La semana en los mercados

Hace unas semanas Australia tuvo que reconocer que millones de sus nuevos billetes tenían una falta ortográfica, por las mismas fechas a los creadores de la serie Juego de Tronos se les escapó un vaso de Starbucks en una escena. El primer error fue humillante para los encargados de fabricar los billetes pero el segundo produjo tantos beneficios económicos por el impacto publicitario en la multinacional de las cafeterías que hay quien cree que hasta fue aposta. Además, no redujo en lo más mínimo la audiencia de la serie, incluso posiblemente aumentó porque se empezaron a buscar otros errores. Esto demuestra que los errores son comunes pero la consecuencia de ellos puede ser muy dispar.

En los mercados a finales del año pasado los que vaticinaron un 2019 en recesión se equivocaron pero las caídas bursátiles y su impacto en el consumo y la confianza provocó un giro radical de las políticas de los bancos centrales. Y este cambio ha llevado a que la inmensa mayoría de pronósticos sobre los tipos de interés hayan sido erróneos. El consenso decía que según avanzara el año el Euribor subiría y la expectativa de subida de tipos encarecería los costes de la deuda, perjudicando con ello a grandes empresas y estados pero justificándolo por un alza de la inflación. La realidad es que por temor a un apocalipsis bursátil que no sucedió, los bancos centrales no sólo no han subido tipos, es que ya se empieza a descontar que haya nuevas bajadas, lo que ha llevado a nuevos mínimos en el Euribor o en el bono alemán a 10 años (e incluso en el español, muy beneficiado además por el dinero que sale de Italia –huyendo de la inestabilidad política- para venir aquí).

Y de repente, este cambio completo en los tipos de interés y en lo que el mercado descuenta, está ayudando a que vuelvan las caídas bursátiles que se querían evitar puesto que la situación de los bancos antes la perspectiva de mínimos márgenes otro año más, los está hundiendo en las bolsas, sobre todo en Europa liderados por el gran banco zombie del continente: Deutsche Bank. Por supuesto no es el único motivo pero los demás argumentos bajistas ya existían cuando la bolsa no dejaba de subir los cuatro primeros meses del año: a pesar de anuncios propagandísticos, la guerra comercial nunca estuvo superada, como tampoco ha dejado de estar nunca sobre la mesa la opción del Bréxit duro, ni los conflictos geopolíticos diversos ni la desaceleración económica (que de hecho, es menor a lo temido hace 6 meses)…

Los beneficios de las empresas de Wall Street han crecido un 6% en el primer trimestre, el crecimiento más bajo en años pero no parece suficiente motivo para que se hayan visto mínimos de dos meses en los índices de allí, es simplemente que las expectativas están empeorando. Ya avisamos que cuando el año va tan bien, lo mejor es realizar beneficios antes del verano. Yo no esperaba que mayo fuera tan mal mes pero no deja de ser normal que haya cesiones tras tanto rebote. ¿Es la situación preocupante? Pues no es fácil saberlo, de hecho yo no tengo nada en bolsa pero no debemos olvidar que el que los tipos de interés sigan bajos y que el petróleo haya dejado de subir, aunque pueda afectar negativamente a algunas compañías de gran peso en los índices, son buenas noticias económicas, especialmente para España.

Si a eso sumamos que lo lógico es que el conflicto entre Trump y China acabe en algún tipo de acuerdo (aunque sólo sea por la presión de las grandes empresas norteamericanas, muy afectadas por todo esto), no parece que haya demasiados motivos para el pesimismo. Claro que una cosa es no caer en el pánico y otra arriesgarse a comprar a las puertas de un verano que se antoja especialmente volátil. Eso puede que sea rentable para el bolsillo pero nunca hay que olvidar el beneplácito que proporciona la tranquilidad… Como ilustración, y para no cambiar de tema, una imagen donde se puede comprobar que aunque mejoran las cifras de ocupados y se reducen las de parados, la desaceleración del crecimiento en el empleo en España es ya un hecho:

Links.

• Adam Smith
• Las consecuencias globales de una guerra fría sinoestadounidense | by Nouriel Roubini
• El posible regreso de la inflación | by Mohamed A. El-Erian
• El cambio de guardia del BCE | by Lucrezia Reichlin
• Cerrar la brecha de gobernanza global | by Kemal Derviş
• Juego de Tronos de la UE | by Harold James
• Más allá del desempleo | by Michael Spence
• Manual para gestores de crisis financieras | by Howard Davies
• Estacionalidad estadística de Junio: bolsas, oro, Euro/USD y crudo
• La UE está en un uy