El EVA(Economic Value Added) o EP (Economic Profit) es una medida de la productividad de todos los factores utilizados por la sociedad para desarrollar sus actividades que introdujo la firma Stern&Stewart. Este indicador utiliza parámetros contables (el beneficio y el valor contable de las acciones y de la deuda), con un parámetro de mercado que es el coste promedio de los recursos utilizados. Actualmente, la evaluación de la gestión de la empresa emplea de forma masiva el EVA porque permite calcular la creación de valor derivada de la toma de decisiones y la estrategia tanto a nivel global como por departamentos o divisiones de la empresa, para ello sólo es necesario conocer los recursos invertidos o utilizados en cada área de la empresa y su coste.
Entre los costes que se hacen referencia no sólo queda reflejado el coste de la deuda sino que también se incluye la rentabilidad mínima que esperan los accionistas de la empresa por el hecho de mantener sus acciones. Esta rentabilidad mínima exigida por el accionista será la suma de el tipo de interés sin riesgo, que normalmente será el bono a diez años, más la prima de riesgo que refleja el mercado.
El cálculo del EVA se realiza de la siguiente manera:
EVA = NOPAT – (D+EBV) WACC
El factor NOPAT (Net Operating Profit After Taxes) corresponde al Beneficio de la empresa sin deuda, D es la Deuda de la empresa, EBV supone el valor contable de las acciones y por último, el WACC es el coste ponderado de los recursos (deuda y acciones).
¿Cuál es la finalidad del EVA?
El EVA substituye a modelos tradicionales que se utilizan en el análisis fundamental como pueden ser la evolución del EBITDA, el ROA, el ROI y demás porque con este modelo se compara el coste financiero asociado de los activos que generan los rendimientos (el coste financiero de la deuda y de los accionistas,del cual se olvida la cuenta de pérdidas y ganancias y el riesgo) y, además, puede ser utilizado para valorar la contribución positiva o negativa de una unidad de negocio en particular, mientras que otros indicadores no utilizan esa comparativa. Partiendo de este concepto, la empresa sólo creará valor para el accionista si la rentabilidad es superior al coste del capital.
El EVA contestará a la pregunta: ¿Si hago una inversión, va a generar beneficios que sean superiores al riesgo, y verdaderamente aporte valor añadido a la empresa? Partiendo de este punto si el resultado del EVA es positivo, significará que la empresa está obteniendo mayor rentabilidad de sus inversiones que su coste de capital y consecuentemente está creando valor para el accionista. Por otro lado, si el EVA refleja un valor negativo, la empresa está obteniendo menor rentabilidad de sus inversiones que su coste de capital y por lo que estaría destruyendo valor para los accionistas.
A pesar de las grandes repercusiones que tiene el EVA, es necesario complementarlo con otros indicadores para conocer la evolución de la sociedad. Un indicador complementario sería la evolución del Cash Flow, para medir detenidamente la totalidad de los flujos de caja que se generan y que en el EVA no quedan contemplados.
Para acabar, en los últimos años el equipo directivo se ha estado centrando demasiado en el incremento de los beneficios, dejando de lado la creación de valor para el accionista. A pesar de ésto, los accionistas son cada vez más exigentes y utilizan más el indicador EVA para evaluar si la gestión que se está llevando a cabo es positiva o negativa.
1 comenta
Marc, buenos días !
Gran aporte, me parece que hizo falta redondear con un ejemplo.
Muchos saludos