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¿Qué pueden hacer los refugiados por nosotros?

jfkEn su juramento como 35 presidente de los  EEUU, John F. Kennedy pronunció una de sus frases más famosas: «No preguntes qué es lo que tu país puede hacer por ti; pregunta qué es lo que tú puedes hacer por tu país». También solicitó a las demás naciones del mundo que lucharan en conjunto contra lo que él llamó el «enemigo común del hombre: la tiranía, la pobreza, las enfermedades y la guerra misma».

Si hoy alguno de los líderes Europeos tuviesen que trabajarse una frase de ese estilo, creo que sería algo como “No preguntes que puedes hacer por los refugiados; pregunta qué pueden hacer los refugiados por ti”. Y  es que quizás, sea ésta la única manera de enfocar todos la crisis de los refugiados.

Así que hoy vamos a intentar responder a esa frase. ¿Qué pueden hacer los refugiados por los Europeos?.

Los del Bundesbank, lo tienen claro, en Septiembre cuando era el tema de “moda” en toda Europa comentaban que la llegada de refugiados a Alemania era una “oportunidad”, ya que el país necesitaba mano de obra adicional para mantener su actual nivel de bienestar.

Y cuanto mejor logremos que aquellos que vienen para quedarse se integren en la sociedad y en el mercado de trabajo, mayores serán las oportunidades. En vista de los cambios demográficos, Alemania necesita mano de obra adicional para poder mantener su nivel de bienestar

Y ayer mismo dijo que la llegada de refugiados a Alemania sirvió de estímulo al PIB.

El Bundesbank apunta que la demanda de los consumidores se vio impulsada adicionalmente por el creciente flujo de refugiados, que llevó a un aumento de los pagos de transferencias, así como del gasto en personal, así como de alojamiento a nivel de los gobiernos locales, regionales y central.

No obstante hay que entender que los efectos en un país necesitado de mano de obra, como es Alemania es muy distinto al de uno con problemas estructurales de empleo como España. Dependiendo del ciclo económico en el que se encuentre el país su impacto es muy distinto ya que puede ir desde el incremento del consumos nacional hasta el incremento del desempleo en los trabajadores locales.

No obstante siempre hay alguien que se puede sacar tajada de ello. Los mismos empresarios históricamente han utilizado a a los inmigrantes para su propio beneficio, enfrentándolos a los trabajadores sindicalizados. Por ejemplo, Henry Ford en la década de los 40 empleaba al 50 por ciento de todas las personas de raza negra en Detroit, que utilizaba regularmente para evitar las huelgas. 

Por tanto, en términos generales y a largo plazo una acogida de refugiados (y la inmigración en general) está demostrado que es positivo para la economía ya que se la podría considerar como un estímulo, pero hay que tener en cuenta que a corto plazo las consecuencias pueden ser muy impredecibles para la economía doméstica, especialmente para el empleo local. Tenemos la obligación moral de aceptarlos pero también debemos de considerar que para cada país Europeo tendrá una consecuencia distinta. No obstante, quizás el único enfoque para solucionar esta crisis sea desde el punto de vista con el que empezamos. Qué pueden hacer los refugiados por nosotros. Así es como funciona esto.

Carlos Lopez

Redactor de Euribor.com.es. Escribiendo desde el 2006 sobre el Euribor, economía, finanzas, bolsa, hipotecas y ahorro

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  • Tras las atrocidades acaecidas en París, las redes sociales, que marcan el paso de nuestras reprimidas vidas semivirtuales, empezaron a bullir ofreciendo muestras de solidaridad a golpe de click y ‘hashtag’. La más popular de todas fue, sin duda, una sencilla aplicación de Facebook que permite teñir la foto de perfil con los colores de la bandera francesa. En pocas horas, la tricolor bañaba todos los retratos, como si se conmemorara la toma de la Bastilla, aunque esta vez desafortunadamente no era el caso.

    El in­ven­tito de Mark Zuckerberg no sólo nos ayuda a re­cordar los cum­pleaños; tam­bién nos per­mite ex­presar nuestra con­mo­ción y so­li­da­ridad con pun­tua­li­dad. Una so­li­da­ridad que puede pa­recer au­to­má­tica, me­cá­nica y fría, pero so­li­da­ridad al fin y al cabo.

    Eso sí, se echa en falta algún in­ge­nioso filtro que te per­mita fundir tu re­trato con la en­seña pa­quis­taní cuando los ta­li­banes per­pe­tran una ma­tanza de niños en Peshawar; o con la siria cuando el ISIS ex­ter­mina a todos los ha­bi­tantes de un pue­blo; o con la ni­ge­riana cuando Boko Haram la em­prende a tiros contra los fe­li­greses de una iglesia en Yabo. Tampoco hay es­ló­ganes de ‘Pray for Sudan’ mien­tras la guerra civil en este país llena a re­bosar las fosas co­mu­nes.

    El eu­ro­cen­trismo que lo im­pregna todo –los me­dios, la cul­tura, la edu­ca­ción- tiende a hacer creer que la ci­vi­li­za­ción sólo existe en el Occidente rico y es­ta­ble. Según esta per­cep­ción del mundo, más allá de Europa, Japón y Norteamérica sólo se ex­tiende la bar­ba­rie: en África, Asia, Centroamérica u Oriente Medio la guerra es una forma de vida y los crí­menes contra la hu­ma­nidad no llaman la aten­ción. Por eso, cuando las bombas es­ta­llan en una de las opu­lentas urbes oc­ci­den­ta­les, el ho­rror se con­vierte en algo muy pró­ximo.

    Estos días, los lí­deres po­lí­ticos del primer mundo re­piten sin cesar un idea: ésta no es una guerra contra el Islam, sino contra la sin­ra­zón. De esta idea hay que res­catar una pa­la­bra: gue­rra. Estamos en gue­rra, hasta lo dice el pre­si­dente francés François Hollande. Las ar­ti­llería enemiga está lista y los fu­siles nos apun­tan. A to­dos.

    Porque sí es una ba­ta­lla, aunque no lo se­pa­mos. Y en esta ba­ta­lla, la del te­rro­rismo, nos ha to­cado llevar el es­tan­darte de la hu­ma­ni­dad, opuesto al de la os­cu­ridad y el sal­va­jismo. Pero para honrar esa ban­dera, aunque cueste, de­bemos darnos cuenta de que la san­gre, pró­xima o le­jana, no es ba­rata.

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  • El ministro de Industria, José Manuel Soria, que encabeza la candidatura del Partido Popular por la Provincia de Las Palmas, quiere presentarse con las manos llenas ante sus electores. El Gobierno quiere acompañar a su objetivo de centrar la campaña en los buenos resultados de la economía y el crecimiento del empleo, con otra serie de noticias positivas.

    Una de ellas es un nuevo anuncio de la ba­jada de la luz a partir del pró­ximo mes de enero, que ven­dría a su­marse a la que entró en vigor en el mes de agosto. Soria ya había su­ge­rido con an­te­rio­ridad esta re­baja, pero hasta este martes no había pre­sen­tado tantos de­ta­lles.

    Según las es­ti­ma­ciones ini­ciales la re­baja po­dría im­po­nerla el Gobierno porque el año pa­sado, por pri­mera vez desde el año 2000, el sis­tema eléc­trico arro­jará un su­pe­rávit del orden de 600 mi­llones de eu­ros.

    Como ya se han des­ti­nado entre agosto y di­ciembre de este año unos 250 mi­llo­nes, la can­tidad re­ma­nente que po­dría des­ti­narse al bol­sillo de los con­tri­bu­yentes ron­daría ahora ahora los 350 mi­llo­nes.

    El mi­nistro se ha ador­nado en su en­cuentro con los me­dios ofre­ciendo toda una serie de datos que dan a en­tender que el de­creto hasta po­dría estar re­dac­tado.

    El precio de la luz no es una cues­tión menor pues afecta a no menos de 16 mi­llones de con­tri­bu­yen­tes. Las ci­fras de­fi­ni­tivas que co­rres­ponden al 2014 se co­no­cerán antes de que fi­na­lice el mes, por lo que el Gobierno po­dría tomar la de­ci­sión en el úl­timo Consejo de Ministros que se ce­le­brará el viernes de la se­mana que viene.

    El in­con­ve­niente es que el Gobierno, según la Ley del Sector Eléctrico, no puede des­tinar este di­nero para bajar di­rec­ta­mente el re­cibo de la luz. La Ley es­ta­blece que los su­pe­rávit se des­ti­narán a com­pensar des­ajustes de años an­te­rio­res. Y mien­tras existan deudas pen­dientes de años an­te­rio­res, los peajes de ac­ceso o cargos no po­drán ser re­vi­sados a la baja. O sea que hay que buscar la al­ter­na­tiva en la otra parte de la ta­rifa.

    Pues según el sec­tor, este con­di­cio­nante de la Ley im­po­si­bi­li­taría que el Ejecutivo pu­diera aprobar una re­baja. Pero po­dría in­ter­venir afec­tando par­tidas en la parte re­gu­lada. Dado que el precio de pe­tróleo se man­tiene por de­bajo de las pre­vi­siones y que este afecta a lo que se paga a las em­presas por las cen­trales tér­mi­cas, el Gobierno con­si­dera que lo podrá ha­cer.

    Tanto que in­cluso José Manuel Soria, en un en­cuentro in­formal con los me­dios de co­mu­ni­ca­ción con oca­sión de los re­levos que se han pro­du­cido en du de­par­ta­mento, ha va­lo­rado el ahorro que pueda llegar al bol­sillo de los con­tri­bu­yentes en 350 mi­llones de eu­ros. Unos 20 euros por ho­gar.

    El Gobierno no tiene la menor duda de que lo va a hacer así. Por su­puesto nada que ver con el pro­yecto de Podemos que hemos co­no­cido tam­bién este martes y en el que se plantea una gran no­ve­dad. No habrá na­cio­na­li­za­cio­nes, salvo que se dieran unas con­di­ciones ex­cep­cio­na­les. Que no pa­rece el caso.

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  • Es un relato del ratón y el gato, de policías y ladrones, de fuerzas de seguridad y terroristas: ‘Un yihadista del Estado Islámico sospechoso de contribuir a planear los ataques de París había sido detectado en Siria por los aliados occidentales que trataban de matarlo, pero no fueron capaces de localizarlo en las semanas previas a la ejecución del atentado, según dos funcionaros de seguridad occidentales’. ¿Quién es ese esquivo y escurridizo personaje? Se llama Abdelhamid Abaaoud, a quien se considera el cerebro de la matanza del viernes pasado. Lo buscan en Bruselas, pero está en Siria.

    Desde el pa­sado mes de enero, cuando la po­licía belga abortó un aten­tado or­ga­ni­zado por Abaaoud, las fuerzas que com­baten al ISIS si­guieron su pista, pero se es­capó a Siria en com­pañía de un her­mano me­nor. Luego sus co­mu­ni­ca­ciones fueron in­ter­cep­ta­das, aunque no siempre se pudo dis­tin­guir si el que ha­blaba era Abdelhamid o su her­mano. Le ha­bían puesto una cruz: había que acabar con él. Pero en úl­tima ins­tan­cia, no se pudo efec­tuar la ope­ra­ción. Y en esas llegó el viernes 13 de no­viem­bre. Ya van 132 muer­tos.

    Los de­ta­lles de la caza de Abdelhamid Abaaoud du­rante todo el año los cuenta The Wall Street Journal este martes en pri­mera plana. Es una re­cons­truc­ción de todo lo que el pe­rió­dico ha po­dido re­co­pilar en fuentes de la lucha an­ti­te­rro­rista ‘occidental’, un tér­mino lo su­fi­cien­te­mente am­plio como para abarcar a eu­ro­peos y nor­te­ame­ri­ca­nos, por lo me­nos. El ar­tículo tiene un tí­tulo muy di­recto: ‘Los aliados oc­ci­den­tales ha­bían tra­tado de matar al sos­pe­choso clave de los ata­ques de París’. Es un re­por­taje es­crito en co­la­bo­ra­ción por Benoît Faucon desde Londres, Matthew Dalton en Bruselas y Stacy Meichtry y David Gauthier-Villars en París.

    Abaaoud es uno de los dos pre­suntos te­rro­ristas más bus­cados en re­la­ción con la ma­tanza de París. El otro, Salah Abdeslam, se es­ca­bulló pese a haber al­qui­lado un coche que es­taba apar­cado junto a la dis­co­teca Bataclan, donde se pro­dujo la car­ni­cería más san­grienta. Abdeslam fue in­ter­cep­tado bre­ve­mente en la fron­tera con Bélgica en las horas pos­te­riores al ata­que, pero los po­li­cías lo de­jaron ir.

    Uno de los pá­rrafos más re­le­vantes sobre la ma­nera en que el te­rro­rismo se está adap­tando a las cir­cuns­tan­cias: ‘Abaaoud, que es­capó a Siria en enero cuando la po­licía belga des­ba­rató otro plan te­rro­rista que según las au­to­ri­dades había or­ga­ni­zado él, había es­tado bajo vi­gi­lancia como parte de un es­fuerzo para se­guir y matar a mi­li­tantes del Estado Islñamico que se creía que es­taban in­vo­lu­crados di­rec­ta­mente en la re­cluta de oc­ci­den­tales para el grupo mi­li­tante, según los fun­cio­na­rios’.

    Otro: ‘Los fun­cio­na­rios no te­nían idea del plan en París cuando tra­taron de matar a Abaaoud en al­guna ope­ra­ción aé­rea, ni si su muerte hu­bieran evi­tado los ata­ques en la ca­pital fran­cesa. Los cons­pi­ra­dores pueden haber sido ca­paces de ac­tuar in­de­pen­dien­te­mente unos de otros, o si en au­sencia de Abaaoud, otro mi­li­tante po­dría haber to­mado el man­do’.

    Tercero: ‘Hay pruebas cre­cientes de que los yiha­distas del Estado Islámico fueron ca­paces de pla­ni­ficar los ata­ques desde el ex­tran­jero, con la mo­vi­li­za­ción de un grupo de siete sui­cidas para lle­varlos a cabo, in­clu­yendo un her­mano de Abdeslam, y eso su­giera que el grupo ex­tre­mista ha lo­grado una ca­pa­cidad sin pre­ce­dentes de coor­di­nara una ope­ra­ción a gran es­cala para gol­pear en Europa’.

    Y el cuarto: ‘Después de que los ata­ques pla­neados contra la po­licía belga fueran echados por tie­rra, un grupo com­pacto de belgas fran­co­par­lantes em­pe­zaron a re­clutar mi­li­tantes y pla­ni­ficar desde Siria ata­ques en si­tios pú­bli­cos, in­clu­yendo una sala de con­cier­tos, en Francia, España, Holanda y el Reino Unido’.

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