1) Ambición de riqueza
El deseo de poseer de tener más y más y ver el campo de la inversión como “El Dorado”, la oportunidad que esperaba para, por fin, ser rico y tener un Ferrari en la puerta de nuestra mansión. Normalmente estas percepciones un tanto fantasiosas son promovidas después tras ver películas estilo Wall Street el la que se hablan millones de dólares como si de “cuatro perras” se tratará, cuando la realidad se aleja de esos millones.
Nuestra ambición de riqueza no es que sea dañina pero cuando nos promueve a aceptar mayores riesgos, para la posibilidad de aumentar nuestros beneficios se convierte en un sentimiento tóxico. O bien, decidimos que lo mejor es apostar todo a un valor o a unos pocos… “¿Diversificar? Así uno no se hace rico” son comentarios muy frecuentes de algunos que buscan el atajo más inmediato para alcanzar la riqueza. No digo que no pueda salir bien y dar un pelotazo, no obstante cuando uno juega a la ruleta rusa de forma constante siempre hay una bala en la recámara que estará esperando su turno.
2) Envidia
La envidia se define como aquel que desea las posesiones ajenas. Es un sentimiento que puede incitar a realizar hechos para imitar los mismos comportamientos del prójimo. No obstante, de nuevo solemos caer en la trampa… ¿y si el vecino se está equivocando? ¿Acaso somos capaces de cuestionar su metodología o sus riesgos? La envidia suele aparecer especialmente en panoramas de burbuja económica, escenarios en el que parece que el mundo se está volviendo rico y nosotros nos estamos perdiendo la fiesta, siendo unos auténticos pardillos.
Al final si alguien se sumerge en este negocio por envidia de lo ajeno, quizá es capaz de copiar la metodología de algún gurú o algún vecino, suponiendo que ese sistema funcione en el largo plazo y no en un momento puntual, pero muy difícilmente podrá replicar su psicología, que le permita aguantar las malas rachas, que las hay.
3) Soberbia y euforia
La soberbia la podemos definir como la sobrevaloración de uno mismo o también como la falta de humildad. Cuando uno acierta y es capaz de arañarle puntos al mercado ya sea porque su gestión del trading es todo un éxito o bien por pura suerte, podemos tender a engrandecernos y sentirnos eufóricos, capaces de dominar el mundo.
Especialmente el negocio de invertir puede llegar a ser muy cruel ya que en los entornos de mayor confianza en uno mismo, Zas! las manos fuertes te machacan vivo sin piedad alguna. Y es que no debemos olvidar, al igual que cuando levantamos la vista hacia el cielo, que somos muy pero que muy pequeños frente al establishment, que tiene el dinero, mejores equipos y información más rigurosa que cualquier otro mortal que se precie.
4) Miedo y pánico
Uno cuando batalla contra el mercado no debe tener miedo pero si un gran respeto por la incertidumbre a la que se somete constantemente. El miedo y el pánico aparecen cuando hemos perdido el control de nosotros mismos, estamos perdiendo hasta la camisa, los números rojos aparecen en la pantalla de forma creciente y la sangría es cada vez mayor. Es el peor de todos los estados anímicos que un individuo pueda sentir, por lo que es un aspecto que hay que trabajar muy duramente y día tras día si no queremos que nos terminen expulsando con una mano delante y otra detrás.
5) Autoengaño
Cuanto dolor ha propiciado la frase: “la bolsa es alcista al largo plazo” y más cuando tenemos el Nikkei 225, índice bursátil de Japón, que prueba que una bolsa de valores puede perfectamente estar 20 años de tendencia bajista. Y es que muchos, suelen pecar de autoengaño y dejan que las pérdidas corran con el placebo de “ya subirá…”. Debemos recordar en primer momento que muchos valores, que tienen evoluciones de pena, suelen salir de los índices en favor de otros valores con mejor salud bursátil por lo que este “lavado de cara” es lo que permite ese “largo plazo”.
Quizá el autoengaño nos permita descansar emocionalmente en el corto plazo, pero al final más tarde o más temprano las consecuencias llegarán y serán mucho más agresivas que en un principio. Es por ello, que debemos ser consciente de nuestro límites y del riesgo de cada una de nuestras posiciones y el único método para evitar culpas en el largo plazo es simplemente gestionar el riesgo en el corto plazo y saber limitar las pérdidas, ya que en todo momento debemos tener en mente la siguiente pregunta: ¿Cuánto estamos dispuestos a perder para ganar?
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¿No estamos sobrevalorando las capacidades de la política? http://agendapublica.es/los-limites-de-la-politica/ …
En estos tiempos de tantos cambios juntos y de analistas de medios que opinan de todo, es muy difícil dar con fuentes realmente fiables, aunque también puedan equivocarse ¡ojo!, que conocen el tema del cual opinan.
Anteayer salió en Bloomberg una nota que aseguraba que el petróleo volvería a 10 o 20 dólares el barril por las nuevas tecnologías, etc, etc.
Yo por esto recurro a leer y particularmente en el tema de la energía a ciertos profesionales que conocen el campo desde hace mucho tiempo.
Los invito, si están interesados, en mi opinión, en el tema principal de las políticas económicas mundiales a leer a Art Berman y su opinión.
Con traductor se puede llegar a entender bastante bien la nota y el que sabe ingles no tendrá inconvenientes
http://www.forbes.com/sites/arthurberman/2016/06/27/rig-count-matters-separating-the-signal-from-the-noise-in-oil-market-opinion/#66a7184a4527
Esta abolición de la ley de la causalidad es uno de los temas subterráneos de nuestro tiempo, y volverá a serlo con el Brexit. Si los británicos terminan por no sentir las consecuencias de su portazo, como es muy probable que no las sientan si nos ponemos a negociar de nuevo, si echamos pelillos a la mar, si "vamos a no hacernos daño", etc., como defiende ahora Boris Johnson, estaremos alentando, otra vez más, la política de la irresponsabilidad, de las pataletas infantiles y del tira, tira, que no pasa nada…
Un político responsable tiene ser consecuente con sus actos, naturalmente, pero también con los de los demás. Lo que exige un esfuerzo constante. Los líderes europeos tendrían que ponerse un propio al lado susurrándoles al oído a todas horas: "Recuerda el Brexit; recuerda el Brexit". Porque si el Reino Unido sale de rositas de echar las patas por alto estaremos reforzando las actitudes gamberras e insolidarias. Hay que reconocer que Juncker abroncando a Farage o Merkel recordando el "out is out" están haciendo sus deberes, pero a ver si perseveran.
En parte, por pereza; en parte, por la descentralización y la despersonalización del poder, que extienden la amnesia y la indiferencia; en parte, por la comodidad, todo el mundo olvida pronto. Para el que toma las decisiones siempre es más fácil posar de tolerante y flexible, pero para la comunidad en su conjunto el daño es hondo.
Los psicólogos infantiles explican que la causalidad es uno de los primeros y más deslumbrantes descubrimientos que hacen los niños. Es vital para su supervivencia y desarrollo. Nuestras sociedades parecen estar regresando a pasos agigantados a un mundo pre-casual, mágico, blando, líquido, donde todo surge y desaparece por capricho y generación (y degeneración) espontánea.
ENRIQUE / GARCÍA-MÁIQUEZ
Montoro esperaba un aumento del 5,5% de los ingresos por IRPF y va por -4,1% hasta mayo http://www.eleconomista.es/economia/noticias/7671639/06/16/Hacienda-deja-de-ingresar-155-millones-al-dia-por-rebajar-el-IRPF-e-incumple-con-la-prevision-de-recaudacion.html …
Se calcula que solo 650 islandeses en todo el país no vieron el final del partido en el que eliminaron e Inglaterra.
http://www.20minutos.es/opiniones/jose-moises-martin-carretero-seis-retos-economicos-de-la-nueva-legislatura-2784622/
El interventor del Ayuntamiento de Cádiz reconoce un error de 11,5 millones...: http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/2318658/interventor/ayuntamiento/reconoce/error/millones/su/informe/sobre/la/deuda.html#.V3P7lW_YNrA.twitter …
¿Nos recuperamos de la crisis o volvemos a las andadas? Sólo el tiempo –y el PIB- responderá a esa pregunta, pero el hecho es que la firma de hipotecas, esto es, el modelo que nos llevó a la burbuja y su posterior explosión, vuelve a tomar fuerza. Según datos del INE, el pasado mes de abril se contrataron 23.607 préstamos por vivienda, lo que implica un aumento del 24,6% respecto al mismo mes de 2015.
El importe medio es de 108.354 euros, con un aumento del 5,1% respecto al mismo período del año anterior. Ya son 23 meses, casi dos años, de crecimiento sostenido del negocio hipotecario después de la debacle de la crisis. Esto no deja de ser un signo de recuperación económica, al menos de momento. Pero también trae malos recuerdos de la dolorosa resaca que dejó aquel sistema de crecimiento basado en el endeudamiento masivo que pinchó a finales de la década pasada.
Un Euribor apetitoso
Las cifras vuelven a dar vértigo: En viviendas, el capital prestado alcanza los 2.557,9 millones, lo que supone un aumento anual del 30,9% y alcanza el 53,3% del capital total prestado en el mes de abril.
La clave de este buen momento en la concesión de crédito hipotecario hay que buscarla, en primer lugar, en un Euribor cuya debilidad se ha convertido en raquitismo crónico. Según datos del mercado recogidos por la agencia Efe, este índice de referencia, al que están referenciadas la inmensa mayoría de las hipotecas en España, ahondará en tasas negativas en el mes de junio, ya que previsiblemente cerrará en el entorno del -0,026%. Una auténtica tentación para aquellos que estén pensando en lanzarse a la aventura de pedir un préstamo al banco para adquirir una casa.
¿Recuerdan aquella frase que se convirtió en lugar común durante los años de la burbuja?: “Me he hipotecado porque comprar sale más barato que alquilar”. Y fue cierto, durante algún tiempo. Pues bien, esa circunstancia vuelve a darse. Según la última Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, vivir de alquiler requiere una media del 25,71% del presupuesto, mientras que para una hipoteca media hay que destinar un 21,46%.