Una mala gestión de un país puede llevar a la ruina de sus ciudadanos a que mueran literalmente de hambre o lo que es peor, de sed. Esto es lo que está ocurriendo en Irán.
Según el Ministerio de Medio Ambiente de Teherán el país se encuentra ahora oficialmente en “bancarrota hídrica”, la escasez de agua ha provocado varias protestas, actos violentos y disturbios civiles en el país.
Prácticamente todas las fuentes de agua del país se están secando, incluidos los ríos, los embalses y las aguas subterráneas. Por si fuera poco se les junta con la quinta oleada de la pandemia de coronavirus y las negociaciones del rescate del acuerdo nuclear que en su día se consideró la salvación económica. Esta gran crisis del agua no ha hecho más que agravar sus maltrechas finanzas.
Si se observa el panorama general del país, se puede ver que todo el sistema está en quiebra. La disponibilidad de combustible barato ha demostrado ser más una maldición que una bendición en su efecto sobre la industria del agua. Con el coste de la energía tan bajo, la electricidad barata se ha utilizado para bombear enormes cantidades de agua subterránea para ayudar a expandir el sector agrícola del país.
El colapso de estos sistemas esenciales llevó incluso al líder supremo Ali Khamenei a admitir que los miles de manifestantes que se han echado a la calle gritando “tengo sed” podrían tener razón. “No podemos culpar a la gente”. Al menos ocho personas han muerto en la represión de las manifestaciones por parte del régimen.
Desde la revolución iraní de 1979, la República Islámica ha construido unas 600 presas en todo el país, principalmente para suministrar energía hidroeléctrica a los cerca de 80 millones de habitantes del país. Esta energía tiene un coste oculto y es que los embalses de las zonas cálidas y áridas de Irán pierden tanta agua por evaporación – unos 2.000 millones de metros cúbicos al mes – que son una parte importante del problema.
En combinación con lo que ha sido el año más seco en medio siglo, estos factores han causado un daño irreversible a la infraestructura hídrica de Irán, su bancarrota hidráulica dejará daños irreparables, muertos y una población aún más empobrecida.
2 comentarios
El agua aunque en muchos países no le damos importancia porque abrimos el grifo y sale no es algo que tengamos asegurado, al menos tal como lo tenemos ahora
Si que en los países mas avanzados se construirán grandes desaladoras y habrá agua potable en la red, pero el agua de desaladora no es muy útil para uso agrícola a dia de hoy por que no lleva sales minerales, y hay que tener en cuenta que el 70% de consumo de agua se va en actividades agrícolas y ganaderas
La situación de estress hídrico no es únicamente en Iran, esta en casi todo el mundo
https://www.wri.org/insights/17-countries-home-one-quarter-worlds-population-face-extremely-high-water-stress
No es ser ni el mas ecologista ni el mas catrastrofista, es lo que hay, el agua en muchos lugares se derrocha y no se hace un buen uso ni gestión de ella
Todos los grandes gurús están de acuerdo que la próxima gran guerra será por agua o por control de recursos hídricos probablemente
Con mi suegro he tenido alguna vez la conversación de que habría que poner un “Acueducto” (un tubo para suministro de agua, vamos) entre Irlanda y España.
Al menos ellos siempre se quejan de que allí llueve mucho y que les “sobra” el agua (de hecho, según me dijeron, hasta antes de la crisis del 2008, no pagaban por el consumo de agua, solo por el mantenimiento de las instalaciones), y por estos lares, sobre todo por el sur, sin embargo, llueve poco y mal (todo lo que cae casi que cae de una vez)…
Yo ahí dejo la idea, si alguien conoce a alguien del gobierno, que se la haga llegar, y que hablen con las autoridades irlandesas, a ver si se ponen de acuerdo…