Desde hace algunos años, en la Eurozona existe un miedo a que estemos en un proceso de Japonización de la economía, lo que supone que la política monetaria, ha caído en la trampa de liquidez con los tipos de interés al 0% con un crecimiento debilitado y una bola de deuda que se ha ido incrementando. Las variables económicas clave de la Eurozona cada vez tienden a parecerse más a Japón, en especial si hacemos referencia a dos aspectos: deuda y crecimiento.
Ambas economías están desarrollando una política monetaria muy parecida. Los tipos de interés actuales en el BCE se sitúan en el 0% mientras que en Japón ya alcanzan el -0,10%. Por otra parte, están interviniendo el mercado de deuda, de manera agresiva, lo que ha llevado a un fuerte descenso de la rentabilidad de los bonos. Es más, Japón se ha comprometido a un objetivo de rentabilidad del 0% en el bono japonés a 10 años.
Japón lleva con los tipos de interés bajos alrededor de dos décadas, mientras que para la Eurozona la experiencia es relativamente nueva y una comparativa interesante es la evolución del bono alemán a diez años desde 2004 y la del bono japonés a diez años en el periodo 1987-2004… Prácticamente han replicado el comportamiento. (gráfico de Holger Zschaepitz)
Incluso en los últimos años, hemos visto un comportamiento muy parecido entre ambos bonos e incluso, en 2016 ambos instrumentos de deuda llegaron a cotizar por debajo del 0%, aunque en la actualidad se encuentran cotizando con rentabilidades bajas pero positivas.
Con todo este activismo monetario, Japón es el país con la mayor deuda pública en términos relativos a su PIB, pues ya alcanza una relación del 250%. Por su parte, la Eurozona ha visto como en los últimos años ha disparado sus niveles de deuda pública sobre PIB, por los continuos déficits públicos.
Cabe destacar que la Eurozona incluye varios países que acumulan una elevada relación entre la deuda pública y el PIB. Grecia ha alcanzado una deuda pública Del 179% sobre el PIB, siendo la segunda más alta de todo el mundo. No obstante, El foco de atención lo deberíamos centrar en Italia y Portugal pues manifiestan una deuda pública sobre el PIB del 132% del 130% respectivamente.
El crecimiento económico tanto en Japón ha sido muy bajo en los últimos veinte años sufriendo un grave estancamiento económico. En la actualidad tanto el crecimiento de Japón como el de la Eurozona es muy similar pues los datos interanuales son del 1,60% y del 1,70% respectivamente. Sin embargo, dentro de la Eurozona nos encontramos con que España estaría creciendo a un ritmo del 3%, mientras que dos grandes pilares económicos como son Italia y Francia estarían creciendo a un 0,80%, síntoma de una gran debilidad interna que padece la Eurozona.
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Creo que es poco riguroso decir que la política monetaria es muy parecida, la de Japón es mucho más extrema, allí el banco central compra hasta acciones de bolsa
Pues tampoco parece mala idea parecerse algo a Japón...
Bruselas pide "liderazgo y coraje" para una profunda reforma de la Eurozona http://www.elmundo.es/economia/2017/05/31/592ea4d2268e3e03248b46c3.html …
El Impuesto de Sucesiones y la equidad http://www.libremercado.com/2017-05-31/diego-barcelo-larran-el-impuesto-de-sucesiones-y-la-equidad-82327/ …
Aunque lo dijera con una cerveza en la mano, no se puede minusvalorar las palabras de la canciller Angela Merkel del pasado domingo, cuando se tomaba un descanso después de rozarse varios días con la sulfurosa personalidad de Donald Trump, tanto en el Grupo de los 7, en Taormina, como en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Bruselas.
“Los días en que podíamos confiar completamente en otros, en cierta medida se han acabado”. Su siguiente frase depuró la imprecisión: “Lo único que puedo decir es que nosotros los europeos debemos poner nuestro futuro en nuestras propias manos”.
Los aliados europeos de los Estados Unidos aún no han acabado de interpretar los indicios de si Washington, bajo la presidencia de Trump, se dispone, o no, a apostar por nuevos socios para ejercer su hegemonía mundial, degradando a Europa al rango de socio menor.
En sus primeras semanas de mandato Trump dio a entender que se proponía hacer de su relación con Moscú uno de los ejes de su política internacional y de seguridad, y lo hacía en coincidencia con observaciones sobre la Alianza Atlántica como organización ‘desfasada’. El modo rupturista, semiclandestino con que Trump intentó instrumentar esa política le ha creado problemas con varias estructuras de poder del sistema estadounidense: Congreso, fiscalía general, FBI, gran parte de la prensa y TV, etc.
Un segundo as de Trump se lo está ofreciendo la primera ministra británica, Theresa May, deseosa de reforzar su posición negociadora con la Unión Europea para consumar el Brexit, en busca de una versión remozada de la tradicional ‘relación especial’, a la que, por cierto, el presidente Obama nunca atribuyó gran potencial operativo, pero que había sido pilar de las relaciones Washington-Londres en los años de presidencia de George W. Bush, y presidentes anteriores.
El tercer as se lo proporciona su capacidad de negociar las cesiones que podría hacer si le convencieran de que debería moderar su proteccionismo radical. Trump denuncia a la Unión Europea como una especie de cártel que obstaculiza o impide que los productos norteamericanos entren en Europa inventando según él, artificiosas convenciones como la protección del medio ambiente; todo ello (¡quién lo duda!) con el propósito de frenar la competitividad de la industria estadounidense.
Recientemente ha aparecido en escena un consejero de Trump, Ted Malloch, posible embajador ante la UE. Europa, dijo Malloch, debe renunciar a su proyecto federal, convertirse en una democracia auténtica y dejar de ser gobernada por burócratas. Malloch también evocó, cómo no, los buenos tiempos de la ‘entente’ Roosevelt-Churchill, durante la II guerra mundial. Francia esboza una incipiente política de gran potencia
Las conmociones que el presidente norteamericano va produciendo en la escena internacional modulan el sentido de los primeros pasos que el nuevo presidente francés, Enmanuel Macron empieza a dar. Pasada la gira europea de Trump, Macron recibió en Versalles, el pasado lunes, al presidente Putin. Macron tenía de qué quejarse ante Putin.
Tres temas al menos separan sus intereses respecto de los de Moscú: el futuro del régimen sirio, al que conminó a no volver a emplear armas químicas; los ciberataques rusos contra Occidente en general y Francia en particular en una guerra “híbrida” (intimidación militar y guerra en las redes), y el futuro de una Ucrania cuarteada por la ocupación rusa de Crimea y por el movimiento separatista pro-ruso al este del país.
Única coincidencia: el interés de ambas potencias en frenar la expansión y los crímenes del llamado Estado islámico, tanto en Siria como en Libia, donde se sabe que tanto fuerzas francesas como recursos armados usos intervienen de modo no reconocido.
Macron y la postura alerta de Merkel han creado grandes expectativas; por ejemplo, al servicio de información geopolítica Stratfor, el cual afirma que “Europa vuelve al centro de la política mundial”. Opinión algo prematura... Falta ver la durabilidad de esa visión, pero para confirmarla hay que esperar al resultado de las elecciones parlamentarias de Francia y Alemania, y posiblemente también las de Italia, en este año, y la salida que la actual crisis de confianza en España pueda tener, incluso si no hubiese nuevas elecciones.
http://one.elcorreo.com/dentro-de-diez-anos-sera-posible-pasar-un-fin-de-semana-en-la-luna/
After Brexit: the UK will need to renegotiate at least 759 treaties
Donald Trump sacará a Estados Unidos del acuerdo de París sobre el cambio climático http://www.elespanol.com/ciencia/ecologia/20170531/220228276_0.html …
Intensa tensión en el consejo de administración del Popular en el que ya estaban presentes las nuevas incorporaciones y sobre el que han pesado las distintas alternativas que el grupo tiene ante su situación. El presidente, Emilio Saracho, ha continuado moviendo fichas en el organigrama del banco, pese a que Ignacio Sánchez-Asiaín, su consejero delegado, diera por finalizado los distintos encajes. A todo ello, se suma la posibilidad de intervención desde Europa.
El consejo de administración del Popular se ha tenido que seguir con la misma tensión que un partido de tenis de dos grandes raquetas en un intenso toma y daca. Su presidente, Emilio Saracho, reunía a todos los nuevos consejeros, junto a los que aún se mantienen del pasado, en este encuentro con las ofertas no vinculantes de compra y los planes de venta de algunos activos, como Totalbank o WiZink.
Estos asuntos han ocupado buena parte de la reunión, según fuentes consultadas, pero el sobresalto surgía con la posibilidad de que el Mecanismo Único de Resolución (MUR) pudiera tomar la decisión de un rescate del Popular si al final no se encuentra un comprador definitivo.
Frente a esas informaciones, el propio organismo que preside la alemana Elke König emitía un comunicado en el que precisaba que "el MUR nunca lanza alertas sobre bancos; los planes de resolución y borradores son usuales y nuestra tarea diaria", en contra de lo que se había publicado por algunos medios.
Las mismas fuentes del Popular consultadas se remitían a este comunicado para descartar cualquier aviso por parte del organismo europeo. "Ya había comentarios desde hace tiempo, pero hasta el momento no se nos ha comunicado nada al respecto", apuntaban.
De igual manera, el considerado aplazamiento desde el 10 de junio hasta finales de este mes para recibir ofertas de compra en firme por parte de otros grupos no se considera así en la sede del Popular y se indica que el plazo fijado era que se pudiera negociar durante todo el mes de junio, ya que este tipo de operaciones "requieren su tiempo".
Pese a que no se hayan adoptado aún decisiones sobre operaciones corporativas, el esperado consejo de administración del Popular ha aprobado nuevos cambios en el organigrama directivo, a pesar de que su consejero delegado negase más cambios durante la presentación de los resultados del primer trimestre el pasado 5 de mayo.
Eso sí, Ignacio Sánchez-Asiaín dejaba abierta la puerta "a algunas prejubilaciones que puedan producirse" para realizar nuevos ajustes en la cúpula del Popular.
Tras el pre-acuerdo de la reforma electoral, Italia se prepara para un adelanto electoral en otoño http://internacional.elpais.com/internacional/2017/05/30/actualidad/1496173895_518998.html?id_externo_rsoc=TW_CC …