¿Cuánto de verdad hay en la serie Chernobyl? Un científico lo analiza

Chernobyl es la serie del momento, el bombazo de la HBO que se está llevando los aplausos de crítica y público una serie basada en un desastre nuclear que da mucho miedo porque el mayor peligro es la estupidez humana.

Timothy Mousseau es un biólogo de la Universidad de Carolina del Sur que se dedica a visitar los lugares más radiactivos de la tierra y Chernobyl le ofrece innumerables lecciones, es un laboratorio ideal para estudiar contaminantes crónicos y radioactivos de baja dosis.

A su juicio la serie es bastante precisa “Estoy realmente impresionado. Es una ficción de primera clase“, señala Mousseau en una información publicada por Business Insider en la que se basó en tres puntos clave a la hora de validar Chernobyl.

Radiación.

En la serie los contadores geiger están sonando todo el rato, ven radiación en todas partes.  Según Mousseau, en algunas zonas del lugar las mediciones de radiación no arrojarían resultados preocupantes, mientras que en otras áreas, los niveles podrían dispararse. En palabras del biólogo, y tal como muestra la serie, “Chernóbil no es un área uniforme de alta radioactividad”, sino que los niveles varían.

Los trajes protectores.

Un traje de protección radioactiva junto con una máscara da mucho yuyu. Es la imagen del apocalipsis y la dirección artística de la serie ha encontrado un filón ahí. Pero lamentablemente, de poco sirven. No hay mucho que hacer para protegerse de la radiación gamma, que se genera al dividir los átomos, son balas minúsculas que lo atraviesan todo.  “La verdad es que no hay forma de protegerse de la radiación gamma. La única forma de protegerse es no estar allí“, explica Mousseau.

Los efectos en los animales.

Las órdenes parecían claras, había que evacuar a las personas y matar a los anuimales para evitar que propagasen la radiación a otros sitios.

Como lo indica la investigación de Mousseau, la radiación en la ciudad se ha relacionado con bacterias intestinales alteradas en ratones, reducción de las poblaciones de aves y disminución de la germinación de las semillas. “Los efectos en la vida silvestre se prolongarán por decenas o cientos de miles de años“, advierte el biólogo.

Por tanto, estamos ante una buena serie tanto desde el punto de vista artístico como científico.