Los hipotecados vuelven a confiar en el Euribor, según los últimos datos del INE el 61% de las hipotecas concedidas en Mayo fueron variables, un subidón con respecto al mes anterior cuando el 55.4% de los hipotecados se decantaron por una fija. De momento es pronto para saber si se trata de un cambio de tendencia pero lo que sí parece es que algo se está moviendo.
Por otro lado, los esfuerzos de la banca se centran en las hipotecas fijas, mejorando las condiciones de estas y empeorando ligeramente las variables. Lo cierto es que las hipotecas fijas de ahora son muy atractivas pero seguimos pensando que las variables, a día de hoy, lo son aún más.
Veamos cinco razones por las que todavía merece optar por una hipoteca referenciada al Euribor.
1. Con una hipoteca variable pagas menos.
Esto es así, al menos durante los primeros años. Con el euríbor en negativo (actualmente por debajo del -0.5%) las hipotecas variables son un chollo. Teniendo en cuenta que los bancos están ofreciendo financiación a tipo variable con un diferencial del 0,89%, el resultado es un tipo de interés que no llegaría al 0,50%. Con estos precios, las cuotas de una hipoteca de 150.000 euros a 20 años serían de unos 660 euros al mes y el coste total rondaría los 10.000 euros.
Para un tipo fijo el interés que ronda el 1,50%. Al hacer los cálculos para una hipoteca de 150.000 euros a 20 años, las mensualidades ascenderían a unos 720 euros y el coste total alcanzaría los 23.700 euros.
Es verdad que son variables y pagarás más en el futuro, eso tenlo en mente, nadie puede saber como evolucionará el euríbor en los próximos 25 años , pero también es cierto que las expectativas a medio plazo nos indican que los tipos de interés seguirán entorno al 0% durante hasta 2030 y solo una recalentamiento de la economía podría elevarlos que probablemente vendría provocado por una situación inflacionista que acarrearía también una subida en los salarios. Por tanto, si sube en un futuro es porque probablemente cobres más en un futuro. Tipos de interés, precios y sueldos suelen ir unidos.
2. Tienen menos comisión por amortización anticipada
Las hipotecas variables generalmente tienen menos comisiones, por ejemplo en la penalización por amortización anticipada. Esta tendencia está respaldada por la ley hipotecaria, que permite unas comisiones máximas por amortización anticipada que son más reducidas en el caso de los créditos referenciados al euríbor.
En la práctica, los bancos pueden aplicar una comisión por adelanto de capital de hasta el 0,25% durante los tres primeros años o de hasta el 0,15% durante los primeros cinco. En cambio, para las hipotecas fijas, este tope se sitúa en el 2% durante los primeros diez años y en el 1,50% después.
En lo que no tenemos ninguna duda es que si el plazo de amortización previsto de tu hipoteca va a ser menos de 10 años deberías ir a por una variable de cabeza.
3. El plazo es mayor
El plazo máximo que puedes encontrar para una hipoteca fija no supera los 25 años mientras que en una variable puede llegar a los 40 año, es cierto que puede parecer una locura pero para algunas familias es la única manera de poder adquirir una vivienda
4. Los bancos quieren venderte una fija
Y si entre dos opciones similares el banco te ofrece uno, ya sabes que el otro es el que te conviene. La hipoteca fija les sale más rentable y lo que es bueno para el banco no lo es para el cliente. Ya sabes que el banco no es tu amigo, es amigo de tu cartera.
5. Son más entretenidas.
Con una hipoteca fija no tendrás la emoción de consultar el valor del Euribor cada día para ver cuánto te bajará la cuota en la próxima revisión. Una hipoteca fija es aburrida, una variable te añade una emoción en la vida y te anima a visitar este blog cada día.
3 comentarios
Mirando la vista atras!!!! lo has clavado!!
Ya te digo…
menudo genio el amigo Carlos.