Un total de 2.812 compañías han trasladado su sede social fuera de Cataluña durante 2018, un año marcado por la fuga de empresas del territorio catalán originada por el proceso independentista, según el estudio sobre cambios de domicilio publicado por Informa D&B.
Esta cifra de salidas, la más elevada del país, supera a las 509 empresas que han llegado a la comunidad catalana, por lo que tiene un saldo negativo de 2.303.
Solo otras cuatro comunidades mantienen un saldo negativo entre entradas y salidas, pero con números muy inferiores: Castilla León pierde 71, País Vasco 29, Extremadura 23 y Asturias 18.
Las comunidades que más se benefician de las salidas de empresas de Cataluña son: Madrid, Valencia y Aragón, que reciben el 59%, 10% y 7% respectivamente. Más de la mitad de las 3.049 empresas que llegan a Madrid provienen de Cataluña, siendo la comunidad que más recibe en datos totales.
En términos de facturación, la diferencia entre las compañías que llegan y salen de Madrid es de 11.600 millones de euros, mientras que Cataluña resta 14.900 millones de euros. A lo largo del año, 25 empresas con una facturación de más de 100 millones de euros se mudaron de Cataluña.
Asimismo, el número de empresas que cambia de domicilio en España durante los últimos cinco años se ha incrementado en un 81%, pasando de 3.828 en 2014 a 6.922 en 2018.
Según la directora de Estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese, los cambios de domicilio son un buen indicador de la capacidad de atracción que tienen las autonomías en términos de negocio, aunque la situación catalana ha incrementado de manera “notable” el número de compañías que deciden mudarse en España hasta alcanzar un total de 6.922 en 2018.
Madrid, Baleares, Cantabria y La Rioja han mantenido saldos positivos entre las sociedades que llegan y las que se van desde 2014. Por el contrario, Cataluña, Castilla León y el País Vasco pierden empresas en este periodo.
Destacan, según el estudio, los saltos en los dos últimos años de Cataluña, Madrid, Valencia y Aragón. Cataluña, que recortaba una media de 300 empresas entre 2014 y 2016, pierde 1.347 en 2017 y 2.303 en 2018.
Madrid, que sumaba 407 sociedades en 2016, gana 913 y 1.699 los años sucesivos, mientras que Valencia y Aragón pasan de saldos negativos en 2016 a sumar los dos últimos años 201 y 290 y 89 y 137 respectivamente.
7 comentarios
Pues aquí, en Catalunya, no paran de venir immigrantes españoles a trabajar… hay algo que no cuadra…
lo que no cuadra es lo ciego que estas
“Asimismo, el número de empresas que cambia de domicilio en España durante los últimos cinco años se ha incrementado en un 81%, pasando de 3.828 en 2014 a 6.922 en 2018.”
Las 4.110 empresas que han cambiado de sede en el resto de España, ¿también lo han hecho porque su comunidad autónoma de origen también quiere la independencia? ¿Absolutamente todas las 2.812 empresas han cambiado de CA únicamente por el tema de la independencia?
La verdad, creo que la seriedad del autor de este artículo deja mucho que desear. La objetividad brilla por su ausencia.
Puntualiza, por favor. Una parte de los catalanes quisiera la independencia. El resto no.
Dice “el tema de la independencia”, no que los catalanes quieran la independencia. Le falla el subconsciente Sr. Jox.
Lea un poco más arriba bolvir, le falla el subconsciente a usted “¿también lo han hecho porque su comunidad autónoma de origen también quiere la independencia?”
En Catalunya nos gobernamos por un sistema parlamentario basado en la consecución de mayorías absolutas o relativas. El hecho de que los partidos que conforman el actual gobierno de la Generalitat sean independentistas es lo que me ha llevado a expresarme en tales términos. Evidentemente hay una minoría en Catalunya que no quiere la independencia. Esto no lo discute nadie.
De todas maneras hablo de “Comunidad Autónoma” y no de “todos los catalanes” tal como usted se ha referido a mi intervención.
Le agradecería que se ciñese a mis expresiones exactas y no a sus más que libres interpretaciones. Resulta harto cansino tener que estar matizando lo que uno dice y no dice en cada intervención porque los que contestan tengan que cambiar las palabras de los demás al carecer de argumentos sólidos y veraces.