Unos estafadores crean una criptomoneda basada en la serie “El Juego Del Calamar” y se forran de la manera más sencilla

Lo que ocurre actualmente con algunas criptomonedas es una auténtica locura, especialmente aquellas que nacieron sin un interés en convertirse en nada serio (como Dogecoin) pero que ven como su cotización se revaloriza a unos niveles que atrae a los inversores independientemente de su base. En el caso de Dogecoin su capitalización actual es de más de 35.754 millones de dólares. Eso en una moneda meme.

Estos días hemos visto otro caso más salvaje con Shiba Inu, un token que nació como un meme y una réplica a Dogecoin, y que lleva un rally del 89.000.000% desde comienzos de año.

En este entorno es normal que cualquier espabilado se una a la fiebre de los criptoactivos y lo una a algún evento de moda, como por ejemplo “El juego del calamar”. Sí, también ha tenido su criptomoneda.

Probablemente se trate del mayor y más rápido rugpull de la historia. Primero vamos a ver es un rugpull, en este foro lo explican muy bien.

Me temo que tras la avalancha de estafas que van a haber durante los próximos días/semanas este es un término que se va a popularizar bastante. Un rug pull viene a ser casi lo mismo que la acción tirar de la alfombra, se trata de una pérdida repentina de liquidez que da como resultado a ventas sin freno a medida que otros proveedores de liquidez, tenedores y comerciantes venden para salvar su dinero. Por lo general, es una nueva forma de “estafa de salida” en la que alguien vaciará el grupo DEX, dejando a los poseedores de tokens sin poder comerciar. Aunque también se asocia a fundadores anónimos con una gran cantidad de tokens, los cuales venden todas las monedas que tienen dejando el precio prácticamente a 0, porque la comunidad seguirá su mismo curso.

En el caso de la criptomoneda “Squid Game” todo el mundo sabía que era una estafa pero también sabían que iba a subir de precio (se dedicaban a “bombearla” para elevar su precio y atraer a más inversores) así que muchos se unieron a este juego especulativo que consiste en aguantara mientras sube y vender cuando empieza a bajar, el problema es que en este caso todo fue todo tan rápido que la mayoría perdieron todo.

SQUID comenzó a cotizar la semana pasada a un precio de 0.01$. Ayer las 8:45 alcanzó un precio de 100$ (se multiplicó por 10.000 en 6 días), a las 10:25 subió hasta los 650$, diez minutos después, a las 10:35 subió hasta los 2.856$ (si hubieses comprado dos horas antes ya habrías multiplicado por 28 tu inversión) y a las 10:40 su valor bajó violentamente a 0.0079$, prácticamente cero.

Las múltiples advertencias de que se trataba de una estafa no impidieron el asombroso repunte de precios del token ni de que la gente invirtiese en él. Desgraciadamente muchos están tratando de aprovechar la fama mundial de la serie y según datos de Coinmarketcap, hay al menos otros cinco proyectos de criptomoneda inspirados en “El juego del Calamar” y ninguno es oficial con lo que probablemente esta misma historia se repita.