La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está investigando a Iberdrola por haber provocado una alza en el precio de la luz cerrando intencionadamente sus embalses y así bloquear la producción de energía más barata, la hidráulica.
Tal y como informan en El Confidencial los expertos en delitos económicos del Instituto Armado han acreditado que el nivel que alcanzaron los precios durante las tres semanas en las que se concentraron las presuntas prácticas irregulares de Iberdrola —entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013— carecía de la lógica más elemental. Los investigadores han comprobado que la mayoría del casi centenar de comercializadoras eléctricas con licencia para operar en España barajaba para esas fechas expectativas de precio muy inferiores, teniendo en cuenta los antecedentes del mercado y las condiciones ambientales que se registraron esos días. Es decir, que el sector considera casi unánimemente que no concurrieron elementos objetivos para que la tarifa se disparara. Solo una adulteración del sistema explicaría que la luz tocara máximos.
Esto, más que afectar a los consumidores lo hizo a las empresas comercializadoras ya que estas habían pactado previamente un precio muy inferior al que marcó finalmente el mercado.
El 18 de diciembre de 2013, justo el día antes de la subasta en la que se debía fijar la tarifa que pagarían los pequeños consumidores durante los siguientes tres meses, el coste llegó a los 91,89 euros por megavatio hora (Mwh), una cifra que suponía una subida del 126% sobre los 40,65 euros por Mwh del 25 de noviembre previo, solo tres semanas antes.
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llama más la atención la errata (falta una S en invetigan), que el titular…