¿Doblar el móvil? La revolución que sí importa es inminente

Olvídate de la trasera acristalada, el borde curvo y el dichoso notch. Esto es serio. Y no, no digáis que los teléfonos con tapa también se podían doblar…

Desde la consolidación del smartphone como dispositivo de uso cotidiano, cada año nos tratan de convencer de que la próxima generación de teléfonos móviles supondrá un verdadero salto de calidad. Y cada año las mismas bobadas. ¿Será la pantalla flexible que se puede doblar la tecnología que, de una vez por todas, demuestre que el smartphone todavía tiene capacidad de reinvención?

2019: El año de los móviles flexibles

«Llevamos mucho tiempo preparando ese teléfono que se pueda doblar y plegar. Pero cuando lo presentemos, espero oír a nuestros clientes comentar ‘¡qué buen trabajo ha hecho Samsung!’».

Dong-Jin Koh, CEO de Samsung es consciente de que el móvil flexible estará en boca de todos en pocos meses, pero todavía no quiere dar fechas exactas para su llegada a las tiendas, aunque entre bambalinas se habla del 2019 como el año de los móviles flexibles… nosotros creemos que habrá que esperar un año más, hasta 2020.

Las patentes no engañan: las principales compañías del mercado, con los surcoreanos a la cabeza, se hayan enfrascadas en una lucha encarnizada por registrar el avance definitivo hacia las pantallas flexibles para móvil.

De hecho, ya hace años que llevamos oyendo hablar de los paneles flexibles en otros dispositivos. LG, uno de los grandes dominadores del OLED junto a la propia Samsung, presentó sus pantallas de televisión flexibles pero todavía no se han consolidado por su altísimo precio y por las desconfianza de los consumidores.

En China tampoco se van a quedar de brazos cruzados mientras Samsung y LG fraguan sus prototipos, y Huawei ya está trabajando en un terminal que se podría doblar y guardar como si se tratase de un pequeño librito.

Pero tanto Samsung, como LG o Huawei (con Apple, como siempre, en la sombra) también están trabajando en el apartado de marketing, igual de importante que el puramente tecnológico.

«¿Para qué quiero yo un móvil de pantalla flexible?»

Y es que el lanzamiento en masa de la nueva generación de smartphones flexibles debería llegar acompañada de una estrategia de marketing que vendiese no solo su aspecto revolucionario, sino también sus ventajas prácticas. Y es en esta faceta donde las tecnológicas siguen trabajando a destajo. El mejor ejemplo es la pantalla de bordes curvos, de moda actualmente, cuya funcionalidad real todavía no hemos descubierto.

Un móvil de pantalla flexible y que se pueda doblar —como vemos en algunas de las fotos que acompañan este artículo— optimizaría la seguridad del terminal, ofrecería nuevas funciones para la cámara, protegería mejor la pantalla, se guardaría más fácilmente… Un mundo de posibilidades, ¿no?

Mientras actualmente estamos peleados con sumar medio megapíxel a la cámara o con incorporar el último emoticono de moda, la flexibilidad de las futuras pantallas sí que parece supondrá una revolución tanto estética como práctica en el uso de los smartphones. La industria del sector necesita un soplo de aire fresco ante los inequívocos síntomas de estancamiento. Y es que algo no se está haciendo bien cuando lo que más llama la atención del lanzamiento de un nuevo móvil es su precio.