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Actualizado el 21 de octubre de 2024

¿Cuándo reemplazará un robot tu trabajo?

¿Cuándo reemplazará un robot tu trabajo? 1El otro día en el sitio de pregunta “The Workplace” un usuario lanzaba una interesante pregunta: “¿Es poco ético no decirle a mi jefe que he automatizado mi trabajo?”. Básicamente es un programador que trabaja con sistemas antiguos y todos los meses tiene que realizar unas tareas bastante tediosas de carga de datos. Tras 18 meses haciéndolo, ha creado un programa que realiza su trabajo mensual en 10 minutos. Al final, entre responder emails, monitorizar el programa y demás burocracia su tiempo productivo está entorno a las 1 o 2 horas a la semana. La empresa no sabe nada y están contentos con él. ¿Debería decírselo?

En Xataka se hicieron eco de esta noticia y la ilustraron con una imagen (que es la que he usado yo) de esas de “Esto ya ha ocurrido en los Simpsons” cuando Homer creó su propio “Robot” para sustituirle, un simple juguete que daba siempre a la misma letra del teclado.

Y a ti, posiblemente te ocurra lo mismo, si eres muy listo serás tú el que automatices tu trabajo aunque lo más probable es que sea un robot el que lo haga. No es que te vayas a ir a la calle, pero tus funciones cambiarán tarde o temprano.

Recientemente la universidad de Oxford y Yale realizaron una investigación en la que preguntaron a 352 investigadores sobre Inteligencia Artificial su opinión acerca de cuándo las máquinas reemplazarán a los humanos en distintas tareas.

Estos son los resultados.

Los investigadores creen que hay un 50% de posibilidades de que la inteligencia artificial superarán todas las tareas humanas en 45 años y automatizarán todos los trabajos en 120. Vemos como esta tecnología avanza de forma logarítmica y lo que está claro es que va a tener un huella en nuestra sociedad que probablemente no hayamos magnificado bien. Deberíamos tenerlo en cuenta, antes de que sea demasiado tarde.

Carlos Lopez

Redactor de Euribor.com.es. Escribiendo desde el 2006 sobre el Euribor, economía, finanzas, bolsa, hipotecas y ahorro

Ver comentarios

  • que sí, que el que recolectaba algodón a mano perdió su trabajo porque apareció el tractor, ¡qué gran desgracia! el caso es criticar y ponerse en lo peor siempre

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  • Carlos, con todo respeto y prudencia, creo que en el escrito se confunde el crecimiento lento de un sistema logaritmico con el crecimiento rápido y siempre acelerado de un sistema exponencial. Más que nada lo creo por el tono de celebración ya que se emplea la afirmacion como garantía de que algún día sucederá, aunque personalmente creo que logaritmico es el crecimiento correcto porque cualquier sistema creciente en complejidad sufre esa desaceleracion en su desarrollo. Pero por si acaso, quise contribuir. Un saludo.

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  • En este blog ya ha llegado ese momento, un robot ha sustituido a los redactores y la verdad es que no se nota la diferencia...

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  • Es bien sa­bido: viajar ilustra mu­cho. Pero no siempre en la forma que uno desea, o la que busca ex­pre­sa­mente. Si eres tu­rista en Varsovia, te puede ocu­rrir eso. En mis pocos días de es­tancia en esa ca­pital del se­gundo país más ex­tenso de la Unión Europea más allá del Rhin, y tam­bién el se­gundo más po­blado de esa re­gión eu­ro­pea, uno hu­biese es­pe­rado que el deseo de un ex­tran­jero por co­nocer el país se vería fa­ci­li­tado por una ayuda tan ele­mental como una guía tu­rís­tica en una lengua eu­ropea oc­ci­den­tal.

    Bueno, pues no. Si ese producto cultural tan prosaico existe en Polonia, yo no lo encontré en las librerías que visité en las zonas de la ciudad más frecuentadas por forasteros. Y me contenté con una guía de Varsovia, pero solo por las fotos, porque estaba impresa en polaco. Si existe en otro idioma, también lo ignoro, pues los amables libreros no lo encontraron.

    Felizmente encontré algo que para mí era una pequeña revelación: la existencia de una revista dedicada a un tema al que presto mucha atención profesional: las relaciones internacionales, y en este caso especializada en un área del mundo de cuyos intríngulis político-económicos no tenemos, al menos aquí en España, una información asidua y de primera mano. La publicación se llama “Visegrad Insight”, va por el número diez, y está dedicada a un grupo de cuatro de los países más recientemente integrados en la Unión Europea: República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia.

    El Grupo Visegrad (GV) se formó en 1993, precisamente para preparar la integración en la Comunidad Económica Europea, precedente de la actual Unión. Entre sus ‘padres fundadores’ estaban nada menos que Vaclav Havel, de Checoslovaquia, y Lech Walesa, dos hombres que ayudaron a sacar a sus países de la esfera soviética. Tomaron el nombre de Visegrad por ser el lugar donde hace más de seiscientos años el rey Carlos Alberto de Hungría reunió a los soberanos de esos otros territorios para establecer alguna forma de unión entre ellos. Previsiblemente con la vista puesta en cómo precaverse contra las asechanzas de los señores rusos y alemanes.

    El director del ‘Visegrad Insight’, Wojciech Przybylski sintetiza así la coyuntura política actual: “Las economías del V4 han logrado sobrevivir durante los últimos años de la crisis financiera, pero dan muestras de debilitación de la energía social necesaria para recuperar los anteriores niveles de crecimiento. Una pérdida de confianza en el estado de derecho, la corrupción, las medidas activas tomadas por Rusia, así como los descorazonadores niveles de participación pública y cívica, son dificultades que necesitan ser corregidas por las nuevas estrategias de crecimiento económico de Europa central”.

    Iiveta Radicova, anterior primera ministra de Eslovaquia, cree que no se ha logrado la consolidación de la democracia debido a “a la baja adhesión a valores como la solidaridad, la confianza social y en las instituciones”. Eso da lugar a que “movimientos marginales y radicales se conviertan en centrales”.

    El economista Tim Gosling es pesimista sobre las perspectivas del grupo: “Existe un evidente desencanto entre las poblaciones del GV sobre los beneficios de pertenecer a la UE”. Eso, añade, “es uno más de los signos de que unas estrategias de crecimiento anticuadas no rinden lo que se esperaba de ellas”.

    Dalibor Rohac, del ‘think tank’ conservador American Enterprise Institute, no está de acuerdo: “Si uno cree que la transición económica que ha tenido lugar en esta parte del mundo debió transcurrir de otro modo – quizás más gradualmente -, uno no tiene más que mirar hacia el este (Ucrania, Moldavia o Bielorrusia), para encontrar la alternativa a la terapia de choque del Grupo Visegrad”.

    De todos modos, señala, los países del Grupo “no están haciendo el esfuerzo de inversión en capital humano, necesario para que su fuerza de trabajo prospere en una economía global cada vez más automatizada”.

    En cuanto a banca, Daniel Rzasa, periodista ante la City londinense, señala las posturas liberales de República Checa y Eslovaquia y las nacionalistas de Polonia y Hungría. Con 82% y 98% respectivamente de su capital bancario con origen exterior, las economías de las dos primeras se comportan mucho mejor que las de Polonia y Hungría.

    La revista, naturalmente, lanza su mirada sobre la periferia geopolítica del GV. Ahí está la vecindad territorial de Alemania, a la vez estimulante e intimidante ( aunque beneficiosa sobre todo para la República Checa); y la de Rusia, que a pesar de compartir con el Grupo una contigüidad muy corta (y sólo entre Polonia y Rusia), es intimidante para todo el conjunto, sobre todo después de la anexión de Crimea y el secesionismo de la parte oriental de Ucrania, a lo que hay que añadir la actividad permanente del espionaje ruso, incluso en el interior de algún servicio de seguridad.

    El efecto paradójico de esa presión rusa es, como señala Dániel Bartha, director del Centre for Euro-Atlantic Integration and Democracy, “que los estados miembros del GV participan en las misiones de la OTAN y sus procesos de desarrollo, mucho más allá de su peso específico”.

    Visegrad Insight tiene mucho más contenido, que no puedo resumir en folio y medio. Lo iré haciendo cuando sea oportuno. Entretanto buscaré por aquí una guía turística de Polonia, para no perder tanto tiempo localizando lo que me podría interesar en un próximo viaje.

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  • España ya tiene más funcionarios que antes de la crisis http://bit.ly/2uF9G6m

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