¿Debe el BCE abandonar el objetivo inflacionista del 2%?

La primera reunión del año del Banco Central Europeo está programada para lanzar formalmente una revisión de la estrategia, que probablemente incluya un replanteamiento de un objetivo de inflación que el banco no ha logrado cumplir desde 2013. Es probable que se discuta el alcance y la escala de la revisión, que es un punto clave para los mercados dadas las implicaciones de gran alcance para la política monetaria.

La primera revisión de la política del BCE desde el 2003 podría iniciarse formalmente hoy con la estructura, el calendario y el programa, así como un proceso que podría durar todo el año y que probablemente se debatirá.

La jefa del BCE, Christine Lagarde, afirma que un punto clave será determinar si el objetivo de mantener la inflación cerca pero por debajo del 2% sigue siendo válido, dados los cambios en la economía mundial. Es un debate que otros bancos centrales con objetivos similares, como la Reserva Federal de los Estados Unidos, están teniendo.

El BCE se verá presionado sobre si cree que lo peor ya ha pasado para la economía y las implicaciones para la política a corto plazo.

Los datos clave de la actividad empresarial que cubren el sector manufacturero y de servicios mostraron que el crecimiento del sector privado del bloque alcanzó un máximo de cuatro meses en diciembre, y el índice de sorpresa económica de Citi (que mide los datos económicos vs expectativas de los analistas) está cerca de su máximo en casi dos años. Casi el 80% de los economistas encuestados por Reuters sobre la actividad económica del bloque creen que ha tocado fondo.

La inflación de la Eurozona se disparó en diciembre, lo que contribuye a la sensación de que las perspectivas están mejorando y de que el BCE puede permitirse el lujo de esperar el momento oportuno después de ofrecer un fuerte estímulo en septiembre.

Después de dos lecturas sólidas de la inflación subyacente, que elimina los costes de alimentos y energía, se podría preguntar a Lagarde si el BCE ve un mayor potencial alcista para la inflación.

De todas maneras, los pronósticos del BCE de diciembre sugerían que la inflación no alcanzaría su objetivo incluso al final de un período de tres años, y los economistas dicen que es demasiado pronto para llamar a un cambio de rumbo.

Por otro lado, el banco central sueco, el Riksbank, puso fin a cinco años de tipos negativos al elevar los costes de los préstamos al 0%, citando los riesgos de mantener los tipos negativos durante demasiado tiempo. Se convirtió en el primer banco central que abandonó el experimento de los tipos negativos, lo que provocó la especulación de que el BCE podría seguirlo.

Esto se suma a la percepción de que el obstáculo para la flexibilización del BCE es alto y que los mercados monetarios están comenzando a cotizar en tipos de interés más altos en 2021.

Algunas autoridades están cada vez más preocupadas por los efectos secundarios no deseados de las tasas negativas en los bancos, las aseguradoras y los fondos de pensiones, entre otros. Aún así, el BCE ha mantenido que los beneficios para la economía superan los costes negativos. Sin embargo, más de tres cuartos de los economistas encuestados sobre esta cuestión creían que el BCE mantendría las tasas negativas este año.