El índice se compone de los 35 valores cotizados en el Sistema de Interconexión Bursátil (SIBE) de las cuatro Bolsas Españolas, que sean los más líquidos durante el período de control en base a los factores de liquidez determinados por el Comité Asesor Técnico y éstos influirán en la variación del Ibex según el peso en términos de capitalización bursátil y su free float o capital flotante.
Esto hace que Inditex, a pesar de tener una capitalización más elevada que la del Santander (95.000 millones frente a 54.000 millones) tengan un peso similar en el Ibex del 13,2% y del 12,7%, debido a que el free float de Inditex es del 33%, mientras que del Santander alcanza el 99%.
El Ibex 35 realiza una serie de ajustes cuya finalidad es garantizar, en la medida de lo posible y de una forma sencilla, que el mismo refleje el comportamiento de una cartera compuesta por las mismas acciones que componen del selectivo:
Sin embargo tenemos ciertos supuestos que no dan lugar a la materialización del ajuste. Los dividendos ordinarios y otras retribuciones a los accionistas asimilables al pago de dividendos ordinarios no dan lugar a ajuste. Y tampoco, se ajusta por la emisión de instrumentos financieros convertibles o canjeables en la fecha de la emisión.
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Un buen amigo, consultor inmobiliario y experto en vivienda de segunda mano, me contaba contrariado hace unos días que acababa de leer un post de uno de los considerados gurús de las nuevas tecnologías e inversor en start-ups del ramo con el título “No hemos aprendido nada” que consideraba una crítica feroz e injusta a la inversión inmobiliaria. Tras leerlo, corroboro su opinión. Realmente da igual que el autor concreto de ese blog sea Marc Vidal o cualquier otro empresario o analista social, porque lo cierto es que mucha gente piensa de la misma manera. Enseguida que el sector empieza a recuperar el tono, la plaza pública se llena de voces que, irreflexivamente, hablan de burbuja y especulación, demonizando a los que trabajamos e invertimos en esta industria.
Los que denigran sistemáticamente al sector inmobiliario deberían recordar que hemos pasado un periodo de siete años sin producir apenas viviendas mientras las familias que se constituyen y los jóvenes que llegan a la edad de emancipación no se frenan. También tendrían que fijarse en que la brutal caída de precios, junto con una recuperada financiación hipotecaria, está facilitando enormemente la incorporación de nuevas familias a lo que los ingleses llaman “la escalera de la propiedad”. Y también hay que ser honestos para reconocer que la producción de vivienda actual, por mucho que haya subido porcentualmente sobre la del año pasado o la de hace dos años (pasar de 0 a 1 es crecer infinito), está en torno al 10% de lo que fue en los años del boom.
Y sí que hemos aprendido: hemos aprendido a comercializar. Ya no funciona el “todo se vende” pre-crisis. Ahora se han disparado los estudios de mercado de demanda y se es muy cuidadoso en las campañas de márketing –que, por cierto, se basan en big data y en digital–. Hemos aprendido a ser respetuosos con el medio ambiente: las metodologías de construcción sujetas a LEED y BREEAM se extienden como una mancha de aceite. Hemos aprendido a construir: muchos de los procesos están en fase de industrialización, que va a servir para acortar plazos sin perder calidad ni eficiencia. Hemos aprendido a comprar suelo: la compra a tocateja está siendo sustituida por la que está sujeta a comercialización y licencia, por la aportación y por la de inversor especializado con altos retornos. Hemos aprendido a financiar: la banca sólo concede financiación a promotores que han precomercializado un alto porcentaje de su producto y tienen permiso de construcción. Hemos aprendido a dar hipotecas: se extiende el tipo fijo y la cuota hipotecaria no supera el tercio de los ingresos familiares.
Y, por encima de todo, hemos aprendido a invertir. E invertir bien, en ladrillo y en la España de hoy, significa estar más atento a la generación de rentas por alquiler que a la revalorización. Hay burbuja, hay especulación insana cuando todos nos lanzamos a por pisos pensando que en unos meses los vamos a poder revender un 20% más caros. Y eso no es lo que está pasando en nuestro país.
La rentabilidad como guía
La inversión es muy prudente y conservadora, y se guía primariamente por la rentabilidad por alquiler. Curiosamente, en el post que ha servido de inspiración a esta tribuna se toma como ejemplo de una mala inversora quien, en mi opinión, es fantástica: una señora que está comprando pisos para alquilar porque “los números le salen”. Bravo. Y, además, el hecho de que funcione el alquiler destaca algo muy importante: que también hemos aprendido a ser arrendatarios. Sí, aunque parezca increíble, hay cada vez más españoles que prefieren no ser propietarios directos de la casa en la que viven. O sea, que no somos tan ladrilloadictos como se dice.
El sector inmobiliario, por lo demás, no es un sector opuesto o enemigo de la transformación digital, del I+D o de la llamada Nueva Economía, como se pone de manifiesto en los “aprendizajes” citados en los párrafos anteriores. Como dijo Jordi Sevilla en plena crisis, no se puede plantear el futuro económico de España en términos de menos ladrillo y más ordenador, sino que tenemos que caminar hacia una realidad que incluya más ladrillos con ordenador.
Pero sí que es cierto que en esta crisis hemos desaprendido un punto elemental para nuestro sector y para la estabilidad de una democracia liberal. Nos hemos olvidado, y no hemos aprendido nada, del respeto a la propiedad privada, como atestigua el hecho de que los okupas del Patio Maravillas cuenten con el apoyo de políticos electos, y también la expropiación encubierta que el Ayuntamiento de Barcelona pretende sobre un edificio de El Raval so pretexto de que la propiedad no cumple con su “función social”. O como el amigo del periodista Iker Jiménez que relata en la última entrada de su videoblog, un hombre que vive atrapado en un edificio lleno de okupas que le acosan, precisamente cuando él es el único verdadero propietario de uno de los pisos, el único que paga impuestos. Otros tal vez no, pero no cabe duda de que el sector ha hecho sus deberes.
J.L. Ruíz
Socio de Chamberí AM
La protección del clima, asunto zanjado! http://www.desdeelexilio.com/2016/11/15/proteccion-del-clima-asunto-zanjado/ …
Hasta no hace mucho, los expertos auguraban que el inicio de una nueva ronda de fusiones bancarias no se iniciaría hasta que se hubiera creado un nuevo Gobierno. Con Rajoy de nuevo al frente del Ejecutivo, las prisas pasan a un segundo plano y todos esperan a que haya datos al cierre del actual ejercicio antes de dar cualquier paso. Tanto la renovación interna del Popular como la decisión que el FROB adopte sobre Bankia y BMN serán determinantes ante cualquier movimiento.
Casi ningún banco, con la excepción de Bankinter (el único cuyas acciones aumentan desde primeros de año), descarta entrar en algún movimiento corporativo que pueda surgir. Eso sí, las potenciales fusiones o integraciones se divisan con cierta perspectiva y no al más corto plazo, como se suele sugerir desde los supervisores (Banco de España y Banco Central Europeo).
A tan sólo mes y medio para que se cierren las cuentas anuales, la mayoría de los responsables en banca esperan a una foto definitiva de la situación de sus competidores y cuáles de ellos ofrecen mayor atractivo para afrontar algún acercamiento. La presión actual no es igual que en los duros años de la crisis y cualquier operación debe tener un encaje empresarial pleno.
Esos son los argumentos que esgrimen, desde hace meses, los directivos de la banca española, más centrados en mejorar la eficiencia y la rentabilidad con procesos internos que con operaciones corporativas que no siempre suponen un avance significativo en esas variables ahora tan miradas.
Como se ha comprobado en el pasado más reciente, la suma de dos bancos no conduce de manera inmediata a una entidad más fuerte y estable. Incluso, ha ocurrido todo lo contrario en algunas fusiones casi impuestas a la fuerza por la situación de alguno de ellos, tanto en ratios como en resultados.
Tal vez por ello, la prudencia se ha apoderado de los responsables de los bancos españoles, que prefieren esperar a tener un panorama despejado en todos los aspectos. Y no sólo en el político, que hasta el momento se esgrimía como la mayor incógnita para abordar cualquier operación.
Casos pendientes
Durante las recientes presentaciones de los resultados del tercer trimestre (el menos atractivo, en teoría, por su condición de estacionalidad veraniega), dos asuntos se han cruzado ante el futuro a medio plazo del sector financiero español. Por un lado, el futuro conjunto o por separado de las dos entidades nacionalizadas, Bankia y BMN, así como la remodelación interna del Popular.
La mayoría de los directivos de los bancos han protestado ante la posibilidad de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) opte por la integración de BMN en Bankia. La petición generalizada es que se opte por una libertad de mercado sobre el futuro de las dos entidades aún nacionalizadas.
Precisamente, BMN aún no ha dado a conocer sus resultados del tercer trimestre, algo que se espera con cierta ansiedad en algunos círculos para poder evaluar su interés por el grupo que se creó bajo el liderazgo de la Caja Murcia presidida por Carlos Egea. No obstante, cualquier decisión se adoptaría con las cuentas a finales del actual ejercicio, según algunas fuentes consultadas.
Por su parte, el Popular se encuentra en el punto de mira de todo el sector por su proceso de reestructuración interno. Tanto su presidente, Ángel Ron, como el nuevo consejero delegado, Pedro Larena, reiteran de manera constante que la segregación del negocio bancario sano del lastre inmobiliario, junto a la reducción de red y plantilla, garantizan su independencia.
Las dudas sobre un Popular en solitario se reflejan en los mercados, con un ataque continuo de los fondos bajistas contra su cotización. La posición agregada de los cortos se aproxima al 8%. Sus acciones pierden más de un 70% desde primeros de año y se encuentran en mínimos históricos. Su castigo casi duplica al que sufre Liberbank (48%), el único banco cotizado que está fuera del selectivo español.
El absentismo laboral se dispara por encima del nivel anterior a la crisis http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/absentismo-laboral-bajas-aumento-empresas-crisis-5625873 …
Estupor en Ciudadanos: el PP salva la ley Wert y rompe el pacto a la primera http://www.vozpopuli.com/_39f2a57a
El rendimiento de los estudiantes ha mejorado desde la subida del precio de las matrículas, según un estudio
Un banco suizo cobrará un 1% de recargo a sus clientes millonarios
http://cincodias.com/cincodias/2016/11/11/mercados/1478879274_196486.html?i
Deuda pública española: agárrense, que vienen curvas http://cincodias.com/cincodias/2016/11/15/mercados/1479231767_162073.html#?id_externo_nwl=diaria-mna …
Ante la ola de populismo nacionalista http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/11/actualidad/1478878912_729037.html?id_externo_rsoc=TW_CC …