La entidad que ha abierto el melón del problema es la considerada como el banco más antiguo del mundo, el Monte dei Paschi, en una evolución parecida a la de nuestra Bankia. También empezó como caja de ahorros y está a punto de sufrir un rescate público con imposición de pérdidas a los preferentistas. Ya se verá si tenemos también una privatización posterior con un Rato y un Blesa a la italiana.
El conocimiento público del problema tuvo lugar tras los test de estrés a la banca del pasado julio, en los que la entidad italiana obtuvo la peor puntuación de toda la UE, y que desvelaron unas necesidades de capital adicional de 5.000 millones de euros, dándosele de plazo hasta fin de año para buscar inversores. El banco, movió ficha desde entonces, y ha intentado por todos los medios buscar socios para cubrir sus necesidades de capital.
En las últimas semanas se especuló con la participación de algún gran inversor internacional, como el Fondo Soberano de Qatar, que iría a aportar hasta 1.400 millones y que serviría como inversor ancla para poder captar el resto del capital. Sin embargo, los qataríes, con buen criterio, han decidido no invertir nada hasta que se solucione la crisis institucional en el Gobierno italiano y se tenga claro quién va a gobernar el país.
El banco, ante la incertidumbre política, solicitó al BCE una prórroga hasta el 20 de enero para poder cerrar la operación de la ampliación de capital, confiando en que para entonces se habría aclarado el panorama político. Pero el organismo presidido por Draghi se ha plantado en el no, con el argumento de que, si no se ha conseguido hasta ahora, no se va a conseguir con más tiempo, y esperar sólo conllevaría “el riesgo de turbulencias y de un gasto público más alto al final”.
La consecuencia no es otra que abocar al decano de la banca al rescate público, lo que conllevará atenerse a la normativa europea en materia de rescates bancarios y obligar a los accionistas a asumir parte de las pérdidas. El problema es que, al igual que ocurrió con el caso de los preferentistas en España, muchos de los inversores en los bancos italianos son particulares que perderían sus ahorros si se aplican estas quitas. Esta ha sido la razón principal en el retraso a buscar la solución a la crisis financiera en Italia. Es ahora cuando el Gobierno italiano se lamentan de no haber pedido un rescate bancario a la Unión Europea en 2012, como hizo España, cuando las reglas no eran tan estrictas. Es decir, cuando no estaba todavía en vigor la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria, que impone una serie de condiciones, entre ellas las quitas a los accionistas antes de la ayuda estatal.
El caso es que, posiblemente debido a la delicada situación política del país desde hace años, ningún equipo de Gobierno se ha decidido a coger el toro por los cuernos y afrontar el saneamiento de un sistema bancario muy tocado que no acaba de caer pero que no es capaz de ayudar a una economía gripada, muy endeuda y con un crecimiento demasiado bajo. Además, la caída del Gobierno de Renzi añade incertidumbre política en un momento en el que cinco o seis entidades tienen apuros serios.
La banca italiana tiene en torno a 350.000 de créditos morosos y cerca de 180.000 millones de euros en bonos en manos de particulares. El anterior Gobierno de Renzi ha intentado todos los mecanismos posibles para evitar, en el caso de que se produzca una intervención, que los preferentistas italianos sufran pérdidas. Tras la experiencia con cuatro pequeñas entidades del año pasado (Banca Marche, Banca Etruria, Cariferrara y Carichieti), se comprobó que no es nada fácil, al menos de entrada. Hay formas a posteriori, pero este precedente lanzó una señal muy clara: hacer lo mismo con una gigante es un caos económico y un suicidio político.
La hipótesis más probable para solucionar el problema del Monte dei Pasci pasaría por una nacionalización de la entidad al modo de Bankia, pero con la inevitable quita del 8% impesto por la normativa europea. Y resolver el problema de los preferentistas con la solución que ha aportado Bruselas: el Gobierno italiano podría compensar mediante mecanismos de arbitraje, como ha hecho España, a aquellos que demuestren que se les vendió de forma indebida estos productos financieros.
El caso es que la UE quiere una solución ya a la crisis bancaria en Italia para evitar el contagio a otros países con problemas en su sector financiero, como Portugal o incluso de nuevo Grecia. Y quizás sea el momento en Italia, en el que un Gobierno de transición, sin aspiraciones a perdurar, sea el saque las castañas del fuego.
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Tanto quejarse de España y resulta que la reforma financiera española no solo fue adecuada es que se hizo con mucha más antelación
Esta semana Europa ha mandado dos mensajes a la vez importantes y contradictorios. Por una parte, los ministros de economía, reunidos en Bruselas en el marco del Eurogrupo, han optado por la reducción del déficit público y la consolidación fiscal, descartando el plan de estímulos propuesto por la Comisión. Este plan consistía en inyectar 50.000 millones de euros directamente en la economía europea, fundamentalmente mediante programas de inversión productiva y ayuda a la creación de empleo. De esta forma se hubiera puesto punto y final al periodo de austeridad iniciado en 2010.
Por otra parte, desde su sede en Frankfurt, el Banco Central Europeo decidía prorrogar el arsenal de estímulos monetarios (compra de deuda pública y corporativa, junto con la aplicación de tipos de interés negativos). Estas medidas pretenden reducir las primas de riesgo y los costes de financiación para la inversión empresarial y la compra de vivienda. Por ejemplo, desde su puesta en marcha, la política ultra-expansiva del BCE ha reducido el coste de la deuda pública española. Más recientemente, las condiciones de acceso al crédito por parte de las familias y las empresas han mejorado, lo que también se puede atribuir a las medidas del BCE.
Esta mezcla de austeridad presupuestaria y estímulos monetarios no va a facilitar la recuperación de la economía europea. Según la mayoría de los analistas, la zona euro crecerá en torno al 1,4% en 2017, un ritmo algo inferior a este año y a todas luces, insuficiente para reducir las elevadas tasas de paro que padecen la mayoría de los países europeos.
La política ultra-expansiva del BCE, por mucho que abarate el crédito, no basta para activar la inversión empresarial y por ende el crecimiento económico. Prueba de ello es que el volumen de préstamos bancarios se sitúa todavía por debajo de los niveles alcanzados en el inicio de las medidas ultra-expansivas del BCE.
Margallo: "El debate no es si mantener o no el Estado de Bienestar, sino cómo hacerlo" http://www.elespanol.com/economia/20161212/177733175_0.html …
FMI. Informe octubre. Proyección Inflación 2017.
Bolivia 5%
Brasil 5%
Chile 3%
Colombia 3,7%
Paraguay 4,1%
Uruguay 8,8%
Venezuela 2.200%
España
El sector servicios se acelera mientras que la producción industrial afloja el paso. En noviembre, el índice de sentimiento económico empresarial (PMI) del sector servicios avanzó decididamente hasta los 55,1 puntos, recuperando el nivel perdido en los dos últimos meses. La producción industrial, en cambio, avanzó un más tímido 0,5% interanual en octubre (0,6% en septiembre) debido al retroceso de la producción de bienes de equipo y de consumo duradero. La nota positiva la aporta la notable recuperación de la producción de bienes energéticos en el mes, tras las importantes caídas del último año.
Continúa la moderación salarial. En el 3T 2016, según el índice de costes laborales armonizado, los costes salariales aumentaron un 0,2% intertrimestral (0,2% en el 2T 2016). Por el momento, el incremento de los salarios pactados en convenio, del 1,1% interanual en octubre, muestra que la contención salarial sigue en el 4T. Sin embargo, de cara a 2017, el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 8%, según ha anunciado el Gobierno, podría conllevar un mayor incremento de los costes laborales.
El sector inmobiliario mantiene el dinamismo. El precio de la vivienda basado en las compraventas creció un 4,0% interanual en el 3T 2016 (3,9% en el 2T 2016). En términos intertrimestrales, el avance fue del 0,8%, frente al 1,8% en el 2T 2016. Aunque la dinámica de los precios sigue siendo heterogénea entre comunidades autónomas, todas presentan tasas de crecimiento anuales positivas. En particular, destacan las Islas Baleares, Cataluña y la Comunidad de Madrid, con crecimientos superiores al promedio estatal.
La demanda interna, motor de la recuperación de la eurozona en el 3T. La demanda interna contribuyó de manera significativa al crecimiento del PIB de la eurozona en el 3T 2016 (+0,4 p. p.), con mayores avances tanto en el consumo privado como en el público. Por el contrario, la demanda externa restó al crecimiento (–0,1 p. p.). De cara a los próximos trimestres, esperamos que la demanda interna continúe siendo el principal impulsor del crecimiento.
Las nuevas previsiones del BCE indican que la actividad de la eurozona ganará firmeza. En la actualización trimestral del cuadro macroeconómico, el BCE aumentó ligeramente la previsión de crecimiento para 2017 hasta el 1,7% (+0,1 p. p.) y mantuvo una ligera desaceleración a medio plazo (1,6% en 2018 y 2019). En lo que respecta a la inflación, el BCE revisó ligeramente al alza la previsión para 2017 hasta el 1,3% (+0,1 p. p.) debido a un mayor precio del petróleo. Sin embargo, espera una recuperación más gradual de las presiones inflacionistas de fondo: 1,5% en 2018 y 1,7% en 2019, registros que no considera suficientemente cercanos al objetivo (ligeramente por debajo del 2%). En este contexto, la institución monetaria justificó la extensión del QE por la lenta recuperación de la inflación.
La trama de negocios de Trump hace difícil predecir sus conflictos de interés http://dlvr.it/MsC7VZ
En EE. UU. los indicadores de sentimiento empresarial apuntan a avances considerables de la actividad. En particular, el índice de sentimiento empresarial (ISM) para el sector de servicios escaló hasta los 57,2 puntos en noviembre, el nivel más alto de los últimos 13 meses. Este buen dato se añade al registro que conocíamos del ISM de manufacturas la semana pasada, que se emplazó en los 53,2 puntos, por encima también del límite de los 50 puntos.
Recuperación de la actividad comercial en China. Así, las exportaciones avanzaron un 0,1% interanual, el primer avance desde marzo (aunque en el acumulado de 12 meses todavía se registran caídas, del –6,2%). Por su parte, las importaciones crecieron con fuerza, un 6,7% interanual, el mayor crecimiento desde septiembre de 2014
(–6,4% en el acumulado de 12 meses). En este contexto, la inflación se situó en el 2,3%, 2 décimas por encima del registro de octubre.
Salidas de capitales en las economías emergentes tras la victoria de Donald Trump. En particular, en noviembre, dichas economías anotaron salidas de capital (de cartera) por valor de 24.000 millones de dólares, según estimaciones del IIF. Este dato supone el peor registro desde junio de 2013, justo después del taper tantrum.
Fuertes subidas de las principales bolsas internacionales. En
EE. UU., tanto el S&P500 como el Dow Jones alcanzaron nuevos máximos históricos. Las bolsas emergentes han recuperado gran parte de las pérdidas sufridas tras la elección de Trump y, en la eurozona, se han registrado importantes revalorizaciones en el sector bancario. Por su parte, en los mercados de renta fija de EE. UU. y Alemania, las rentabilidades de los bonos soberanos se han estabilizado tras el fuerte repunte del mes pasado. El clima de mayor apetito por el riesgo obedece, principalmente, a una atenuación de la incertidumbre política en EE. UU. Asimismo, en Europa, fueron bien recibidas las noticias procedentes de Italia donde los planes para sanear las entidades financieras no se paralizarán por el resultado del referéndum. Finalmente, las medidas anunciadas por el BCE el pasado jueves y el acuerdo de 12 países no miembros de la OPEP, incluido Rusia, de adherirse al recorte del cartel (que ha disparado el precio del crudo) prolongan el optimismo.
El BCE extiende su programa de compra de activos (QE) hasta finales de 2017, pero reduce el ritmo de compras. El Consejo de Gobierno de la institución monetaria anunció la ampliación del QE hasta finales de 2017, nueve meses más de lo anunciado inicialmente, ante la lenta recuperación de la inflación y la incertidumbre política en la eurozona. Al mismo tiempo, decidió reduccir el ritmo de compra de activos a partir de abril de 2017, desde los 80.000 millones de euros mensuales actuales hasta los 60.000. Draghi también dejó la puerta abierta a un nuevo reajuste del QE en 2017, si las condiciones financieras lo justificaran. Por su parte, los tipos de interés oficiales quedaron sin cambios.
Jaume Collboni: "Los empresarios dan por descontado el 'procés': nadie se lo cree" http://www.elespanol.com/espana/politica/20161211/177482770_0.html …