¿Podría una empresa cobrarte más por tener un móvil caro?

No voy a soltar el típico “cuando algo es gratis el producto eres tú” porque ya está muy manido pero si voy a decir que “cuando algo es muy barato parte del producto eres tú” que en el fondo es decir lo mismo. Quizás una de las empresas que mejor dominan esa máxima sea Uber con su política de precios dinámicos, que es un eufemismo de “te cobro más cuando realmente me necesitas”.

Este sistema además de considerar las variables tradicionales como distancia o tiempo de viaje, ajusta el precio según las condiciones de oferta y demanda, en el preciso instante de la contratación del servicio. Así, un usuario que solicita un traslado en un momento y una zona de alta demanda, obtendrá arifas superiores a las habituales. Esto significa que al precio normal del viaje se lo multiplicará por un factor previamente comunicado, que deberá ser aceptado por el cliente. Así el viaje puede pagarse 30% más, el doble, el triple y en casos extremos hasta casi 10 veces más. De eso se encarga un algoritmo diseñado para cobrarte lo máximo que estás dispuesto a pagar. Curiosamente intentan que ese multiplicador no sea un número redondo (por ejemplo un x2) ya que la gente los odia en este caso. Por ejemplo, según datos de la propia UBER, cuando se pasa de x1,9 a x2, se observa una caída de la demanda seis veces mayor que la que se observa al pasar de 1,8 a 1,9. La cantidad más que pagas por el viaje es la misma entre esos dos pasos, pero ese x2 genera una repulsa para mucha gente

Resumiendo, si llueve probablemente te cueste más. Pero la cosa puede ir mucho más allá de algo tan obvio.

En el caso de Uber han descubierto que las personas son más propensas a pagar más si su móvil está casi sin batería. Su aplicación obtiene esa información para saber cuándo entrar en el modo de ahorro de energía. Uber dice que no utiliza esa información para fijar precios, pero, la sospecha siempre la tendremos.

Otro ejemplo sencillo es el del modelo del teminal, por ejemplo los usuarios de iPhone se gastan casi el doble de dinero en apps que los de Android con lo cual sería fácilmente deducible que estarían dispuestos a pagar un poco más por su trayecto en Uber.

¿Cuánto cobraría Uber a un cliente que estuviese a las 3 de la mañana en una zona conflictiva y que tuviese un iPhone 11 pro con un 20% de batería? Seguramente bastante y él como cliente apenas le ha dado información.

El precio único para todo el mundo está condenado a desaparecer en este mundo digital en el que manda el big data y los algoritmos, llevamos muchos años alimentando gratuitamente una bestia que está despertando poco a poco.