Se ha abierto una rara brecha entre un medidor de posicionamiento ampliamente rastreado y las encuestas a los inversores recopiladas por los principales bancos del mundo en el mercado mundial de divisas de 6,6 billones de dólares diarios.
Los inversores apalancados, incluidos algunos fondos de cobertura, están presionando para conseguir un dólar estadounidense más débil, según los datos semanales de futuros, mientras que los inversores institucionales están apostando por más ganancias en dólares, lo que sugiere que es poco probable que la fortaleza del dólar se desvanezca pronto.
Con los mercados de divisas altamente fragmentados y repartidos en múltiples zonas horarias, los observadores del mercado suelen confiar en los datos semanales de la Comisión de Comercio de Futuros de Mercancías para hacerse una idea de cómo están posicionados los inversores en los mercados de divisas.
Los últimos datos muestran que los inversores realizaron una apuesta negativa neta de 9.100 millones de dólares en la semana que terminó en mayo, convirtiéndola en la octava semana consecutiva de apuestas cortas en dólares. Pero durante ese período, el dólar ha ganado casi un 6% frente a una cesta de otras monedas.
Los datos de posicionamiento más amplios de algunos de los bancos más grandes del mundo, incluyendo Morgan Stanley, BNP Paribas, RBC y Citibank, que cubren un conjunto más grande de flujos, incluyendo operaciones en sus propias plataformas, muestran que los inversionistas han aumentado sus apuestas largas en dólares en los últimos días.
Una visión negativa del dólar, en particular en la segunda mitad de 2020, se basa en el argumento de que una recuperación económica mundial más amplia alentaría a los inversores a invertir la liquidez del dólar en economías de rendimiento relativamente más alto y de crecimiento más rápido.
Esa opinión aún no se ha materializado, ya que algunas monedas que están muy orientadas a la economía mundial se han negociado en los últimos niveles bajos y han bajado aproximadamente un 25% en lo que va de año. Sólo el yen japonés, que se percibe como una moneda segura, ha subido frente al dólar.
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