¿Existe algo más molesto en internet que los anuncios de YouTube? ¿Y si WhatsApp empezase a hacer algo parecido? Medio mundo está temblando, y no solo porque haya llegado el frío, sino porque cada vez está más cerca 2019, fecha en la que —se rumorea— WhatsApp empezará a incluir publicidad. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
La historia es conocida por todos: el caramelo en el que se había convertido WhatsApp terminó deglutido por Facebook en 2014 deshaciéndose en promesas acerca de cuestiones delicadas como la privacidad o la publicidad. El escándalo de Cambridge Analytica —por el cual Facebook y sus aplicaciones satélite habrían sufrido una fuga de datos personales— echó abajo el primero de los compromisos. ¿Será 2019 el año en el que Mark Zuckerberg de la puntilla incluyendo publicidad en WhatsApp?
Todo surge a principios de año con la puesta en marcha de WhatsApp Business, una interesante versión del sistema de mensajería más popular del mundo centrado en el uso empresarial. Hay que tener en cuenta que WhatsApp, en origen, no fue diseñado desde una óptica empresarial, sino para poner en contacto a personas conocidas. Pero la difusión del uso del smartphone, la consolidación del mercado electrónico y la renovación de las estrategias digitales de marketing por parte de las marcas, han tenido como consecuencia que WhatsApp haya empezado a ser visto con otros ojos.
«¿Y si usamos WhatsApp para estar en contacto con nuestros clientes?». Así surge Business, una función, aun en fase de consolidación, que tiene por objetivo hacer un lavado de cara al WhatsApp pachanguero asociado al meme y al contacto con amigos y familiares, y alejado de la seriedad que se le supone a la gestión empresarial.
Fue en este contexto cuando empezaron a aparecer los primeros rumores sobre anuncios en el sistema de mensajería instantánea, aunque la función Business no supusiese, en primera instancia, la posibilidad de contactar con clientes sin el consentimiento de los mismos.
Poco después, ya en verano, diferentes publicaciones alertaban sobre los planes de Facebook de monetizar WhatsApp, eufemismo que viene a significar sacar pasta: «cinco años después de gastarnos 19.000 millones dólares en WhatsApp y viendo que los beneficios se estancan, ha llegado el momento de convertir el activo en dinero… en más dinero». Algo así han debido pensar Zuckerberg y compañía.
Las espantadas de los fundadores de WhatsApp alimentan los rumores de cambio
Primero fue Brian Acton, que dejó la compañía tras quejarse de que Facebook «había roto un pacto con los usuarios». Y después fue Jan Koum el que se despidió con esta ambigua perla: «Me voy en un momento en el que la gente está utilizando WhastApp de muchas más maneras de las que podría haber imaginado»… ¿como forrarse a base de colocar anuncios?
La última amenaza llega por parte David Fischer, actual vicepresidente de marketing y negocio de Facebook, que ante la pregunta de los medios sobre si WhatsApp tenía planteado incluir publicidad de algún modo respondió con un enigmático: «Con el tiempo, lo resolveremos».
Con el tiempo, aseguran muchos analistas, se refiere a 2019, cuando los estados de WhatsApp podrían ser los primeros en recibir anuncios en relación a las preferencias de los usuarios, algo que, por cierto, ya se puede ver Instagram, otra de las aplicaciones estrella del imperio Facebook.
No creemos, desde luego, que Facebook se esté planteando colocar anuncios o pop-ups mientras mantenemos chats privados en WhatsApp, pero puestos a monetizar, cualquier cosa es posible. Solo hay que pensar en lo que ha urdido Google con su YouTube…
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pues ya sabeis todo el mundo a telegram!