanas. En principio no hay nada ilegal debido a que las transferencias de los activos financieros están debidamente documentadas.
Para finalizar, muy raramente un gestor permite drawdowns del 99,8% pero puntualmente aparecen estas rarezas. En este caso Owen Li se dejó llevar por su sesgo emocional, sin planificación alguna, asumiendo cada vez mayores riesgos por exceso de confianza y finalmente lastró su propia conducta en la operativa. No se si es tranquilizador o no, pero en Carnarsie Capital los inversores sólo podían acceder con inversiones superiores al mínimo de 1.000.000 de dólares fijado, por lo que no son pequeños ahorradores quiénes han quedado enganchados por la nefasta gestión de Owen Li.
Sígue a Marc Fortuño; @Marc__Fb
2 comentarios
Bueno, algo parecido hicieron los de Eurobank del Mediterraneo y ya ni nos acordamos.
http://www.elmundo.es/mundodinero/2003/08/25/Noti20030825164818.html
[…] Esta claro que como trader no tengo precio. Aunque siempre hay alguien que puede hacerlo peor. […]