Los seis bancos del Ibex 35 han protagonizado las mayores caídas en la sesión bursátil de este jueves, después de que el Tribunal Supremo haya decretado que son ellos –y no los clientes– los que deberán abonar el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en las escrituras públicas de préstamo con garantía hipotecaria, lo que según Moody’s podría tener un coste de 4.000 millones de euros para la banca.
El Tribunal Supremo ha emitido esta sentencia al considerar que el negocio inscribible es la hipoteca y que el único interesado en la elevación a escritura pública y la ulterior inscripción de aquellos negocios es el prestamista, que solo mediante dicha inscripción puede ejercitar la acción “ejecutiva y privilegiada” que deriva la hipoteca.
El banco más perjudicado en Bolsa en la jornada de hoy ha sido Sabadell, que se ha desplomado un 6,69%, hasta los 1,17 euros por acción, seguido de Bankinter, que lo hacía un 6,26%, hasta los 7,35 euros por título, y Bankia, cuyas acciones han caído por debajo de los tres euros por acción, concretamente hasta los 2,97 euros (-5,1%).
Se da la circunstancia de que estas tres entidades son las que aglutinan hipotecas medias de importes más elevados, por lo que el riesgo de impacto podría ser mayor.
CaixaBank se ha dejado un 4,53%, hasta los 3,64 euros por título, mientras que los bancos del Ibex 35 menos penalizados han sido Santander (-2,04%) y BBVA (-2,69%).
Con estos desplomes, los seis bancos del Ibex 35 han perdido en total más de 5.463 millones de capitalización bursátil en una jornada.
2 comentarios
Ojo con estas cosas, porque los bancos lo que harán de momento será parar la concesión de nuevas hipotecas, hasta que estudien las nuevas condiciones de concesión.
#1 anónimo
Claro, el único producto que les garantiza alrededor de un 100% de ganancia con ingresos estables a largo plazo y van a desactivarlo por un 2% de coste. Teniendo los intereses bajo cero, y no sabiendo dónde meter el dinero porque el BCE les cobra por depositarlo no parece que a los bancos deje de interesarles un producto donde bloquean liquidez con tanta ganancia y tan protegida jurídicamente como una hipoteca que el que no paga acaba como mínimo perdiendo la propiedad a pesar de que haya podido pagar más del total del capital solicitado en cuotas, con el resto de sus bienes embargados y si tiene avalistas también. No hay otro producto con más garantías de cobro así que no tienen esa opción los bancos, entre otras cosas porque las hipotecas no paran y el banco que no la conceda a un cliente solvente pierde un cliente porque otro banco se la va a dar y será este el que se lleve cientos de miles de euros en intereses de ese cliente.