J.S. – Desde pequeño, mantengo una disciplina férrea en cuanto al tiempo y la organización de cada hora del día. Ciertamente, cada día que pasa es agotador y siempre tienes detrás a mucha gente (sean familiares, amigos o conocidos) que te está advirtiendo constantemente de los peligros de seguir este ritmo de vida, sobre todo sobre la salud. A pesar de esto, me propuse hace años aprovechar todo lo que pudiera los primeros años de carrera profesional y dar todo lo mejor de mí, con una mentalidad muy clara de largo plazo y de ser todo lo útil que pudiera para la sociedad.
Como decimos siempre los economistas, el beneficio siempre tiene que ser superior al coste en cualquier actividad de la vida que se prolonga en el tiempo. Con esta mentalidad, lo más complicado es ser disciplinado tanto con los tiempos como con uno mismo y reconocer siempre los errores. Más que trabajar por no defraudar a nadie (siempre aparecerá alguien sobre el cual no habrás estado a la altura o no habrás hecho bien tu trabajo) es clave trabajar para ser honrado con uno mismo y estar allí donde alguien, aunque no lo conozcas, necesite de tu ayuda. Si olvidamos esta dimensión ética de la vida profesional, mal iremos.
D – Bueno, vayamos al lío. Eres residente en Reino Unido desde que estudiaste allí la carrera universitaria luego el referéndum del Brexit te toca muy de cerca, ¿Cuál es tu opinión sobre el resultado y qué consecuencias, si las hay, puede tener para España si gana el Brexit?
J.S. – El posible “Brexit” es, en el fondo, una reacción de los políticos británicos (también de la sociedad) a décadas de construcción de una Unión Europea burocratizada, intervencionista y con una obsesión tremenda por controlar todo. Aunque, en el fondo, la idea tiene bastante sentido, la forma de plantearlo y los objetivos no son los adecuados y estos podrían provocar un empobrecimiento notable de la sociedad británica. Tenemos que ser realistas: la mayor parte de las exportaciones de Reino Unido van a Europa y la mayor parte de los inversores extranjeros en Reino Unido provienen de la UE. Si a esto sumamos que el mundo tiende a una integración total entre los diferentes bloques económicos, no tiene mucho sentido que territorios pequeños (o aunque fueran grandes en importancia económica) en lo que se refiere a lo económico, emprendan experimentos secesionistas de los que poco o nada se sabe sobre su futuro.
Tanto la idea como la ejecución del referéndum, parten de una cuestión puramente política: Cameron gana las Elecciones el año pasado con un discurso más hostil hacia la Unión Europea para atraer el voto de los indecisos y, sobre todo, de los más anti-europeos de su partido que se planteaban quedarse en su casa (la abstención) o votar a UKIP, una fuerza nacionalista con un tipo como Nigel Farage muy dado a exagerar el discurso político. Aunque en el fondo a Cameron no le interesa la salida de Reino Unido de la Unión Europea porque sabe que se quedaría fuera del ámbito de decisión de los asuntos importantes en Occidente, no le quedaba más remedio que convocar el referéndum e intentar que el resultado sea “mantenerse” dentro de Europa. Están en juego casi 16 millones de turistas que van a España todos los años con un fuerte gasto per cápita y con un poder adquisitivo importante gracias a la fortaleza de la libra esterlina.
En los próximos tiempos, veremos cómo se intensificará la campaña por la permanencia en Europa por parte de las instituciones pero, sobre todo, por parte del sector financiero. Al fin y al cabo, una salida de UK de la UE provocaría una fuga de capitales notable hacia otras partes, probablemente a Frankfurt entre otras plazas financieras. Lo que menos le gusta al dinero son las barreras y, precisamente, lo primero que se crearía con un Reino Unido fuera de Europa serían barreras tanto arancelarias como no arancelarias. Por eso, y por el impacto sobre la economía del día a día (muchas empresas europeas controlan desde los aeropuertos hasta el suministro de electricidad, pasando por los grandes bancos) y por ser un viaje hacia no se sabe dónde, apuesto por un voto mayoritariamente favorable a quedarse dentro de Europa. A esta campaña a favor de quedarse en Europa le falta hacer visible el beneficio que un británico tiene estando dentro de Europa frente al coste que sí es visible (inmigración, leyes,…).
D – También como español, hay otra convocatoria electoral cuyo resultado imagino te preocupará: la del 26J y te pido que ejerzas de “politólogo”: ¿qué podemos esperar tras el 26J si como dicen las encuestas el equilibrio de fuerzas será similar al del 20D, habrá alguna diferencia cara a la formación de un gobierno si UP supera al PSOE?
J.S. – En este caso, el resultado lo tengo menos claro. En este momento, la probabilidad de que haya un gobierno de izquierda en concentración ha bajado después de que entre estas fuerzas no hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo. Teniendo en cuenta el carácter del votante que dibujamos en Economía (un ser cortoplacista, de memoria corta y que rechaza ser responsable de su decisión), el resultado final va a depender de las próximas 3 semanas, de los mensajes que lancen los distintos políticos y, sobre todo, cuánto de populistas o “bien intencionados” puedan mostrarse.
No nos engañemos: el coste de información que tiene un votante es enorme. Por eso, prefiere eslóganes, mensajes cortos y sencillos que no le hagan pensar mucho y sobre todo mucha imagen. Importa poco que un político sea riguroso, veraz o disciplinado o que tenga una carrera profesional notable. Lo que de verdad importa (y al que la gente vota) es que el político sea cuanto más populista mejor, oír de él lo que uno quiere oír y que ese político dé la apariencia de que va a solucionar los problemas del votante. Esto es lo que explica, por ejemplo, que una fuerza populista y con un programa electoral absolutamente inviable en lo económico pueda llegar a ser la segunda fuerza política en España.
D – ¿Cómo afectará todo esto a la economía española, va a ser 2016 un año perdido?
J.S. – Los últimos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, leídos de forma aislada, han provocado la euforia del actual Gobierno en funciones. Sin embargo, no estamos para euforias ni tampoco para “velos” que nos impiden ver la realidad. La gestión que se ha hecho de la incertidumbre política está costando dinero, sobre todo en paralización de proyectos y llegada de inversiones. Particularmente preocupante (y así lo han subrayado nuestros amigos de chat) es el comportamiento del sector exterior y de la tasa de ahorro nacional.
Tenemos que ser conscientes de que los “vientos de cola” que nos han llevado a crecer son sólo eso, vientos de cola. Que el barril de petróleo haya alcanzado mínimos, que el euro cotice barato con respecto al dólar o que la liquidez se nos salga por las orejas por obra y gracia del BCE, no son razones suficientes para sostener un ritmo de crecimiento como el actual. Más bien, lo que nos advierte es de que tenemos que seguir haciendo muchos cambios (muchísimos) en la economía española. Y el primero, sin duda, es crecer en productividad. Esto no se consigue a golpe de ley orgánica ni tampoco con cosas tipo “Deus ex machina” como la educación. Se consigue reformando de arriba a abajo las instituciones tanto formales como informales que tenemos en la economía española. Países con gente muy educada han terminado hundidos. La educación no lo es todo. La calidad de las instituciones, el respeto a la propiedad o el cumplimiento de los contratos, es casi todo.
D – La incertidumbre por el desenlace de la consulta del Bréxit y por la convocatoria electoral española, ¿son motivos suficientes para olvidarse de la bolsa en el corto plazo? Y a medio, tú que analizas empresas y recomiendas inversiones, ¿Puedes darnos alguna pista a los demás?
J.S. – El hartazgo de los inversores por la enorme volatilidad de los mercados (que no riesgo) ha llevado a que tengamos en las Bolsas volúmenes muy bajos y que con menos dinero, los inversores sean capaces de mover más el mercado. Hay un componente clave en todo este proceso. Hemos llegado a un punto en el que no sabemos cuánto vale el dinero, si el mes que viene el Banco Central de turno va a decidir poner el dinero gratis o incluso en negativo o si los Gobiernos van a seguir incrementando la deuda pública a ritmos exponenciales.
Por eso, como no sabemos cuánto valen las cosas (cuánto vale nuestro consumo en el presente y cuánto valdría en el futuro) y vemos que algo que costaba dinero ahora es gratis (el crédito) llegamos a la conclusión de que es señal de que la economía va mal y, por tanto, nos volvemos aún más aversos al riesgo, no pedimos dinero prestado, preferimos consumir en el presente frente al futuro y, por si fuera poco, los bancos tampoco están dispuestos a hacer funcionar el mecanismo del crédito porque necesitan reducir deuda y sanear sus balances.
Con este panorama, los inversores se han vuelto muy cortoplacistas, están siempre pendientes del “dato”, confían demasiado en la relación entre el “dato” y lo que dice el “consenso de mercado” y mueven mercado con muy poca visión de futuro. Por eso, la labor del analista y la del gestor que sí piensa a largo plazo es terriblemente complicada. Detectar valor y justificar las posiciones cuando todo el mundo hace lo contrario, es muy difícil también para mantener la imagen del gestor o del analista. Más aún cuando alguien que está convencido de que un negocio no funciona y ve que se dispara de forma artificial en Bolsa, ¿qué discurso se puede hacer de cara al público? ¿Qué se le puede decir a un cliente que se pone particularmente nervioso cuando ve que algo sube sin parar aunque no esté justificado?
D – Los datos europeos parecen indicar que la Eurozona está teniendo un comportamiento algo mejor al temido hace unos meses, ¿están funcionando las medidas del BCE?
J.S. – Las medidas del BCE están encaminadas a forzar como sea el crédito (eso que los economistas llamamos pomposamente “mecanismo de transmisión de la política monetaria”). Es como si en una cañería que está rota metemos más y más agua. Obviamente, más dinero en el mercado provoca una ilusión momentánea de crecimiento en el corto plazo. Más aún cuando por la parte del consumo público (animado por más financiación y más deuda) también aumenta y, por tanto, contribuye de forma positiva al PIB. Europa tiene todavía que encontrar una forma de salir adelante y aprovechar las múltiples oportunidades que se le presenta en forma de tratados de libre comercio y acuerdos comerciales.
D – ¿Están tan mal los bancos como reflejan sus cotizaciones bursátiles, especialmente en Italia y España?
J.S. – Las cotizaciones bursátiles, en algunos casos, no llegan a reflejar en su totalidad los problemas que tiene la banca europea. Yo diría que todavía están sobrevalorados con respecto a su capacidad real de generación de beneficios. El sector bancario es, sin duda, uno de los sectores más perjudicados por estos años de crisis y la actual política monetaria de los Bancos Centrales. El grave problema de la banca es que tiene que encontrar un modelo de negocio a largo plazo, el cual no tiene hoy. No hay negocios “seguros” ni tampoco generación de márgenes con actividades antaño tan lucrativas como el crédito al ladrillo. Por eso, es normal la desconfianza y la prudencia en torno a los bancos, los cuales tienen que reestructurar de arriba a abajo sus negocios, reducir su exceso de capacidad y redirigir su esfuerzo hacia un modelo de “servicios” que realmente cubran las necesidades del cliente frente al anterior modelo de “producto”.
Si a esto añadimos la presión regulatoria que tendrán en el futuro, la banca terminará siendo una sucursal del BCE, un negocio que no ganará dinero pero que sí podrá sostenerse en el tiempo por ser esbirros privilegiados de los Bancos Centrales. Así de triste puede llegar a ser la situación.
D –Dado que tienes intereses personales en China, supongo que te asombrará leer las cosas que se dicen sobre aquel país por personas que apenas lo conocen, ¿puedes aclararnos si China va a caer y destrozar la economía global como algunos creen o seguirá mejorando aunque sea a un menor ritmo?
J.S. – Sobre China se han vertido millones de barbaridades en los últimos meses tanto en los medios de comunicación nacionales como internacionales. Esto tiene una explicación: China, a pesar de ser la segunda mayor economía del mundo, es un gran desconocido. Y ya se sabe que ante lo desconocido, lo más sencillo y más barato es hablar de oídas y realizar pocos esfuerzos por saber qué es lo que está pasando internamente.
Básicamente, China pasa por una etapa de cambio y transformación radical, la cual tiene consecuencias enormemente positivas y de futuro pero además consecuencias negativas, especialmente sobre aquellas economías y sectores que han dependido más de un crecimiento que parecía que no tenía fin. Y, como todo en la vida, todo tiene un fin. Ha llegado el momento de que China se convierta en una economía de servicios, con unas tasas de crecimiento más moderadas y con un peso sobre la economía mundial creciente. Que China crezca menos, no es una mala noticia para el resto del mundo. Al contrario: la contribución del crecimiento de China a la economía mundial sigue creciendo y lo hará todavía más en los próximos años.
Otra cosa es que estos procesos en economías tan grandes y sin precedentes en la Historia no tengan riesgos o problemas. Claro que los hay. Esto está provocando tensiones entre políticos, funcionarios, burócratas, jefes de empresas y con los propios chinos de a pie. Sin embargo, a pesar de lo que sucede en Occidente, los chinos saben perfectamente que todo los sacrificios que hacen en el presente se van a convertir en ganancias amplias a futuro. Pero lo fácil para los medios occidentales (la mayor parte de ellos sin fuentes directas dentro de China o incluso “capados”) es hablar de “China se hunde” o el “momento Lehman” de China.
D – Y desde un punto de vista del inversor ¿China es el gran riesgo para las bolsas o los hay mayores?
J.S. – El riesgo no es China sino todos aquellos países que dependen de China y que no han diversificado sus estructuras productivas en los últimos años. Para países como Brasil, Turquía, Sudáfrica y la mayor parte de los países emergentes, era muy fácil subirse al carro del ciclo de las materias primas y pasar 25 años de ganancias ininterrumpidas por obra y gracia de la subida de las commodities. Pero, como decíamos antes, nada dura eternamente y menos en países donde ha ido más deprisa el desarrollo de la sociedad civil que el de sus instituciones. De ahí los graves problemas de corrupción, proliferación del terrorismo islámico o desintegración territorial, entre otros.
Dada la alta exposición del mercado español a Latam y la presencia de muchas empresas cotizadas tanto en Europa como en Estados Unidos en los países emergentes, los inversores están siendo prudentes a la hora de tomar posiciones en ellas. También le ocurre a Japón, tercera mayor economía del mundo, pero con unos problemas económicos terribles y un sistema prácticamente destrozado después de 20 años de envejecimiento acelerado de la población, dinero gratis y tipos de interés reales negativos.
D – Una última pregunta. Aunque faltan meses, ¿Crees que hay posibilidades reales de que Trump pueda ganar las presidenciales USA? Y si es así, ¿una vez en el cargo se moderará o será tan radical como en sus declaraciones, crees que puede ser un factor de inestabilidad para la economía global y para los mercados?
J.S. – Yo creo que Trump también tiene una justificación o refleja los cambios que se están produciendo en el electorado americano. Después de ocho años de pérdida de poder y deterioro de la posición de Estados Unidos provocada por Obama, el discurso de Trump alienta a aquellos (que son mayoría) que defienden un poder casi omnímodo de US en todo el mundo y cuestiones tan básicas como la inmigración, los impuestos, la calidad de vida o la educación/sanidad.
Aunque pueda parecer radical y sea el objeto preciado de crítica por parte de casi todo el mundo en Europa, es muy probable que si llega a la Casa Blanca, su discurso se modere y pueda llevar a cabo algunas cuestiones esenciales en este momento para los americanos. Lo que más me asusta de Trump (pero así llevamos casi 100 años) es su defensa de la política monetaria de la FED y su disposición a que el dinero sea gratis.
Te preguntaría sobre muchos más temas (los emergentes, Japón, el TTIP, la deflación…) pero no quiero abusar. Agradecerte tus respuestas y recordar a los lectores que Javier es uno de los 14 fundadores, entre los que me incluyo, de un grupo independiente de estudios económicos que acaba de estrenar web:http://thinknomicsglobal.com/
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha puesto el foco en…
El Euribor es el índice de referencia más utilizado en las hipotecas variables en Europa…
El mercado inmobiliario en España sigue mostrando una tendencia alcista, con el precio medio de…
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Hola ¿Qué tal? Yo bien, gracias por preguntar. Bueno, realmente no preguntáis nunca y hoy…
Ver comentarios
Bolsas chinas imponen límite suspensión de cotización para evitar desbandadas http://dlvr.it/LR4wFX
Primer ministro japonés retrasará subida del IVA hasta 2019 http://dlvr.it/LR4wDl
Financial Times
El Corte Inglés. no ha pagado impuestos en los últimos cuatro años http://www.radiocable.com/ft-problemas-corte-ingles368.html … pic.twitter.com/eCdAlTOE56
3, Anónimo aparte de antigua, es una noticia falsa como un duro de 4 pesetas http://www.finanzas.com/noticias/empresas/20160525/verdad-corte-ingles-paga-3414569.html
Internacional: La economía de EEUU sigue dando señales de mejora
• El sector residencial estadounidense parece estar en un momento álgido, tal y
como muestran los diferentes indicadores del sector. Las ventas de viviendas
nuevas de abril publicadas esta semana registraron la mayor cifra desde enero de
2008 (619.000 vs 531.000 de marzo), lo que supone un crecimiento mensual del
16,6%, el mayor desde 1992. Los precios también muestran un comportamiento
muy positivo, con un crecimiento del 7,8% mensual y de un 9,7% interanual.
• Por su parte, los pedidos de bienes duraderos crecieron un 3,4% en abril, a la vez
que se revisa al alza el crecimiento de marzo hasta el 1,9%, impulsados por el
aumento en los pedidos de aviones (+38,7%). De esta forma, la tasa interanual
repunta hasta el 1,9%, tras la caída del 2,9% registrada el mes anterior.
• En Japón, la tendencia de los precios se mantiene a la baja, con una caída
interanual del 0,3% en abril, confirmando así la vuelta a terreno negativo iniciada
el mes anterior, tras casi tres años de tasas de variación positivas.
Europa: Luz verde al desembolso del nuevo tramo de rescate griego
• Tras las tensas negociaciones de las últimas semanas, el Eurogrupo y el FMI
consiguen llegar a un acuerdo (aunque este último no entrará en el rescate por
ahora) para desembolsar 10.300 millones de euros del próximo tramo del rescate
griego, así como un compromiso para aliviar la deuda del país. A su vez, se da el
visto bueno a las reformas y ajustes aprobados por el Parlamento griego.
• A corto plazo, se aprueba una flexibilización en el calendario de los próximos
vencimientos y a partir de 2018 se pondría en marcha un mecanismo para aliviar la
deuda del país en el caso de que las necesidades de financiación superen el 20%
del PIB.
• A un mes escaso para el referéndum de Reino Unido, las encuestas parecen dar un
mayor peso a la permanencia del país en la UE, tras los informes publicados en las
últimas semanas alertando de las consecuencias negativas de su salida.
España: Se estabiliza el crecimiento en el primer trimestre del año
• Según la Contabilidad Nacional Trimestral, la economía española habría crecido un
0,8% trimestral en el primer trimestre del año, tasa similar a la registrada el
trimestre anterior, tal y como ya se había avanzado, y un 3,4% en tasa interanual,
una décima menos que en el cuarto trimestre de 2015.
• La contribución de la demanda nacional al crecimiento anual fue de 3,8 p.p.,
mientras que la demanda exterior contribuye negativamente, con -0,4 p.p.
• El gasto en consumo final de los hogares (+0,9% trimestral vs el +0,7% anterior)
y de las AAPP (+0,8% vs+ 0,4%) muestran avances respecto al trimestre anterior,
mientras que el resto de componentes del PIB presentan desaceleración o
estancamiento.
• En cuanto al empleo, se observa un crecimiento del 3,2% interanual, dos décimas
más que en el cuarto trimestre de 2015. Por otro lado, los costes laborales
disminuyeron un 0,5% interanual (+0,4% en el trimestre anterior).
Los hogares españoles, entre los que más pagan en Europa por la electricidad http://dlvr.it/LQ6ZDL
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Evolución grandes índices bursátiles desde el 2000, los mínimos de 2009 y en 2016 y descenso desde máximos
http://www.euribor.com.es/foro/economia-bolsa-y-actualidad/40579-evolucion-grandes-indices-bursatiles-2000-minimos-de-2009-y-2016-y-descenso-maximos.html?highlight=minimos+2000+2009
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http://www.droblo.es/muertos-en-accidentes-de-aviacion-comercial-desde-1942/
Un año en las instituciones: postureo, impuestos y fuga de empresas http://www.elespanol.com/economia/20160527/128117190_13.html …
El Corte Inglés no ha pagado nada por el impuesto de sociedades al menos desde 2011
Las deducciones y compensaciones fiscales permiten al grupo apuntarse ingresos a su favor superiores a los 100 millones en cada uno de los dos últimos ejercicios
De los 118 millones de euros de beneficios que declara en 2014, 103 millones proceden de ese ajuste fiscal
Las ganancias del grupo se desploman un 84% y la plantilla se ha recortado en 18.363 trabajadores desde 2007
http://www.infolibre.es/noticias/economia/2015/09/02/el_corte_ingles_pagado_nada_por_impuesto_sociedades_menos_desde_2011_37183_1011.html
El Banco Popular ha decidido adelantarse a los acontecimientos y no esperar a final de año para comunicar el susto a los accionistas. Su riesgo asociado al ladrillo y la importante cantidad de créditos renegociados que tiene en su cartera de negocio le han vuelto a pasar factura. La primera vez fue en 2012 y la segunda llega ahora. El anuncio de una nueva macroampliación de capital se salda, de momento, con la puntilla definitiva a quienes entraron en el capital en la ampliación de 2012 y el pase a la cola de la banca en política de dividendos.
Hay veces en las que un repaso de la historia es la mejor manera de entender el presente. La puesta en marcha del decreto De Guindos en febrero de 2012 que endurecía notablemente la consideración contable de los activos dudosos procedentes del ladrillo acabó por hacer necesaria una macroampliación de capital en el Banco Popular, que declaró aquel año unas pérdidas contables de 2.461 millones después de verse obligado a realizar unas provisiones de 9.600 millones de euros para responder a las nuevas exigencias de solvencia y a su mala nota en los test de estrés que por aquel entonces se realizaron al conjunto de la banca.
En la comunicación que hizo entonces (el 10 de noviembre de 2012) a la CNMV, el banco señalaba que la macroampliación de 2.500 millones de euros tenía como finalidad “reforzar el capital de Banco Popular en el marco del plan de recapitalización presentado tras los resultados de las pruebas de esfuerzo conducidas por la firma Oliver Wyman, según lo previsto en el Memorando de Entendimiento (“MoU”) suscrito por España con fecha 20 de julio de 2012”.
Aquellas provisiones extras habían provocado que el banco entrara en pérdidas y la cifra negativa debía ser restada de los recursos propios del banco, lo que le dejaba en fuera de juego. Por eso tuvo que acudir a una ampliación pera restituir su patrimonio neto. Tres años y medio después le pasa lo mismo. Ahora, según la comunicación oficial que anunciaba la ampliación, este nuevo aumento de capital de 2.500 millones “tiene como objeto fundamental fortalecer el balance de Banco Popular y mejorar tanto sus índices de rentabilidad como sus niveles de solvencia y de calidad de activos”. Esto se concreta, según este anuncio, en el hecho de que “tras el aumento de capital, Banco Popular dispondrá de un mejor margen de maniobra frente a requerimientos regulatorios futuros y frente a la posibilidad de que se materialicen determinadas incertidumbres que puedan afectar de forma significativa a sus estimaciones contables. Para el caso de que se materializasen parcial o totalmente estas incertidumbres, se estima que la necesidad de reforzamiento de los niveles de coberturas durante el ejercicio 2016 podría ascender hasta un importe aproximado de 4.700 millones de euros, que supondría un aumento en 12 puntos porcentuales hasta un 50%, en línea con el promedio del sector”.
La circular
El texto contiene pistas importantes. Primera, que hay incertidumbres. Segunda, que el nivel de cobertura de sus riesgos crediticios está doce puntos por debajo de la media del sector. Pero este anuncio quedaba mucho más explicitado en el folleto que el Popular registraba para explicar con más detalle la ampliación. Ahí se concretan ya hasta cinco incertidumbres: “(1) entrada en vigor de la circular del Banco de España 4/2016 el 1 de octubre de 2016, (2) crecimiento económico mundial más débil de lo anticipado hace unos meses, (3) preocupación por la baja rentabilidad del sector financiero, (4) inestabilidad política derivada de aspectos tanto nacionales como internacionales, (5) incertidumbre sobre la evolución de los procedimientos judiciales y reclamaciones entabladas contra el grupo, en concreto, en relación con las cláusulas suelo”.
Vayamos por partes. El crecimiento mundial tampoco debería ser un problema crucial para el Popular, dado que el 92% de su activo total consolidado y el 92,3% de su margen bruto provienen del negocio en España. La inestabilidad política afecta a todos los bancos por igual y la caída de la rentabilidad también. Los pleitos por las cláusulas suelo podrían costarle al banco, en el peor de los casos, 350 millones de euros, que no justifican por sí solos la macroampliación. Pero lo que sí es diferente en el Popular es que la circular del Banco de España que entrará en vigor en octubre le pilla con una menor cobertura de riesgos y la norma obliga a unos nuevos mínimos de provisiones.
El Popular entró tarde en el mercado de los créditos inmobiliarios pero lo hizo con mucha fuerza. La razón esgrimida entonces fue que mientras el resto crecían dando hipotecas, el banco no podía quedarse atrás. Ahora, varios años después del final de la burbuja, el Popular tiene 37.505 millones en créditos ligados al mercado inmobiliario sobre 99.983 millones de saldo crediticio total. Esto significa que el 37,5% de sus préstamos tienen que ver con el ladrillo. Y eso va a sufrir un importante castigo cuando entre en vigor la circular del Banco de España en octubre.
Créditos refinanciados
Otro problema que plantea esta circular para quienes tengan un menor índice de cobertura es que los créditos refinanciados qua hayan tenido alguna incidencia en el pago de intereses o capital en los últimos doce meses, así como las refinanciaciones que incrementen notablemente la acumulación de capital pendiente de pago mediante plazos de carencia largos pasan a ser considerados de riesgo y en algunos casos deben ser clasificados como dudosos, lo que eleva notablemente los niveles mínimos exigidos de cobertura.
El Banco popular tiene en estos momentos 15.310 millones de euros en créditos renegociados, que suponen un 17,47% del total de los préstamos vivos en su balance. De ellos, son dudosos con la clasificación actual 7.010 millones, lo que significa que sin haber entrado en vigor la nueva circular, el 46% de los créditos refinanciados están clasificados ya como dudosos. Y esas cifras pueden empeorar notablemente en el último trimestre del año. Esa, junto con los nuevos niveles de cobertura mínima de los créditos, es una de las razones principales de este paso adelante del Popular que ha hundido su precio en Bolsa.
Los nuevos de 2012
Como es lógico, todos los accionistas van a sufrir en sus carnes (o mejor, en sus bolsillos) los efectos de esta nueva macroampliación de capital. Pero quizás quienes lo van a notar de manera muy especial son quienes entraron en el capital de banco comprando derechos en la ampliación de diciembre de 2012 pensando que entrando a aquel precio tenían garantizada la rentabilidad. Aquella operación otorgaba la posibilidad de comprar tres acciones del banco a 0,401 euros cada una. Cada derecho costaba 0,46 euros. Cada acción salía, pues, a 0,553 euros. Como en junio de 2013 el banco hizo un contrasplit en el agrupó cinco acciones en una, el precio normalizado sería de 2,771 euros por acción. Cifra muy superior a la cotización actual.
Para ver sus acciones en niveles similares a como los compraron en 2012, estos nuevos accionistas van a tener que esperar una temporada. Primero, porque el mercado tiene que comprobar que las condiciones que el banco dice que va a cumplir se cumplen. Y para eso tiene que entrar en vigor la circular del Banco de España y el Popular la tiene que aplicar en sus cuentas de 2016, lo cual será visible a finales de enero de 2017.
Además, la entidad presidida por Ángel Ron ha suspendido el pago de dividendo hasta ver cómo responden las cuentas de 2017 y empezar a pagar un 40% o más de su beneficio distribuible a partir de 2018. Eso sitúa también al banco a la cola del sector en políticas de retribución al accionista, ya que la mayor parte de sus competidores van a empezar el próximo año a recuperar el pago en efectivo.
Yellen señala "probable" subida de tipos "en los próximos meses" en EE.UU. http://dlvr.it/LQKVKz