El motor que empuja al emprendedor cada día no es el dinero, si es lo piensas. Lo que le impulsa a seguir adelante y luchar por conseguir su sueño es la pasión que sienten por ello. Aunque la pasión sola no es suficiente, ayuda bastante tenerla. Es muy importante que te desvivas por lo que haces y que seas feliz con ello porque pasarás muchas horas de tu tiempo dedicándole a tu nuevo negocio, ¿te imaginas dedicar horas de tu tiempo libre a algo que no te gusta?
Es necesaria la figura de una persona que esté siempre con un flujo de ideas constantes en la cabeza, que busque de forma persistente productos nuevos, servicios o estrategias. No vale solo con tener una idea, por muy buena que sea, porque no siempre las ideas buenas llevan al éxito. Cuantas más ideas haya, más posibilidades tendremos que esa idea triunfe.
Muy ligado con lo anterior está el desarrollar una ventaja competitiva a los clientes para que estos te compren a ti y no a tu competencia. El emprendedor se mueve en un mercado muy competitivo y cambiante, por eso este es un punto importante en el desarrollo de un proyecto emprendedor.
El emprendedor es consciente que él no tiene la verdad absoluta, que puede cometer errores y aprender de ellos. Y la mejor forma para esto es aprender de los demás: un emprendedor debe saber escuchar y aprender de su entorno porque cualquiera, ya sea un cliente o su competencia, puede tener una idea o un punto de vista diferente y enriquecedor.
La visión empresarial no es más que ver oportunidades donde otros no la ven. Los grandes emprendedores van un paso más allá y apuestan por su idea aunque parezca la más loca de todas ellas. Se arriesgan y asumen ese riesgo porque apuestan por algo diferente, dejándose llevar por sus percepciones y ese olfato empresarial. Además, es necesario tener sentido común y adoptar una mentalidad de cómo funciona el dinero, si tu negocio no produce dinero en algún punto, no vas a tener éxito. No dejes que el dinero te absorba sino que genere ganancias en tus negocios.
Considero que la productividad no solo hay que aplicarla en el emprendimiento, cualquiera debe organizar su jornada laboral de forma que saque el máximo rendimiento posible y exprima su tiempo al máximo. Establecer un horario o un programa de actividades, por ejemplo, pueden ayudarnos a ser más productivos y tener éxito en nuestro negocio.
Debes estar seguro en cada decisión que tomes, si tú no confías en ti, ¿quién lo hará? Es importante que identifiques tus puntos fuertes y que sepas aplicarlos en tu negocio para lograr tus objetivos.
Un buen jefe es aquel que logra reunir las ideas de sus empleados, los escucha, y trata de llegar a un acuerdo justo. Uno de los objetivos del líder es motivar a su equipo para que haya armonía entre ellos y de esta manera se potencie la productividad y efectividad en el trabajo.
Y tú, ¿con qué habilidades te identificas? ¿Cuáles crees que te faltan? ¿Estás listo para aprender las que te faltan con esfuerzo y trabajo? No olvides que para convertirte en un gran emprendedor hay que aprender de los errores y éxitos de los otros, solo así podrás reinventarte y llegar lejos en tu andadura empresarial.
Descripción del autor: Andrés Gananci es un emprendedor y aventurero apasionado de la vida que fundó su primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigue viajando por el mundo mientras trabaja desde casa.
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Como diria Homer,
¡me aburro!