Entre los indicadores que llamaros “no vinculantes” uno de los más llamativos es el Indicador de la Super Bowl que relaciona al vencedor de la competición con la evolución en el próximo año de Dow Jones. En base al indicador de la Super Bowl, si el equipo vencedor pertenece a la liga National Football Conference (NFC), los inversores deberían esperar una tendencia que la bolsa cierre en positivo ese año. No obstante, cuando un equipo que se alza con el triunfo pertenece a la liga American Football Conference (AFC) deberíamos esperar que la bolsa tuviera un comportamiento bajista.
El Indicador de Super Bowl representa dos instituciones que son verdaderamente pilares de la sociedad americana que ayudan a definir su identidad nacional: el libre mercado y el fútbol. Es tentador creer que los dos están relacionados de alguna manera, dado cuán profundamente arraigada cada uno está en la cultura americana, pero olvidemos que la correlación no siempre implica causalidad.
Lo sorprendente de este indicador es que con dos hechos sin relación alguna como es la Super Bowl y la evolución de la bolsa norteamericana existe una correlación estadística que ha llegado a ser del 80% desde la década de los sesenta… Ya les gustaría a muchas casas de análisis tener un grado de fiabilidad similar es sus predicciones. Es más la única vinculación realista que uno podría hacer es el comportamiento del mercado es la exposición de los anuncios de la difusión darán a las empresas que ocupan el espacio de publicidad codiciado.
Para este año, la edición quincuagésima de la Super Bowl se enfrentaron a los Denver Broncos representantes de la AFC contra los Carolina Panterns de la NFC. Finalmente, los Broncos se alzaron con el Trofeo Vince Lombardi sobre los Carolina por 24 – 10, lo que nos invita a pensar, de manera secuencial, que este año veremos como el Dow Jones cierra en rojo este 2016 ¿Se cumplirá?
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Creo que la perplejidad que nos embarga ante la incapacidad de las fuerzas políticas y sus líderes para otorgarnos un gobierno pide a gritos darles a todos una buena tunda ‘husserliana’, sometiéndolas a la disciplina filosófica conocida como ‘reducción fenomenológica’. He desempolvado algunos recuerdos de la Universidad, porque he observado que la casi totalidad de los que tratan de conseguir las mayorías necesarias para formar gobierno acuden más a los datos agazapados en sus conciencias que a los empíricamente observables.
Así, el Sr. Pedro Sánchez imagina un gobierno presidido por él como la materialización de un ente ideal que es a la vez de ‘izquierda y progresista’. Esa noción se impone a su conciencia, con tanta fuerza de convicción, que se persuade de que a ese gobierno le corresponde de modo inherente el derecho a la existencia. Es como la idea de Dios que tenía San Anselmo: un Ser tan perfecto que necesariamente tenía que gozar de la perfección suprema: la existencia.
El hecho de que por sí solo el partido socialista no puede formar gobierno es, para este modo de pensar, algo intrascendente, porque la izquierda y el progresismo no se agotan en el PSOE, sino que se expanden por el ámbito político y territorial de España, hasta incluir a Podemos e Izquierda Unida y rozar los nacionalismos catalanes, cuyos diputados, con un poco de “compañerismo de viaje”, podrían alzar la mano para votar a favor de Sánchez; o por lo menos salirse discretamente del hemiciclo para ‘sacar a pasear los caballos’ mientras el Congreso vota la investidura del líder socialista, por mayoría no absoluta.
Algo menos que un gobierno de izquierdas y progresista
Otras fuerzas sociales, los sindicatos mayoritarios, no llegan tan lejos como Sánchez (‘gobierno de izquierdas y de progreso’), y se contentan con menos (“un gobierno de centroizquierda”), tal como sus líderes Cándido Méndez (UGT) y J. I. Fernández Toxo (CC.OO), manifestaron al propio Sánchez el pasado miércoles en la ronda de consultas que el líder socialista está realizando para captar apoyos para su investidura. Ese gobierno, según ellos, debe estar formado por el PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Los dos sindicalistas adujeron un hecho contundente, observable bajo los principios de la reducción fenomenológica como dato de la realidad, y no sólo de la conciencia. “Más de quince millones de personas - parece ser que dijeron los dos - han votado por el cambio, (por lo que) los partidos que los representan deberían llegar a un acuerdo”. Obsérvese que no dicen gobierno de izquierda o de progreso, sino a favor ‘del cambio’. Este es un paraguas que ellos creen que puede cobijar, a un tiempo, a C’S, PSOE y Podemos. Pero su fórmula también incluye una fuga de la realidad, porque no reconoce que C’S insiste en que nunca formará gobierno con Podemos, lo cual, en principio, es fácil de entender, dada la propia naturaleza sociológica de las dos formaciones, por si no bastaran las mutuas descalificaciones que se han propinado sus respectivos líderes, Rivera e Iglesias. Así que también los sindicatos, o al menos sus líderes, tienen su modo particular de ofuscarse en el juego de espejos de sus nociones de lo real.
De ese tipo de juego engañoso pretendieron arrancar a Pedro Sánchez, este miércoles, los presidentes de las dos principales patronales, Juan Rosell, de la CEOE, y Antonio Garamendi, de Cepyme, en la entrevista que mantuvieron para que aquél presentase el posible programa de un gobierno ‘de izquierdas y progresista’. Para empezar ambos representantes de las patronales le pidieron concreción en las medidas que se propone tomar; además, debía precisar ‘qué se puede y no se puede hacer’ desde el gobierno (Rosell), así como la necesidad de lograr ‘una España estable’ (Garamendi). Por lo que parece, Sánchez no logró explicarse.
Si Sánchez es todavía inconcreto y vago, imagínense Vds. un Podemos sujeto a la geometría variable de sus numerosos componentes populistas y comunistas, por no hablar de los nacionalistas que le apoyan. Es difícil, si no imposible, precisar todo lo que para Podemos se puede hacer, y lo que de ningún modo se puede ‘dejar de hacer’, como el impago la deuda, romper el techo del déficit público, disponer de una banca estatal, conceder salario y atención médica universales, etc. Y derecho de autodeterminación a ‘tutti quanti’, claro.
Otro reciente aporte al principio de realidad es el análisis que ha hecho el BBVA sobre la coyuntura española, dado a conocer este miércoles. Existe ya una incertidumbre sobre la perspectiva española de crecimiento, dice el informe, y “el actual contexto político puede hacer que… se incremente”. Uno de los principales obstáculo para mantener el crecimiento es la inseguridad sobre la futura política económica. Este aviso se añade a los que ya se han recibido de Bruselas, de los medios financieros internacionales y del diferencial de interés de la deuda española, que ha empezado a crecer.
Todo lo demás es la realidad
Creo que una de las utilidades de la reducción fenomenológica es que ayuda a no hacerse ilusiones, y a atenerse a sólo aquellos datos empíricos que superen esta forma de depuración. Un ejemplo notorio fue la renuncia del presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a recibir el encargo real de pedir su investidura al Congreso, dando una rara muestra de realismo gnoseológico. Rajoy se ha visto criticado por quienes ven detrás de su decisión sólo un espíritu exageradamente cauteloso, o simplemente medroso. Quizás si se analizara su decisión bajo el principio ‘husserliano’ arriba abocetado su decisión se vería simplemente como sagaz o prudente.
Fue, sencillamente, su modo de rendirse ante un dato irreductible, presente a su conciencia intelectual: que ninguna fuerza política estaba dispuesta a dar un paso para ayudarle a formar gobierno. Sobre todo porque esas fuerzas estaban de acuerdo en una sola cosa: darle cada uno su modalidad preferida de tunda política. Por los casos de corrupción de su partido, por las dificultades económicas de los últimos cuatro años, por el paro, por el empobrecimiento de amplios sectores sociales, por su aparente pachorra, etc., etc.
Tengo para mí, sin embargo, que el mejor ejercicio de reducción fenomenológica de la actual crisis de gobierno la dio el propio Rajoy este pasado miércoles. Rehuyendo todo dato subjetivo, toda ilusionante apelación a las fuerzas ‘del progreso’ o de la reacción, el presidente del gobierno en funciones dijo ante los suyos, en el Senado, algo que todos podemos reconocer como verdad absoluta, como hecho evidente, incontrovertible, y con más fuerza de convicción que el argumento de San Anselmo. Exactamente esto: “Ni con noventa diputados, ni con ciento treinta, ni con ciento sesenta y tres se puede gobernar. Y tampoco con los de Ciudadanos y el PP”. Si de todos modos se formara un ejecutivo, añadió, “sería un gobierno débil, sin posibilidad de sacar propuestas adelante”.
De este mínimo, de esta verdad irreductible, es de lo que, por el momento, podemos estar seguros. Lo demás son telarañas de la mente. La versión más útil de la reducción fenomenológica que aplicar a este caso es la trascendental, que consiste en: “Prescindir de la existencia propia del individuo cognoscente, así como de los actos psíquicos”. Todo lo demás es la realidad.
Así es el magnate mexicano Carlos Slim y este es el imperio del nuevo rey del ladrillo español http://www.eldiario.es/economia/Carlos-Slim-nuevo-ladrillo-espanol_0_481202142.html …
Dedicado a Oreidubic http://www.theluxonomist.es/2016/02/10/vinos-cada-vez-mas-asiaticos/javier-santacruz
El 5 de febrero de 2016 pasará a la historia de la banca: el Euribor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, alcanzó tasas negativas, un hecho insólito que no tiene antecedentes. El indicador registró un porcentaje del -0,002, lo que, en teoría, debería reducir la deuda de los hipotecados con las entidades financieras. Sin embargo, la banca no lo ve así y comienza a proteger sus beneficios, ya que considera un contrasentido pagar por prestar. ¿Pagaría Ud. por ello?
Las medidas de estímulo financiero puestas en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) tienen mucho que ver en este sorprendente descenso del Euribor. El plan del organismo presidido por Mario Draghi es reactivar el crédito a las familias para así incentivar el consumo y que los precios suban, alejando así el fantasma de la deflación. Asimismo, la política del BCE también va dirigida a evitar que el exceso de líquido de las entidades se quede estancado en activos exentos de riesgo.
Si el interés del préstamo hipotecario está en negativo, el usuario debe menos dinero al banco. La entidad debería descontar de la cuota mensual la cantidad proporcional a la reducción de la deuda, un hecho que supondría un tremendo varapalo para el sector bancario, ya que cerca del 90% de hipotecas de nuestro país usan el Euribor como tipo de referencia.
No obstante, la banca no está por la labor, y ya ha empezado la lucha para proteger sus intereses.
Contradicción
Los bancos no están dispuestos a pagar intereses a quien les solicitó un préstamo, esté como esté el Euribor. El pasado 8 de febrero, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, declaró que “no está claro” que el sector tenga que pagar por prestar dinero y se mostró favorable a abrir un debate sobre este fenómeno, del que dijo que “no es sano ni deseable” y calificó de “sindiós”.
Roldán recalcó que las consecuencias teóricas del tipo de interés negativo no están recogidas en los contratos de hipotecas, lo que hará necesario llegar a un consenso legal sin finalmente muchos usuarios se ven afectados.
En este sentido, se mostró partidario de la generalización de los tipos fijos para evitar estos desmanes, aunque subrayó que es consciente de que la mayoría de usuarios no aceptarían pagar un 3% o un 5% por su préstamo.
Polémica tenemos y buena. Sobre todo si es Ud. un hipotecado.
Según JP Morgan los tipos de interés negativos podrían llegar al -4,5%. http://www.gurusblog.com/archives/tipos-interes-negativos/10/02/2016/ …
Nueve preguntas y respuestas sobre los CoCos de la banca que atemorizan al inversor http://www.expansion.com/empresas/banca/2016/02/09/56ba4e4546163f48218b4588.html?cid=SMBOSO22801&s_kw=twitter …
Ránking del Global Misery Index (inflación+desempleo) http://dlvr.it/KTGnzP
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Mapa Mundi del gasto militar http://dlvr.it/KSnPVx
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http://www.droblo.es/importancia-de-la-religion-en-algunos-paises/
A las penurias que padecen los venezolanos por la crisis económica se ha sumado una nueva: la suspensión parcial de actividades en los centros comerciales a consecuencia de un racionamiento de la electricidad.
Pasado el mediodía algunos centros comerciales de la capital pidieron a los clientes que se retiren y cerraron los comercios para cumplir con el racionamiento eléctrico de cuatro horas diarias de lunes a viernes que entró en vigencia el miércoles y se prolongará por tres meses.
Decenas de empleados y clientes se agolparon a las puertas de los centros comerciales para esperar por dos horas la ejecución de la primera etapa del racionamiento que se retomará nuevamente a la noche.
"Trataremos de resistir, no queda otra", afirmó visiblemente afectado Tulio Briceño, un director de operaciones de un restaurante de comida rápida de 43 años, tras reconocer que el racionamiento eléctrico dejará a su comercio en una situación incierta debido a que 75% de sus ventas las realiza en el horario en el que ahora deberá estar cerrado.
El gobierno impuso el plan de racionamiento en los centros comerciales para hacer frente a la situación generada por una fuerte sequía, producto del fenómeno del Niño, que ha afectado algunos embalses que alimentan las principales plantas hidroeléctricas del país.
El racionamiento temporal del servicio eléctrico ha sido cuestionado por dirigentes empresariales, comerciantes y empleados que exigen una revisión de la medida ya que temen que la restricción afecte las ventas y agudice la recesión en el sector comercial.
"Esperaremos hasta que abran porque nosotros dependemos de la venta diaria", dijo Yorgenis Tovar, un gerente de un restaurante de comida rápida, mientras aguardaba sentado en una escalera junto con una compañera la reapertura de un centro comercial del este de la ciudad.
Tovar, de 34 años, confesó sentirse muy preocupado por la situación porque teme que el racionamiento pueda desatar despidos masivos. "Dependo de mi salario. No puedo quedar desempleado a estas alturas cuando todo está tan costoso", agregó.
Venezuela padece una compleja crisis caracterizada por una desbordada inflación, crecientes problemas de desabastecimiento y una severa recesión que los analistas estiman que podría agravarse este año por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos externos del país.
"Ahorrar energía es vital en estos momentos", afirmó el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, al reconocer que la represa suroriental del Guri, que alimenta la mayor planta hidroeléctrica del país, está ocho metros por debajo de su nivel.
Al defender la medida Motta Domínguez dijo la víspera en su cuenta de Twitter que los centros comerciales solo tendrán que "autogenerar" su energía entre lunes y viernes y que el resto del día y los fines de semana tendrán servicio eléctrico. El ministro precisó que el plan especial estará vigente sólo por tres meses.
En 2010, en medio de una crisis del servicio eléctrico, el gobierno impuso a los centros comerciales un plan temporal de racionamiento que luego flexibilizó debido a las fuertes críticas.
"Nada de esto me sorprende. Ya todos los días nos pasa algo que empeora la situación que estamos viviendo los venezolanos", afirmó Rosa Velásquez, una educadora de 49 años.
Venezuela enfrenta desde hace seis años problemas en el servicio eléctrico como consecuencia de fuertes sequías, el aumento del consumo y el deterioro de las viejas instalaciones que el gobierno ha intentado compensar con millonarias inversiones y planes de emergencia.
Cipriana Ramos, presidenta de la mayor cámara de comerciantes del país, consideró "muy grave" el racionamiento debido a que no sólo afectará a los comercios sino también a los consultorios médicos, supermercados, bancos, cines, teatros y otras empresas que operan en los conglomerados comerciales.