Recordando entrevistas: Olivé y Lacalle

En los más de 10 años que llevo escribiendo aquí muchos temas se han repetido tanto por su interés como porque hay muchos enfoques para tratar un mismo asunto. Sin embargo, cuando he publicado alguna entrevista, ya no se ha vuelto a hablar de ella y considero que es una pena que algunas “perlas” que algunos entrevistados nos dejaron no sean recordadas.

En 2013 entrevisté a un amigo al que conocí trabajando en los mercados, Salvador Olivé, que nos dio su visión de la reconversión profesional, exitosa. de un bancario hacia el sector turístico. Su visión entonces del sector turístico no era muy optimista porque aún faltaba un tiempo para que empezaran a sucederse récords de visitas de extranjeros y aumentara el gasto medio por turista pero ya veía una de las claves a trabajar:

“Si ayudamos a abrir a los hoteles todo el año y se buscan clientes, toda la industria auxiliar también podrá trabajar todo el año”.

De hecho, ahora es –desde hace unos años ya- director de un cámping y mantiene una alta ocupación incluso en temporada baja. Me quedo con esta reflexión:

“Hay que vencer el desánimo. Asociaciones y pymes están deprimidas, y es que la situación es más que complicada. Nos hemos encontrado con empresarios “deprimidos”. Y haciendo un símil, cuando una persona cae en una depresión, una vez desaparecen las causas que provocaron la misma, no suele desaparecer la enfermedad, que requiere todavía de meses de tratamiento y rehabilitación. Por lo tanto puede suceder lo mismo en muchas empresas, que llegado el momento de la recuperación económica no estén en disposición de aprovechar el momento”

A finales de 2013 vi a un español -hablando un perfecto inglés- siendo entrevistado por la CNN y me extrañó que no fuera más famoso en España (entonces trabajaba en un hedge fund especializado en materias primas en Reino Unido), así que contacté con él y le solicité una entrevista y aceptó. Hoy es conocido sobre todo por su entrada en política (fue elegido diputado al Congreso aunque renunció a recoger el acta), es Daniel Lacalle.

En la entrevista nos explicó cómo funcionan los hedge funds y explicaba su mala fama así:

“La postura más ridícula es la que se repite una y otra vez, que los mercados atacan, que “la seño me tiene manía”. Nada más lejos de la verdad. Y parte de una percepción histórica de que “a largo plazo todo sube” así que, cuando baja, se le echa la culpa a un ente difuso, el mercado, o los hedge funds… Los mercados buscan invertir donde se dan condiciones mínimas de rentabilidad y seguridad regulatoria, institucional y jurídica. El mercado está encantado de invertir en un país si el riesgo comparado con la rentabilidad es adecuado.”

También le pregunté por el petróleo y aunque no se mojó con la evolución del precio, sí defendió que no había que tenerlo miedo al fin de la producción:

“La realidad es que desde que se “instauró” la fecha del Peak oil, en 2005, los inventarios de la OCDE se han mantenido en máximos y la producción nunca ha sido menor que la demanda. La producción sigue a la demanda. Si esta cae, se reduce la primera. Lo único que ésta industria ha aprendido de verdad es a manejar el suministro y modular los excesos de oferta”

Se mostró muy crítico con las políticas de BCE (aún las critica) y decía esto sobre la Eurozona:

“El futuro de la Eurozona es el mismo que tenían los Beatles en 1967, con tres personas queriendo liderar en direcciones diferentes. O se ponen de acuerdo, o se separan. Y, al igual que los Beatles, la suma de las partes es menor al valor del conjunto, o sea que mucho cuidado con las voces que exigen “separar”. Imprimir moneda, rescatar países y bancos y emitir bonos sin unidad fiscal y legislativa es suicida, y es una transferencia masiva de renta de la economía real a la financiera”

Y acertó al afirmar esto hace 6 años: “Los tipos de interés no pueden subir. Es imposible, a medio plazo. El proceso de reducción de endeudamiento no puede acompañarse de una subida de tipos, y será un proceso largo.”.

Seguro que la mayoría de lectores de esta web están contentos de su acierto, La próxima semana, más.