La idea defendida en el libro se puede resumir en tres puntos:
La idea parte del hecho de que, durante la mayor parte de la historia de la humanidad, el progreso económico fue increíblemente lento; de hecho, hasta el comienzo de la Revolución Industrial, el nivel de vida se multiplicó por dos, con un crecimiento del 0,00002% cada año.
Entre 1800 y 1870, con la llegada de los telares y la máquina de vapor, volvió a duplicarse, y a partir de ahí fue cuando despegó la economía mundial. La productividad creció a gran velocidad a partir del final del siglo XIX, alcanzó su cima en 1950 y después se frenó. El autor cree que las innovaciones han sido más lentas desde esa época y que los beneficios de las mejoras tecnológicas se han repartido peor. La primera afirmación puede ser discutible, pero la segunda es indudablemente cierta.
¿Los datos? Fáciles, si se mira la serie histórica del crecimiento del PIB de cualquier economía occidental, se verá que, en las últimas 4 décadas, el crecimiento económico se ha dado, pero lejos de las cifras que se alcanzaron unas décadas atrás, y esto, a pesar de la crisis del 29 y de las dos guerras mundiales.
Los inventos que sustentaron este descomunal crecimiento fueron básicamente la electricidad, el saneamiento urbano, los productos químicos y farmacéuticos, el motor de combustión y las comunicaciones modernas. Pero no fue sólo el inventarlos, sino su universalización lo que provocó las altas tasas de crecimiento. Los inventos mencionados se explotaron y perfeccionaron entre 1920 y 1970, y todas las cosas sucedidas desde entonces son meros ecos de aquella gran oleada, según el autor.
La tesis de Gordon es que los métodos convencionales para medir el crecimiento económico omiten algunos de los principales beneficios para el nivel de vida y, por consiguiente, subestiman el progreso. Los criterios normales para medir el crecimiento no tienen en cuenta las mejoras en sanidad ni esperanza de vida, ni tampoco la influencia de la electricidad, el teléfono o el automóvil. La revolución económica provocó que, por primera vez en la historia, las familias fueron liberadas del esfuerzo y el dolor diario del trabajo manual, las labores más pesadas, la oscuridad, el aislamiento y la muerte prematura.
En sólo cien años, la vida cotidiana cambió hasta ser irreconocible. Las labores manuales al aire libre se habían sustituido por el trabajo en espacios interiores climatizados, las tareas domésticas estaban cada vez más en manos de electrodomésticos, la oscuridad se había llenado de luz y el aislamiento había desaparecido gracias a los viajes, al tiempo que las brillantes imágenes de la televisión llevaban el mundo a todos los cuartos de estar. Lo que sucedió entre 1870 y 1970 fue algo único en la historia.
En los años setenta, la subida de los precios del petróleo, el aumento de la desigualdad social y la competencia que comenzaba a darse desde los países emergentes provocaron un descenso de la productividad de la economía occidental. Además, en los últimos años hay que añadir los problemas derivados del envejecimiento de la población, que dificultan el mantenimiento del “Estado del Bienestar” y están dando lugar a un aumento del descontento social.
Y es en este punto en el que Gordon habla de los “tecnoptimistas”, refiriéndose como aquellos que creen que actualmente vivimos una época de esplendor gracias a los nuevos inventos digitales, capaces de redefinir nuestra economía y mejorar sustancialmente nuestro modo de vida. Para el autor, esto es absurdo. Sólo hemos de considerar los datos económicos: no hay pruebas de que se esté produciendo tal transformación.
En opinión de Gordon, las innovaciones actuales son mucho más reducidas y contribuyen mucho menos a mejorar el nivel de vida que las de aquel siglo tan especial. Se está dando, de hecho, una disminución paulatina de la productividad, medida como el PIB de un país dividido por el total de horas trabajadas. De hecho, podría verse que la tercera revolución industrial (la digital) está teniendo menor huella económico que la segunda (la de la electricidad y el motor de explosión), lo que podría hacer buena la frase del Nobel Peter Solow: “La era de los ordenadores se ve en todas partes excepto en las estadísticas de productividad”.
Una posible explicación de esta disminución de productividad podría venir del hecho de que realmente producimos más bienes y a menor coste que antes. Esto está provocando un desplazamiento del factor humano en los procesos de producción en favor de la mecanización, lo que aumenta el desempleo y un aumento de empresas de servicios dedicadas al ocio y a la mejora de la calidad de vida.
Así pues, ¿estamos realmente asistiendo a una época en la que realmente la aportación digital no está siendo tan importante como aportaciones tecnológicas de épocas anteriores, o sí que está realmente aportando productividad, pero se disipa en aumentar calidad de vida, algo que difícilmente se puede medir con los indicadores económicos tradicionales?
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Los avances tecnologicos de la revolucion industrial no hubiesen sindo posible sin que antes algunos "escogidos" inventasen las máquinas que permitieron esa explosión en la producción que desenbocaron en las mejoras sociales de que habla el artículo.
Este señor confunde los terminos porque no todo se puede medir con PIB y producción industrial.
La revolución digital actual está democratizando el conocimiento como nunca antes habia sucedido en la historia de la humanidad.
Imaginemos que seremos capaces de hacer con 1000 Einstein o 1000 Nicola tesla o 1000 Isaac Newton en una sóla generación que estan por venir.
Lo que la revolución digital está llevando al salón de cada casa y a todas partes, es más importante que una televisión, un coche o un teléfono. Es el conocimiento de la humanidad integro y accesible desde cualquier parte.
Lo que es lamentable la falta de visión de algunos "gurús".
De hecho es tan importante este avance que desde algunos estamentos ya intentan pararlo o manipularlo a su conveniencia.
Saludos.
El Rey : “Un país que no innova queda, en el mejor de los casos, a merced de los demás”
Draghi insta a no subestimar el euro y carga contra la desregulación financiera que propone Trump http://www.expansion.com/economia/2017/02/06/589888c7ca474153738b456e.html …
Cine español: Recaudación: 109M IVA: 22M Ayudas: 77M Saldo: -55M
Videojuego español: Recaudación: 1083M IVA: 227M Ayudas: 0M Saldo: +227M
Un experto en el mundo árabe explica por qué los árabes están hartos de los palestinos
http://elmed.io/los-arabes-estan-hartos-de-los-palestinos/#.WJh55_2K-0U.twitter …
Grecia ha registrado progreso en la reducción de sus enormes problemas de presupuesto y restauración del crecimiento económico, dijo el lunes el Fondo Monetario Internacional. Pero agregó que las deudas del país siguen siendo "insostenibles" a largo plazo.
El FMI pronosticó que la economía de Grecia tendrá un crecimiento apenas debajo de 1% anual durante mucho tiempo, algo nada impresionante pero una mejoría luego de años de contracción económica. Y Grecia cumplirá el objetivo del FMI al reportar un superávit presupuestal anual primario -que no incluye pagos de intereses- igual a 1,5% del PIB real.
Desde que la crisis financiera dejó a la nación hundida en deudas y sin la capacidad de emitir bonos en los mercados financieros, se ha mantenido a flote gracias a rescates financieros internacionales. Sus acreedores en la zona del euro le han obligado a implementar recortes presupuestales dolorosos que han ocasionado una profunda recesión. La tasa de desempleo es de 23%. La mayoría de los directores del FMI dijeron que Grecia no necesita más austeridad; pero señalaron que el país debería reducir pagos de pensión y hacer que más gente pague impuestos para recaudar dinero para ayudar a los pobres y reducir las tasas de impuestos en general.
La deuda del país se ubica en alrededor de 180% del PIB, indicó el FMI. La mayoría de los directores del organismo dicen que la nación probablemente necesitará alivio de deuda para pagar sus cuentas en el largo plazo.
Grecia está bajo presión para que concluya sus negociaciones del rescate financiero más reciente a tiempo para la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona a realizarse el 20 de febrero. Eso permitiría al país unirse al programa de compra de bonos del Banco Central Europeo, lo que impulsaría la confianza del mercado y facilitaría a Grecia regresar al mercado de bonos este año.
Los jefes hacen cuatro veces más horas extras que los empleados http://www.elindependiente.com/economia/2017/02/05/los-jefes-hacen-cuatro-veces-mas-horas-extras-los-empleados/?utm_source=share_buttons&utm_medium=twitter&utm_campaign=social_share …
España.
El PIB creció un 0,7% intertrimestral (3,0% interanual) en el 4T, el mismo avance intertrimestral que en el trimestre precedente. En el conjunto del año 2016, el crecimiento del PIB se situó en el 3,2%. Los índices de sentimiento empresarial (PMI) del mes de enero se mantuvieron elevados y apuntan a que el ritmo de avance se sostiene en el 1T.
El ritmo de creación de empleo se mantuvo enérgico en enero, en el 3,2% interanual. La caída de la afiliación a la Seguridad Social (–174.880 personas) es habitual en el mes de enero y se debe, en gran medida, al fin de la campaña navideña. El descenso de este año fue algo más suave que el de los tres años anteriores y corrobora la buena marcha del mercado laboral. Así, en términos desestacionalizados, el empleo aumentó en 67.460 personas.
En enero, la inflación repuntó más de lo esperado, hasta el 3,0%, 1,4 p. p. más que en diciembre, por la subida de los precios de la electricidad y el efecto escalón del precio de los carburantes (que continuará en la primera mitad de 2017).
El superávit por cuenta corriente mejoró en noviembre, hasta los 21.907 millones de euros (acumulado de 12 meses), por encima de los 16.198 millones de noviembre de 2015. La mejora se debió, principalmente, a la disminución del déficit de bienes. Asimismo, en diciembre, llegaron 4 millones de turistas internacionales, lo que representó una subida del 13,3% interanual.
El crédito bancario apoya el crecimiento del consumo. En 2016, la nueva concesión de crédito a hogares para el consumo creció un 29% en el acumulado del año. El nuevo crédito hipotecario, por su parte, avanzó un notable 17% en el acumulado del año, acorde con la recuperación del sector inmobiliario. En cuanto al nuevo crédito a sociedades no financieras, la tendencia es muy distinta según el tamaño empresarial: mientras que aumentó para las pymes (2,7% en el acumulado del año), para las grandes empresas retrocedió con fuerza (–33%) debido al acceso a otras fuentes de financiación.
El déficit del conjunto de las Administraciones públicas se redujo en noviembre hasta el 3,3% del PIB (excluyendo las corporaciones locales y ayudas a la banca), 4 décimas por debajo del registro de noviembre de 2015. Todo apunta a que se alcanzará el objetivo de déficit de 2016, del 4,6% del PIB.
http://www.libremercado.com/2017-02-05/panama-se-rebela-si-caemos-los-refugios-fiscales-solo-quedaran-infiernos-fiscales-1276591982/
La eurozona aumentó su ritmo de crecimiento en el 4T 2016 hasta el 0,5% intertrimestral, 0,1 p. p. por encima del avance registrado en el 3T. Con ello, el crecimiento del PIB para el conjunto del año 2016 se situó en el 1,7%. Por países, destacó la mejora en el avance de Francia, hasta el 0,4% intertrimestral (0,2% en el 3T), apoyado por un mayor dinamismo de la demanda interna.
La inflación prosigue su fuerte ritmo ascendente en enero de 2017, y alcanzó el 1,8% (0,7 p. p. por encima del registro del mes anterior). Este incremento se debió, principalmente, al aumento en los precios del componente energético (8,1% interanual) y de los alimentos no procesados (3,3% interanual). De cara a los próximos meses, se prevé que la inflación se mantenga en niveles elevados por el efecto escalón del precio del petróleo.