El pasado viernes, tras finalizar la sesión, el Deutsche Bank anunció sus planes para llevar al cabo una ampliación de capital por un importe de 8.000 millones de euros y la adopción de otras medidas para realinear sus divisiones. Tras el anuncio de efectuar la ampliación de capital, el banco se ha desplomado un 7,89% en la sesión del lunes, situándose en los 17,63 euros por acción.
Entre las principales razones se encuentra la pérdida neta de 1.400 millones de euros en el ejercicio pasado, pero también, continuar con el control de la filial PostBank de cuenta con una cartera de 14 millones de clientes, una decisión que se produce por la dificultad de encontrar comprador.
La entidad alemana ha estado en problemas desde alrededor del año 2012, un momento en el que se iniciaron varios escándalos que impactaron sobre las cuentas del banco. El año 2015 registró una pérdidas récord al sumar un resultado negativo de 6.800 millones de euros. Los costes vinculados a los litigios sumaron 2.400 millones de euros en el año 2016 y 5.218 millones de euros en multas en el año 2015.
La decisión de realizar ampliación de capital no es nueva, pues desde 2010 han efectuado cuatro ampliaciones de capitales (contando con la anunciada) en la que los accionistas han pagado las pérdidas y la mala gestión de la entidad. Con la actual ampliación, el objetivo es elevar el capital suficiente para cumplir con ratios de capital y apalancamiento del 14,1 por ciento y 4,1 por ciento, respectivamente.
En referencia a cómo se estruturará la ampliación de capital, el plan incluye la captación de 8.000 millones de euros mediante 687 millones de nuevas acciones que se efectuará al 20 marzo de este mismo año. Estas nuevas acciones tendrían un precio de descuento situado alrededor de 39% en comparación al cierre del del viernes pasado que se situó ligeramente por encima de los 19 euros por acción.
Por otra parte el Deutsche Bank venderá la participación de su filial de gestión de activos, Deutsche Asset Management, acompañado de una venta de diferentes activos. Con el global de ventas obtenido se calcula que alcanzarían a ingresar unos 2.000 millones de euros.
Sus accionistas son los grandes perjudicados año tras año… El Deutsche Bank ha mostrado una fuerte debilidad en los últimos cinco años pues ha experimentado una caída del 44,54%, mientras que el selectivo alemán, Dax 30, se ha marcado una subida del 80,28%, un coste de oportunidad de 124 puntos porcentuales frente al índice. Si lo comparamos con los máximos alcanzados en 2007, la caída de la acción ha sido de un 82,83%.
Basándonos en los actuales niveles en los que se encuentra su cotización, la capitalización de la entidad es de 24.413 millones de euros, es decir, tres veces menos que el Santander que suma una capitalización de 77.359 millones de euros. En el año 2007, la entidad alemana alcanzó los 61.240 millones de euros de capitalización, por lo que ha perdido un 60,1% de valoración en el mercado a pesar de las múltiples ampliaciones de capital que se han efectuado para mantener a flote la primera entidad alemana.
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Hoy por hoy los bancos más fuertes puede que sean los españoles.