Y es que los jubilados, uno de los mayores viveros de votos del PP, no suelen navegar por internet tanto como los jóvenes. Y es que muchos comunistas de toda la vida, estilo Llamazares, prefirieron quedarse en casa antes que votar por Iglesias al que consideran un advenedizo pero claro, no se les ocurrió anunciarlo en ninguna parte. Tampoco a los que votaron a Podemos el 20D pero estaban molestos por no haber facilitado un gobierno de Sánchez y/o haber pactado con comunistas, ni a los que les gustaba Podemos para influir pero les dio miedo que pudiera decidir. Tampoco los cientos de miles de votantes de C´s que, seguramente por miedo a una victoria de UP, se pasaron al PP en busca del voto útil, lo anunciaron en ninguna parte. Es más, creo que incluso en los sondeos a pie de urna, gente que votó al PP prefirió engañar al encuestador. El caso es que no podemos fiarnos de las redes sociales para analizar la voluntad política de la mayoría de los españoles porque a veces nos dejamos llevar por los que más comentan sobre el tema creyendo que éstos son los más numerosos y no es así, uno que grita mucho no es representativo del nivel de ruido de la mayoría. El Bréxit fue otro ejemplo de victoria de una opción que era minoritaria en internet: al final los jóvenes se quedaron en casa y los mayores votaron mayoritariamente por la salida, Londres optó por quedarse pero las zonas rurales, donde la proporción de usuarios de las redes es más baja, se volcaron por la salida. Puede en los EUA esté pasando algo parecido con el enorme “voto oculto” que parece tener Trump entre gente que puede que normalmente ni siquiera vote y que no vive en Nueva York o Los Ángeles ni tuitea ni cuelga fotos en Instagram.
Es evidente que los partidos que en España perdieron votos el 26J deberían pisar más la calle y dejar un poquito las redes, para saber en qué fallaron. Pero no son los únicos, yo mismo me equivoqué mucho sobre el resultado electoral. Y me da que con la economía, muchos caemos también en el error de intentar sacar conclusiones sobre su marcha fiándonos solo de nuestro entorno más cercano o de lo que leemos en internet, ¡cuántos escucharemos estos días que no hay crisis porque las terrazas están llenas por ejemplo! Por eso los datos son tan importantes, por mucho que podamos intuir que por sus características no son del todo fiables, porque nos muestran una tendencia global por encima de nuestra percepción particular. Y hablo de tendencia porque a mí que el PIB total de España esté al mismo nivel que antes de la crisis, algo que se supone ocurrirá pronto, me dice muy poco porque todos sabemos que España está mucho peor que en 2007 pero si el PIB sube trimestre tras trimestre, está claro que marca una tendencia y que ésta es positiva. España no está bien pero está mejorando, y eso es un hecho evidente (y que se hará más si como dice el FMI a partir del próximo trimestre empezamos a empeorar otra vez). Y no hay que politizar esa tendencia: que haya más turistas, que aumente el consumo, que se cree empleo, que se vendan más casas, que crezcan las matriculaciones etc. es bueno gobiernen unos u otros y no significa ni que el mérito sea de este gobierno ni que con otro gobierno no fuera mejor. Por eso me da rabia que haya tanta gente a la que le moleste que salgan buenos datos, que en seguida los ponga en duda sólo por politiqueo. Y hay que saber valorar que un dato puede ser malo (por ejemplo, las actuales bajas cotizaciones sociales) pero es mejor que un dato peor (que no se cotice nada porque no se cree empleo como pasaba hasta no hace mucho). España, como casi toda la Eurozona, está mejor hoy que a mediados de 2012 que es cuando seguramente tocamos fondo y eso debe ser motivo de alegría tanto para un votante del PP como para uno de Podemos porque significa que los españoles estamos mejor.
Por supuesto, es insuficiente y nunca nos deberíamos conformar; además, seguro habrá gente que esté peor ahora que hace 4 años pero cuando se valora una situación en su conjunto, no hay que fijarse en los ejemplos –que todos conocemos- que más se adaptan a nuestros criterios, sino asumir que nuestra percepción está condicionada por nuestro entorno y nuestros prejuicios y que si queremos tener una visión global, debemos hacer caso a los datos. Y por supuesto, no empecinarse en que si éstos no reflejan lo que pensamos, son ellos y no nosotros los equivocados porque una cifra puede ser errónea, una tendencia puede ser puntual en el tiempo pero cuando pasan años y la mayoría de datos apuntan a lo mismo, hay que ser objetivos y aceptar que España está hoy por hoy en una tendencia positiva que ya dura el suficiente tiempo como para creérnosla. Y yo soy el primero que encuentro muchos peros a muchas cifras de nuestra economía (por ejemplo la enorme deuda pública aunque hay que reconocer que en gran parte se compensa por la bajada de la deuda privada y la subida del ahorro) y estoy convencido que con otras políticas estaríamos mejor (como también podríamos estar peor, claro) pero que la realidad económica de mi país mejore me alegra independientemente de que me guste o no el partido político que en este momento pueda estar gobernando. Porque al final, detrás de los datos hay familias que viven peor o que viven mejor. Y aunque como slogan queda muy bien lo de que sólo mejora el 1% y no el 99%, lo cierto es que las familias que viven mejor que en el peor momento de la crisis, son mayoría.
En cuanto a los mercados el lunes se vieron máximos de varias semanas en Europa e históricos en el S&P500 y el Dow Jones (sólo el Nasdaq sigue resistiéndose a marcar nuevos máximos) y aunque el martes parecía que empezaban los lógicos recortes tras tanta subida, el miércoles volvieron las alzas. La situación de momento es clara: a pesar de los problemas geopolíticos y de la banca europea, la fortaleza norteamericana, apoyada de momento por la temporada de presentación de resultados, junto a las medidas de los banco centrales, están manteniendo a Julio en positivo. Veremos si el resto del verano se mantiene así. Y cuidado con el Ibex si al final no se forma gobierno porque el cierre del gasto del Presupuesto de 2016 anunciado por el gobierno -si no hay acuerdo y agobiado por las presiones financieras de la UE- puede ser muy traumático para la economía española y para el funcionamiento de las instituciones públicas, incluidas las autonomías. Y como imagen, un dato manifiestamente mejorable pero que también tiene una evolución positiva:
Links.-
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Pues los pensionistas estarán tremendamente felices con el PP como esta noticia sea cierta:
El Gobierno pretende reducir el importe de las pensiones casi a la mitad
http://www.huffingtonpost.es/pilar-portero-y-ana-canil/el-gobierno-pretende-redu_b_3147056.html
Y eso por no hablar del "saqueo" a la "hucha de las pensiones":
El Gobierno saca otros 1.000 millones de la 'hucha' de las pensiones
http://www.huffingtonpost.es/2016/07/20/hucha-pensiones_n_11085254.html?utm_hp_ref=spain
Y, según esto, cobraré en torno al 56-51% de mi sueldo cuando me toque jubilarme...
http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/7718004/07/16/La-generacion-de-los-90-no-cobrara-de-pension-ni-la-mitad-de-su-ultimo-salario.html
Si es que llego a cobrar algo...
(Lo mismo me muero antes, lo mismo se colapsa el sistema y todos a tomar por c...)
Uxue Barkos será investigada por el cobro irregular de dietas cuando era concejal http://www.elespanol.com/espana/tribunales/20160721/141736790_0.html …
Un tweet –¿Qué parte del no, no ha entendido Rajoy?- se ha convertido en la línea política del PSOE. Su autor, Sánchez Castejón, tal vez no pase a la historia del partido como un gran estratega, pero sin duda será reconocido como un mago del suspense. La vigencia del NO tras las segundas elecciones, bloquea de nuevo la formación de un Gobierno en minoría del partido que ha conseguido más escaños.
Sánchez le recomienda a Rajoy que busque votos en los partidos independentistas que él considera de derechas, PNV y CDC, que suman 13 escaños. El frente de rechazo, PSOE, 85, Podemos, 71, Esquerra, 9 y Bildu 2, suma 167 escaños. PP y Cs, si sumaran a Coalición Canaria, 1, reunirían 170. Con ese reparto solo puede haber Gobierno con los votos a favor de PP y Cs y la abstención de PNV y CDC.
La pregunta es ¿Porqué Sánchez quiere que el PP se vea obligado a hacer concesiones al PNV o CDC, cuando saben que ello, además, bloquea un posible acuerdo entre conservadores y Cs?. ¿Qué quiere decir Sánchez cuando afirma que el PSOE debe liderar la oposición? ¿Oposición a qué Gobierno? ¿Es verdad que no ha renunciado a sus aspiraciones a formar Gobierno ya que, asegura, no pueda haber unas terceras elecciones? ¿Espera una mediación real?
La explicación del factor humano –Sánchez bracea para no ahogarse y perder la secretaría general--, parece insuficiente. Entró a la política desde el banquillo de suplentes del Ayuntamiento de Madrid para ser concejal, llegó a diputado al correr el turno por la salida de un compañero del Congreso.
Sin historia relevante dentro del partido y una borrosa trayectoria profesional, como el barón de Münchhausen ha sido hasta ahora capaz de salir de sus derrotas electorales tirando de su propio pelo. Su momento de gloria fue alcanzar la secretaría general del PSOE en un momento de crisis del partido, que vivía bajo el síndrome del relevo generacional. Alfredo Pérez Rubalcaba, veterano de mil batallas, cedía el paso a un joven apuesto y desconocido tras unas primarias sin rivales de peso. Una apuesta fuerte para un joven ambicioso que se veía catapultado a una posición de poder, que si no se abandona voluntariamente no es fácil de desalojar. Y aquí, dimitir es rendirse.
Antes del Congreso Federal, previsto como pronto en otoño, Sánchez jugará sus cartas, esas que silenciosamente guarda desde el pasado 26 de junio. El riesgo para él es relativo: ser desalojado de la secretaria general, pero para el PSOE es grave. Una pelea por la sucesión con su acusado declive lectoral y su decadencia en la sociedad española puede ser fatal. Sánchez no es la enfermedad del PSOE, es solo un síntoma, grave, pero un síntoma.
La situación de marasmo político que vive la sociedad española ante el bloqueo político que impide la formación de un Gobierno desde más de medio año, es al fin y al cabo el resultado del deterioro de un sistema de partidos que no ha sido capaz de adaptarse a la evolución de la sociedad. El PSOE ha sido, y es todavía, un partido clave para el equilibrio de unas instituciones políticas que son desafiadas por partidos secesionistas y cuestionadas por un movimiento solapadamente anti sistema.
Han pasado más de treinta años desde que en octubre de 1974, trece meses antes de la muerte del general Franco, se refundaba en las proximidades de París el Partido Socialista Obrero Español. Con la legitimidad que le otorgó la Internacional Socialista, pudo mantener las siglas históricas y acudir como una formación con herencia pero sin pasado hacia el futuro democrático de la sociedad española.
Su herencia era la de un partido obrero –la lejana y desdibujada memoria de Pablo Iglesias- avalado ahora, no solo por la socialdemocracia europea, sino por lo que eufemísticamente la prensa conservadora denominaba el mundo libre. Un partido rival de los partidos comunistas que en aquellos años enarbolaban la bandera del eurocomunismo, un intento de alejar su imagen del gulag soviético y de los carros de combate que habían entrado en Praga en 1968.
La dirección de aquel PSOE de Suresnes ayudó a transformar España. Se convirtió en el gran partido de la clase media, sin tentaciones obreristas, que le valió su enfrentamiento con el sindicato hermano UGT:
La sociedad española ha cambiado más rápido que el PSOE que ha visto surgir a su izquierda un movimiento poscomunista que reclama para sí la representación de la izquierda y de la juventud. La demagogia y los excesos verbales de los dirigentes de Podemos y sus confluencias le han permitido al PSOE seguir siendo el partido más votado de la izquierda. Pero sigue sin poder hacer el mismo discurso en Sevilla o Barcelona, atenazado por sus compromisos con el PSC, partido confederado y tributario del nacionalismo catalán.
Es un hecho que existen amplios sectores dentro del PSOE que son conscientes de la gravedad de la situación, no solo de la sociedad española sino también de su propio partido. Pese a que la ley del silencio se impone en las organizaciones cerradas y jerarquizadas solo es cuestión de tiempo que las tensiones aparezcan. La formación del Gobierno, si se consigue, dará la señal de partida. Si no hay acuerdo político, todo es posible
Piénselo dos (o tres) veces http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/251/pienselo-dos-o-tres-veces/#.V4_4R9770fc.twitter …
El FMI pide al G-20 que estimule la economía ante la incertidumbre del Brexit http://dlvr.it/LrpsNr
¿Qué es el Renminbi? http://dlvr.it/LrlQkq
El Tribunal de Cuentas dice que hasta 29.321 perceptores, (con pensiones valoradas en 25 millones de euros) figuran con el mismo DNI en la nómina de diciembre de 2014 y como fallecidos en la base de datos del INE
Los problemas de cruces de datos y de incorporación del DNI en los listados de fallecidos complica las comprobaciones
El órgano fiscalizador pide a los bancos que colaboren en la verificación de los fallecimientos
España - El déficit comercial desciende un 30,9% hasta mayo tras un nuevo récord de exportaciones http://dlvr.it/LrXymT
El fin del dinero está próximo http://dlvr.it/LrLnmf