El sector bancario español está en crisis y lleva en ella muchos años, demasiados. Esto ha provocado una oleada de fusiones que todavía no ha terminado que han llevado a muchas duplicidades de personal en oficinas centrales y sucursales. Nadie se libra de los recortes de personal, realizados en gran parte a través de prejubilaciones.
Para hacernos una idea de la magnitud de estos recortes en el año 1980 trabajaban en la banca 252.351 personas, en 2019 el número de empleados ha bajado hasta los 176.838, esto son 75.513 empleados menos para más clientes. Solo desde diciembre de 2012 hasta septiembre de 2020 se han destruido 15.964 empleos en España, lo que supone un 37,1% de la plantilla.
Además de la plantilla, los grandes bancos también han cerrado más del 50% de su red de oficinas, debido principalmente a las fusiones, por ejemplo el Santander (a raiz de la compra del Banco Popular) ha cerrado el 54,5% de su red y sigue cerrando más, se espera que unas 1.000 el año que viene.
El futuro no es nada halagüeño para los trabajadores del sector con varios EREs anunciados que afectarán a miles de empleados, solo el Santander quiere desprenderse de cerca de 4.000 trabajadores.
De momento los que se libran son los empleados del BBVA y Sabadell, que seguirán con sus recortes pero no se ampliarán como tenían planeado si salía adelante la fusión finalmente fallida.
Los tipos de interés negativos y el cambio hacia las operaciones online están planteando grandes retos a la banca tradicional de “oficina bancaria” que ve como tiene que reducir costes para mantenerse competitiva.
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Por eso es bueno siempre tener alternativas en cuanto a la educacion como por ejemplo master fisioterapiapor nombrar uno