Hipotecas más caras por culpa de los okupas

El fenómeno de la okupación tiene unas implicaciones económicas bastante grandes, más de las que podríamos pensar en un principio. Independientemente de la gravedad de este fenómeno, que para muchos es algo residual ya que se estiman en unos 15.000 las denuncias anuales por usurpación de vivienda, la okupación es un miedo real entre los gran parte de la sociedad y especialmente entre los propietarios que ven, además como la regulación les deja cada vez más desprotegidos.

Recientemente la agencia de calificación Moody’s ha alertado de que las medidas anunciadas por el gobierno avanzan en la dirección equivocada, protegiendo la okupación ilegal. Esto lleva a que la impunidad con la que opera el movimiento okupa termine “desincentivando la inversión privada” con lo que la oferta de vivienda en alquiler se reduce, y complica el acceso a la vivienda.

Si esto no fuese poco, la incertidumbre producida por la okupación encarece la financiación de proyectos inmobiliarios y esto “perjudica la calidad crediticia de los préstamos que respaldan las cédulas y titulaciones hipotecarias, especialmente las vinculadas a préstamos de dudoso cobro”.

En definitiva, según Moody’s se estánc reando desequilibrios en el marcado inmobiliario que al final terminan pagando los de siempre, los ciudadanos que quieren comprar una vivienda y ven como  los bancos han endurecido ya sus criterios de concesión hipotecaria