En Nueva Zelanda algunas empresas están testando la semana laboral de cuatro días y de momentos los datos lo califican como un “éxito absoluto”.
El 78% de los trabajadores experimentó una mayor conciliación en su vida laboral y personal al trabajar sólo cuatro días pero cobrando como si hubieran fichado cinco, según informa The Guardian. Esto supone un importante incremento frente al 54% que se midió antes del experimento. El nivel de estrés de los trabajadores se vio también afectado para bien pues se redujo un 7% mientras que el de satisfacción creció un 5%.
Tras estos resultados los trabajadores adheridos a esta iniciativa podrán sumarse voluntariamente al modelo de trabajar cuatro días a la semana por el mismo sueldo mientras que quién quiera podrá mantener el de cinco días semanales. Estos últimos, podrán disfrutar el quinto día de una mayor flexibilidad en sus horarios de entrada y salida, en función del tráfico o de sus necesidades de cuidado infantil.
1 comenta
Anda, España.
Tomad nota.