La quiebra o desaparición de una empresa cotizada es el peor de los escenarios que se les pueden presentar a los inversores. Debido a que con esta situación se perderá todo el dinero invertido en la operación bursátil. Sin que disponga de ningún instrumento o mecanismo que les puedan proteger, tal y como sucede en las imposiciones a plazo fijo o cuentas de ahorro. En este caso, por medio del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que cubre hasta 100.000 euros por producto y titular. En cambio, en la bolsa se trata de un proceso completamente irreversible donde es muy poco lo que podrán hacer.
Éste es un hecho corporativo, que si bien no es muy frecuente en la renta variable española, sí que han provocado algún que otro susto en las últimas décadas. Martinsa Fadesa, Sniace, La Seda de Barcelona o Pescanova han sido algunos de los procesos más relevantes. Se trata de algo peor que un valor pueda llegar a valer cero. Sencillamente es que dejan de cotizar en los mercados financieros y sus acciones no se pueden intercambiar. El accionista, por tanto, queda indefenso ante las posiciones abiertas en el pasado. ¿Cuáles son los efectos de esta actuación empresarial de especial relevancia?
La Comisión Nacional del Mercado de Valores dictó en 2015 un acuerdo sobre la exclusión de negociación de la acciones tras la liquidación de La Seda de Barcelona. Al reflejar en un documento que había adoptado el siguiente acuerdo: ”Excluir de conformidad con el artículo 34.1 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, las acciones de La Seda de Barcelona, S.A. (en liquidación) de las Bolsas de Valores de Madrid y Barcelona y del Sistema de Interconexión Bursátil al haberse abierto la fase de liquidación de acuerdo con la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, fijándose como último día de negociación el 13 de noviembre de 2015.”
Suspensión de cotización
Para evitar que el escenario no afecte a los usuarios es necesario estar muy atento a la gestión de la empresa y a su desenlace. Para que en caso de que se produzcan movimientos muy llamativos en el parqué se opte por cerrar rápidamente la operación. Aunque la venta lleve aparejada una pronunciada minusvalía que llevará a notables pérdidas en la cuenta de resultados. Pero al menos no se perderán todos los ahorros invertidos. Antes de que sea demasiado tarde y por tanto no se pueda hacer absolutamente nada para revertir la situación. En este sentido, las empresas de pequeña capitalización son más vulnerables a que puedan pasar por este proceso que las grandes o medianas.
Este es un proceso que conlleva la suspensión de cotización, que puede ser temporal o definitivamente, y en cuyo caso se perderá el dinero. Porque en el instante en que los títulos dejen de cotizar ya no valdrán nada. Con unos efectos colaterales que también perjudicarán a los intereses de los accionistas. Como por ejemplo, el gasto que tendrán que afrontar a su titularidad todos los años. Esto es debido a que, aunque las acciones no coticen en los mercados financieros, los inversores seguirán recibiendo un cargo anual de su entidad bancaria por la comisión de custodia. Por una cuantía que oscila entre el 0,05 % y 0,10 % sobre la inversión realizada. En la práctica quiere decir que para una operación de 100.000 euros aproximadamente tendría que desembolsar anualmente 100 euros por el mencionado concepto.
Quiebra: varios escenarios abiertos
En una quiebra empresarial de estas características la única esperanza reside en que la situación pueda cambiar y a los pocos meses o años los títulos vuelvan a cotizar. No obstante, este hecho es muy poco frecuente y si se produce es con una gran descuento en el nuevo precio de cotización respecto a la compra. Más usual es que la empresa se vea inmersa en un proceso concursal que puede durar mucho tiempo. Mientras que la tercera opción es la más común de todas. Donde los títulos no volverán a contratarse y como consecuencia de esta actuación no cotizarán en ninguna plaza bursátil regulada.
En esta clase de movimientos corporativos pueden generarse varios escenarios. Por un lado que a los pocos días las acciones coticen de nuevo, aunque con fuertes descuentos en sus precios. O incluso que se vean inmersas en procesos concursales que lleven a varios meses o años de suspensión. Por otra parte, el peor de los casos, que ya nunca más vuelvan a intercambiar su precio en los mercados. En cualquiera de estas situaciones, los accionistas están desprotegidos y tan solo esperan a que la situación se resuelva con la única esperanza de recuperar algo de su inversión con la compra de un particular.
Acudir a los mercados secundarios
En el preciso momento en que una cotizada quiebra o deja de operar en las plazas bursátiles se impide que los títulos puedan intercambiarse. Es decir, no valen nada a no ser que se acuda a los mercados secundarios. Pero por desgracia esta clase de operativa no tiene ninguna eficacia real en la mayoría de los casos. Entre otras razones porque es muy difícil encontrar compradores, y de existir alguno formalizará el proceso por un precio muy inferior al de su última cotización. Generalmente, con descuentos entre el 75 % y 90 % sobre su valoración inicial.
Además, no puede olvidarse que la empresa deberá vender todos sus activos financieros para saldar su deuda. Donde los accionistas serán los últimos en beneficiarse de esta actuación. No en vano, en la mayoría de las quiebras de las cotizadas no percibirán ninguna cantidad. Tan solo les servirá la experiencia para no pasar más por uno de estos procesos.
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En la lista de los paises ricos quiza habria que tener en cuenta el nivel de desigualdad tambien
Lo digo por el caso de EEUU que figura en 2o lugar en la lista
El porcentaje de vacunados en EEUU es inferior que en España (según nos dicen en España) y en Nueva York ya montan un macroconcierto de reencuentro con Bruce, Jennifer Hudson, etcétera, etcétera....
A ver si no será que las noticias que nos cuentan aquí están un poco sesgadas...
Te pongo dos fuentes para que puedas comparar:
https://elpais.com/sociedad/2021-03-01/asi-evoluciona-la-vacunacion-contra-la-covid-en-espana-y-en-el-mundo.html
España: 37,50%
EE.UU.: 46,30%
https://es.statista.com/grafico/24721/porcentaje-de-la-poblacion-con-la-pauta-completa-de-vacunacion-contra-la-covid-19/
España: 32,40%
EE.UU.: 45,10%
Así que, ¿De donde sacas que el % de vacunados en los EE.UU. es inferior al de España??
Como no sean datos de la era Trump...
Para eso debes mirar la lista de "median wealth" pues esa cifra no está sesgada por unos pocos multibillonarios. Como ves, no figura EEUU en esta lista.
Si inviertes en un negocio y cierra, lo pierdes casi todo... en un kiosco o en Banco Popular....
Si eres tan listo para comprar acciones, ya sabes a lo que te expones.
Otra cosa es que te digan lo listo que eres y te las coloquen... en Popular se perdió todo, pero en Sabadell, Caixabank y Santander, bueno.... te deja un poco señalado...
Y los que te dijeron que eras listo, se escudan en que "yo también compré"... que tú seas tonto no quiere decir que los otros lo sean...
Es el concepto de riesgo, que queda muy claro en una expresión coloquial conocida.... "el que quiera percebes, que se moje el ....".......