Malos tiempos para el Banco de Santander y en general para toda la banca española que ve como los tipos de interés negativos les está comiendo los márgenes. En el caso de la entidad dirigida por Patricia Botín se han visto obligados a reestructurar su red de oficinas en España para lo cual cierran 400 (un 13% del total) y otras 150 solo las abrirán intermitentemente solo dos días a la semana. En total en los últimos doce meses el Santander ha prescindido de 742 oficinas, un 20% del total, alguna de las cuales para evitar duplicidades tras la adquisición del Banco Popular. Su intención es la de mantener menos sucursales pero de mayor tamaño.
Además de esta reducción de costes, se ha iniciado el trámite de un ERE que podría afectar a más de 2.000 empleados. La entidad ha justificado el ajuste en “causas económicas, productivas y organizativas”, según ha informado CCOO. Según los sindicatos, afectará a la red comercial, los servicios centrales y el centro corporativo.
Para ponernos en situación la entidad ha cerrado el tercer trimestre del año con unas pérdidas de 9.000 millones de euros, después de realizar ajustes millonarios en los fondos de comercio de algunas de sus filiales en el extranjero por la pandemia y de provisionar 9.500 millones de euros para cubrirse de los riesgos de la pandemia, esto ha llevado a que su rentabilidad (ROE) haya caído al 5,32%, frente al 8,39% de un año antes.
En lo que llevamos de 2020 las acciones del banco se han desplomado más de un 50% cotizando actualmente por debajo de 1.8€ frente a los 3.77€ en los que estaba en enero.
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Que cachondos estos del Santander, provisionan 9.500 millones de euros por la pandemia y resulta que así pierden 9.000 millones. Vamos, en resumen, en vez de ganar 500 millones y tributar por ello, se meten una pérdida y así pueden tramitar un ERE por (entre otras cosas) causas económicas. Manda huevos!!!