¿Transferencias de países ricos a países pobres? la propuesta de Schäuble para la UE

Un juez en Brasil suspendió el miércoles un decreto presidencial que eliminaba protecciones ambientales y hubiera permitido la minería en una reserva de la selva amazónica.

El decreto presidencial fue emitido la semana pasada y luego fue modificado. Había cambiado la designación de un área rica en oro que abarca un área más amplia que Holanda, y que está situada entre dos estados del norte de Brasil.

La medida había sido duramente criticada por grupos ambientalistas que denunciaban que dañaría el ecosistema y provocaría conflictos entre mineros y tribus indígenas.

El gobierno del presidente Michel Temer ha dicho que no se permitirá la minería en zonas protegidas o dominadas por tribus indígenas dentro de esa reserva.

En una decisión emitida la tarde del martes en la noche, un juez argumentó que quitarle la designación a esa zona en el corazón de la Amazonía no puede hacerse sin la aprobación del Congreso.

La oficina de Temer dijo el miércoles que apelará la decisión.

“Es decir, que se proceda a una trasformación del MEDE en la versión europea del FMI.”

O en un Fondo de Líquidez Autonómica (FLA) como el español, a nivel Europeo, ¿no?

Realmente, como dice # 1, Anónimo, todo esto ya esta “inventado”, de alguna manera, y se está “usando” al BCE para “transferir” dinero allá donde haga falta.

Claro que, realmente, esa no es la misión del BCE y todo lo que está haciendo es algo “irregular”, “extraordinario” y, probablemente, “anti-estatutario”, así que “normalizar” la situación, bien a través del BCE, al que tal vez se le deberían dar, de manera “formal”, más competencias, o a través del MEDE, no me parece del todo mal…

Ahora eso sí, que nadie se equivoque, al final todo esto supone darle más “poder” a aquellos que aportan la pasta…

Como dicen por ahí: “Beggars can’t be choosers…”

Bajo una es­tricta vi­gi­lancia de in­ver­sores y ana­listas se en­cuen­tran Mediaset y Atresmedia en Bolsa des­pués de la peor oleada de re­vi­siones a la baja de in­gresos pu­bli­ci­ta­rios a nivel mun­dial de los úl­timos tiem­pos. Los ‘profit war­ning’ de WPP (la mayor agencia de pu­bli­cidad del mundo) y del grupo alemán ProsiebenSat.1 han sem­brado el des­con­cierto en el mer­cado. Se teme que vienen tiempos ma­los, que pueden ser peo­res.

“Sencillamente, las expectativas de crecimiento de los ingresos publicitarios por los que muchos apostaban cuando empezó el año han saltado por los aires. Lo que viene es estancamiento, como demuestra que Prosieben anticipa una evolución plana de los ingresos por publicidad en el mercado alemán cuando esperaba crecimientos entre el 1,5% y el 2% cuando empezó el año. Es un golpe de realidad tremendo al que muchos inversores ya se habían adelantado” aseguran fuentes bursátiles.

Muchos otros, no. La prueba es la tremenda avalancha de papel que el martes sufrieron las cotizaciones de Mediaset y Atresmedia, que se desplomaron sin apenas resistencia hasta los niveles más bajos del año. En la jornada posterior reaccionaron, pero muy suavemente ysin recuperar los soportes claves

La banca europea una década (y una crisis) después http://www.europapress.es/economia/finanzas-00340/noticia-beneficio-banca-europea-reducido-mitad-diez-anos-despues-estallido-crisis-20170830173903.html …

Los Mossos recibieron la alerta de atentado de la CIA el 25 de mayo http://www.elperiodico.com/es/politica/20170831/mossos-recibieron-alerta-atentado-cia-25-mayo-6255194 …

6, Anónimo pues a mi lo de hacer inversiones cuando estemos en crisis me suena a Plan E, se aumenta el gasto público y se dilata la salida de la crisis. Lo mejor es que las crisis se arreglen rápido aunque cueste mucho sufrimiento en el corto plazo.

https://www.elindependiente.com/economia/2017/08/30/cataluna-ahorra-con-la-financiacion-del-estado-lo-que-andalucia-valencia-y-madrid-juntas/?utm_source=share_buttons&utm_medium=twitter&utm_campaign=social_share2

Algo debió echar en falta el ‘president’ Puigdemont en el pro­yecto de ley de Transitoriedad para la re­pú­blica ca­ta­lana, re­cién puesto en co­no­ci­miento del gran pú­blico por vías no ofi­cia­les, porque se apre­suró el pa­sado mar­tes, por es­crito, a aña­dirle un ‘addemdum’. A través de Facebook Live, ase­guró que “Cataluña debe poder tener una po­lí­tica de de­fensa mo­derna, de­mo­crá­tica y ho­mo­lo­gable a los es­fuerzos que hacen na­ciones que con­si­de­ramos alia­das”. Por ello, es “absolutamente in­dis­pen­sa­ble” que Cataluña tenga un ejér­cito, así como “una in­te­li­gencia mi­li­tar”.

No consta que la CUP, que sostiene su gobierno y que se declara pacifista, haya mostrado su acuerdo o discrepado de esta propuesta, sobre todo en lo que respecta a las pretendidas “aliadas”, de la hipotética república catalana.

En todo caso, Puigdemont ha estado muy acertado, pues esa Cataluña independiente necesitará un brazo armado propio para asegurar el cumplimiento de las previsiones de aquel texto preconstitucional, que en su art. 6 declara que: “1. El territorio de Cataluña, al efecto del ejercicio de su plena soberanía, está compuesto por el espacio terrestre, incluido el subsuelo, correspondiente a sus límites geográficos y administrativos en el momento de entrar en vigor esta Ley, por el mar territorial, incluidos su lecho y subsuelo, por el espacio aéreo situado sobre el espacio terrestre y (por) el mar territorial de Cataluña”.

Y aunque el ‘president’ no hizo mención expresa de la necesidad de una marina y de una fuerza aérea catalanas, ambas serían muy necesarias a la nueva república, ya que, como dice el punto 2 del mismo art. 6, “Cataluña goza de los derechos de soberanía y de los otros derechos reconocidos por el derecho internacional en lo que respecta a su plataforma continental y su zona económica exclusiva”.

Lo que llama la atención es que Puigdemont haya tenido que salir a cubrir omisiones que evidencian falta de asiduidad en el estudio de estas materias de estado, por parte de los que se ponen a escribir borradores de constituciones. Por otro lado, cuando un político pronuncia la palabra ‘ejército’, donde evidentemente quiere decir ‘fuerzas armadas’, pone al descubierto la insuficiente escrupulosidad semántica con que aborda esas materias de estado, las cuales versan sobre el empleo de la fuerza en defensa de las leyes nacionales o internacionales, bajo rigurosas previsiones jurídicas.

A la vista de ese ‘amateurismo’ verbal, uno se pregunta qué diablos viene a hacer esa apelación a que los nuevos catalanes se imbuyan, así de pronto, del espíritu marcial necesario para formar un ejército. ¿Por qué a última hora hace Puigdemont esta apelación a los futuros catalanes independientes? Que yo recuerde, los jóvenes independentistas de los que he tenido noticia más directa se empeñaban en tratar de echar al ejército español del castillo de San Fernando, en Figueras, y del castillo de Montjuich, de Barcelona, no tanto porque fueran reductos monumentales del ejército español sino para externalizar (eso al menos decían) la ‘cultura de paz’ que debía impregnar la Cataluña del futuro.

Supongo que habrá infinitos otros ejemplos de este tipo de fervor patrio-humanista. ¿No era eso mismo lo que decía la alcaldesa Ada Colau cuando pedía, un año y otro, que las fuerzas armadas no llevasen su ‘Dia’ a Barcelona?

Nada es casual en el ‘repente’ de Puigdemont. La apelación a formar parte de un ejército proyecta un fuerte apelativo entre sectores de la juventud impregnados de idealismo, espíritu de servicio y patriotismo. Así es la ejemplar juventud nacionalista. ¿Qué ideal hay más atractivo para los muchachos y jóvenes que no se cansan de desfilar ondeando la ‘estelada’, que formar parte de las primeras filas del ejército nacional de Cataluña? Qué timbre de honor, qué recuerdos para el resto de sus vidas, qué sensación de haber fundado algo grande, quién sabe si heroico… En fin, algo que prolongaría, en sus jóvenes vidas, la sensación de estar, gracias al ejército catalán, no tanto en el consabido referéndum cotidiano sino en una Diada permanente.

La mera evocación del ejército catalán es una llamada a que la juventud catalana se deje llevar, de nuevo, por los fervores patrióticos que les han sido instilados una Diada tras otra, pero esta vez más encendidos aún, porque la próxima será la decisiva, ya que también será la última que celebren bajo la mirada inquieta del ‘ocupante’ secular.

En fin, queden para otro día las contradicciones entre las pretensiones del proyecto de ley de Transitoriedad con las realidades del mundo de nuestro entorno. Solo adelanto una: ese hipotético nuevo estado catalán, que quiere permanecer en la Unión Europea, tendría necesariamente que ingresar en la Alianza Atlántica para ser admitido. El proyecto de ley de Transitoriedad no dice nada al respecto. ¿Qué dirá a esa realidad inexorable la CUP, los pacifistas antisistema, socios de Junts pel Sí gobernante?

Buenos días,

Después de unos meses puedo volver a leeros y escribiros desde mi nuevo trabajo. Echaba de menos estos placenteros minutos por la mañana.

Estoy con #6 no es nada demasiado nuevo en la finalidad (quizás si en las formas). El mayor peligro es que se mezclen churras con merinas y se utilice ese poder o influencia adicionales para presionar en determinadas cuestiones políticas. Sobre el papel, que haya un dinero ahorrado para inversiones productivas y de mejora en épocas de crisis suena bien. Siempre y cuando se gestione con criterios técnicos, de cohesión social y de utilidad/oportunidad es una buena idea. Por otro lado, pensando mal, puede transformarse un instrumento adicional de presión de unos países hacia otros haciendo valer su fuerza económica para asuntos que quizás habría que discutir de igual a igual…