Da qué pensar el hecho de que esta noticia haya pasado casi inadvertida, como si fuera lo más normal de este mundo. Pero es que realmente lo es, hay que entender el proceso para comprender por qué el anuncio de esta pérdida ya no es una noticia relevante.
Los ciudadanos ya vieron el rescate como un regalo a la banca, y nunca terminaron de entender cómo unas empresas que se gestionaron mal, que se endeudaron por encima (ellas sí) de sus posibilidades, disfrutaron de una segunda oportunidad a costa del erario público.
No entendieron cómo fue que directivos y consejeros de las cajas de ahorro, que habían financiado proyectos de corte más político que económico, fueran apartados de la gestión y premiados con retiros millonarios, mientras la entidad era rescatada. Al mismo tiempo, la crisis, que para todos llegó, se llevó por delante los ahorros, los empleos y las viviendas de un sin número de familias, sin que para ellas existiera ningún plan de rescate más allá del subsidio de desempleo.
Las promesas de Rajoy, diciendo que “sólo era un rescate financiero” nada de una intervención de Bruselas en la economía, que las ayudas serían devueltas por las entidades rescatadas y que no habría coste alguno para el bolsillo del contribuyente, han quedado al fin vacías de contenido.
Para empezar el rescate fue más elevado de las cifras que entonces se ofrecieron y, además, la devolución del mismo nunca fue un escenario que se barajase. La banca se había endeudado y se había embarcado en mucho más de lo que podía digerir y el proceso de rescate fue sólo una manera de repartir el coste del saneamiento entre las propias entidades y el Estado, que somos todos.
La nota informativa del Banco de España (PDF) de septiembre de 2013 cifraba en 61.366 millones de euros la ayuda oficial a la banca entre 2009 y 2013. A esto había que añadir otra serie de ayudas no contabilizadas oficialmente pero reales, llegando hasta los 246.441 millones de euros, según el FMI (PDF) en las mismas fechas, si contamos con la adquisición de los activos tóxicos o los “esquemas de protección de carteras de activos” (EPA), que suponen una protección frente a pérdidas procedentes de activos: es decir, si un banco adquiere activos de otra entidad puede estar blindado frente a posibles pérdidas generadas por dichos activos con garantía pública.
Pero hay más, según el Tribunal de Cuentas del Congreso (PDF), el volumen de dinero público inyectado a las entidades financieras rescatadas —principalmente, cajas de ahorros— asciende a un total de 122.122 millones de euros.
En los cálculos del supervisor se incluyen no sólo las inyecciones de capital, sino también las garantías contra pérdidas (esquemas de protección de activos, EPA) concedidas a varias entidades para poder colocar dichos activos. Una especie de subasta inversa: quien menos garantías pedía, se la quedaba. El importe total por este concepto es de 28.666 millones, a los que se suman otras garantías por 7.711 millones. Asimismo, el Tribunal de Cuentas incluye en su contabilidad “líneas de crédito para liquidez” por importe de otros 16.700 millones.
La diferencia entre lo inyectado y el “coste” (la pérdida) responde a lo que ya ha recuperado y lo que puede recuperar el Estado: principalmente, su participación en Bankia y BMN, valorada en 11.187 millones, y la parte de las garantías que no se utilice (de momento, el saldo vivo es de 17.211). A este importe hay que añadir que el Estado otorgó avales a las entidades de crédito, para que pudieran pedir dinero prestado en el mercado en lo más duro de la crisis, por un importe de 85.965 millones de euros. Ese dinero ha sido ya devuelto por el sector, salvo una única emisión que queda viva por importe de 1.059 millones. Asimismo, Sareb (el banco malo) tiene emitidos 43.476 millones en deuda avalada por el Estado.
De todo este importe de 122.122 millones ya se daban por perdidos al cierre de 2015 60.718 millones de euros, cifra que se aproxima a los 60.613 millones que ha anunciado el Banco de España recientemente.
Es, por tanto, muy normal que no haya habido prácticamente revuelo alguno ante el anuncio de la noticia. La sabiduría popular lo supo desde el primer momento, y lo confirmó desde que comenzaron las declaraciones de De Guindos y de Rajoy asegurando que las ayudas a la banca las pagaría ella misma. Porque estamos acostumbrados a que el silencio de los políticos sea malo, pero sus promesas siempre sean peores.
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¿pero cómo va a pagar "las ayudas a la banca" ella misma si fueron ayudas para entidades que salvo Bankia han desaparecido ya, quién lo va a devolver, la CAM, CCM, Cajasur...?
Increíble que aún no se entienda que las cajas se nacionalizaron, que no eran "la banca", eran bancos públicos y su saneamiento costó lo que costó porque esa banca era pública. Mira como el Popular no ha costado nada para el contribuyente y solo para los afectados, pero con las antiguas cajas eso no se podía hacer porque eran 100% responsabilidad del estado desde el momento que se nacionalizaron (antes hubieran sido responsabilidad de ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, es decir, casi lo mismo).
Además, ya se explicó aquí el viernes que de los 60 mil que se dan por perdidos, 21 mil no son dinero público.
Otra basura de artículo con un baile de cifras sesgado porque por ejemplo habla de los avales pero no del dinero que las entidades pagaron al estado por esos avales.
España recupera este mes el nivel de actividad previo a la crisis http://economia.elpais.com/economia/2017/06/26/actualidad/1498501106_187029.html?id_externo_rsoc=TW_CC …
El BCE ha comprado deuda de Telefónica, Gas Natural, Iberdrola, Repsol y otras once empresas españolas http://bit.ly/2s9sy0M
España: El ritmo de crecimiento del PIB se mantiene elevado en el 2T. Destaca la buena evolución de los indicadores referentes al consumo privado y al sector exterior. Por el lado de la oferta, el buen tono de los indicadores de sentimiento ha ido acompañado de buenas cifras en el sector industrial y en la construcción.
Las exportaciones siguen robustas. En abril, el déficit comercial de bienes fue del 1,9% del PIB (acumulado de 12 meses), inferior al 2,0% del mismo periodo de 2016. Las exportaciones (acumulado de 12 meses) crecieron un 4,4% respecto al mismo periodo de 2016. Las importaciones, por su parte, subieron un 3,9% y las no energéticas, un 4,2%.
El crédito bancario sigue recuperándose y la morosidad, descendiendo. El desglose del crédito del 1T 2017 muestra que el crédito al consumo sigue creciendo a buen ritmo mientras que el crédito al resto de segmentos todavía cae, pero cada vez a un menor ritmo. Por su parte, la tasa de morosidad siguió descendiendo de manera bastante generalizada en todos los segmentos.
Eurozona: La actividad mantiene un tono sólido en el 2T. En junio, el índice de sentimiento empresarial compuesto (PMI) para el conjunto de la eurozona bajó hasta los 55,7 puntos. Un descenso, sin embargo, que queda matizado por el hecho de que, en el promedio del 2T, el PMI se situó en los 56,4 puntos, por encima del registro del trimestre anterior (55,6) y en zona claramente expansiva (por encima de los 50 puntos).
La confianza del consumidor continúa mejorando. En junio, el índice de confianza del consumidor para el conjunto de la eurozona se situó en los –1,3 puntos, el registro más alto desde mayo de 2007. Así, la buena evolución de este indicador sugiere que el consumo privado se mantiene como uno de los pilares de la recuperación de la eurozona.
La nueva crisis del petróleo amenaza los planes de los bancos centrales https://www.elindependiente.com/economia/2017/06/26/la-nueva-crisis-del-petroleo-amenaza-los-planes-de-los-bancos-centrales/ …
El próximo 4 de julio, el gobierno de la Generalidad presentará los detalles de la convocatoria para un referéndum de autodeterminación de Cataluña, que se celebraría el próximo 1 de octubre. Si contra todas las eventualidades el referéndum se celebrase y saliese favorable a la independencia, Puigdemont habría escrito una página gloriosa de la historia de Cataluña, y podría retirarse, como ha prometido, con todos los honores.
Si celebrándose, su resultado fuera el ‘no’ a la secesión, Puigdemont, de todos modos, entraría honrosamente en la historia de la Cataluña que pudo ser.
Sin embargo, si el resultado fuese el ‘sí’ a la independencia y ésa, como es previsible, se viese frustrada por el gobierno de la nación, Puigdemont se hallaría ante el dilema moral de abandonar la causa ante ‘el enemigo’, justo en el momento en que fracasa, o seguir unido activamente a ella, pero esta vez en competencia con otros líderes y fuerzas nacionalistas que aspiran al liderazgo, con la esperanza de revisar o alterar en su favor el orden político y social de Cataluña.
Si venciese el ‘no’ en ese hipotético referéndum, Puigdemont podría verse obligado moralmente a seguir defendiendo los intereses políticos y de clase representados por su partido, bajo la presión de una Esquerra Republicana que se apresuraría a pactar con el estado cuanto le fuera posible, en un intento de heredar el apoyo de las fuerzas económico-sociales moderadas, frente a una CUP que vería en la explotación de la causa nacional la mejor oportunidad de cumplir su programa social por métodos políticamente radicales.
Pero la probabilidad de que, efectivamente, se celebre ese referéndum es muy reducida. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, tiene igualmente comprometida su palabra en que el referéndum no se va a celebrar. El ordenamiento internacional respalda su posición, dado que uno de sus principios fundamentales es el respeto a la integridad territorial de los estados. El presidente Macron rechazó recientemente, en presencia de Rajoy, cualquier idea de que él podría contemplar otra cosa que una “España entera”.
El movimiento independentista catalán cree haberse apuntado un tanto de primer orden mediante la publicación de un reciente editorial de The New York Times llamando a la celebración de un referéndum en Cataluña, acordado entre los dos gobiernos; una propuesta a la que añadía la recomendación oficiosa de que en él venciese el ‘no’ a la secesión.
Es muy improbable que cualquier editorial del NYT pueda mover al gobierno de Donald Trump a presionar al español para que los separatistas catalanes cumplan su sueño de autodeterminación, aunque solo sea por el hecho de que el presidente, que aborrece todo lo que NYT representa, no va a crearle problemas a un gobierno aliado de su país como España, en apoyo de un tipo de causa (el separatismo de una parte de la nación) que en su propia nación es muy impopular y prácticamente imposible de lograr por la vía legal.
Estas restricciones al movimiento pro independencia serán con toda seguridad explotadas por cuantos empujan el llamado ’procés’, sabiendo que su celebración es imposible, y que el recurso alternativo que les queda es la representación de un desafío audaz al estado, inspirado en un fervoroso sentimiento nacional, y que previsiblemente se desarrollará en episodios dramáticos bien ensayados, sobre escenarios fuertemente iluminados y cubiertos por los medios, sobre todo los audiovisuales e internacionales, como una nueva página de la voluntad inquebrantable de un pueblo.
Y entretanto, hacer cuanto daño se pueda al crédito de su adversario, esto es, al estado español. Esto es lo que hizo este pasado domingo el vicepresidente del ‘govern’, Oriol Junqueras, en declaraciones a “La Vanguardia”. Según él, el gobierno español no hace sino “poner dificultades y trabas al bienestar de los catalanes”; “tiene una actitud muy irresponsable”; “nunca han cumplido con los acuerdos”, etc.
Al mismo tiempo, Junqueras parece dudar de la celebración del referéndum: dice que se celebrará si las encuestas muestran mayoritariamente que la gente lo quiere, cosa que cualquiera pensaría que ya estaba comprobada desde hace tiempo.
Pocas desautorizaciones del estado español, sin embargo, son comparables con las de Ferrán Mascarell, representante del gobierno catalán ante el de Madrid, quien para hablar de un libro suyo reciente, profirió ante La Vanguardia descalificaciones como las siguientes: “el estado español es un mal estado, que no cumple bien sus funciones”; “algunos se atreven a afirmar que es uno de los peores estados de Europa”. “Yo creo que el estado español es un estado fallido”. Esa es la razón que explica la revuelta catalana de 2010 (¿). El estado español “es cerrado, excluyente, muy participado por los intereses de una élite”.
Se sostiene porque sirve a unas élites y porque Cataluña le paga los impuestos Su fracaso viene de “su enquistamiento, su anomalía, su incapacidad de inclusión”. No aporta soluciones a los españoles, ni por supuesto a los catalanes.
Estos exabruptos, sin embargo, no deberían tomarse más que como la fase de calentar motores, para correr hacia una meta que, hoy por hoy, parece inalcanzable: la independencia de Cataluña por los métodos diseñados por los nacionalistas del momento.
"Pedí el 25% de clases en español y destrozaron la vida a mis niños" http://www.elespanol.com/espana/20160424/119738178_0.html …
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2017-06-26/incendio-donana-recalificacion-ley-montes_1405251
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El problema de las mentiras económicas del Partido Popular es que están diseñadas por quien no han estado en crisis....... quien no ha pagado impuestos y en muchos caso usa y ha usado el poder para "robar".....no, son creíbles por mucho poder mediatico que compren, la credibilidad es como la virginidad...... y si la virginidad se pierde con sexo..la credibilidad mintiendo