La energía como chantaje

por Carlos Lopez

La energía como chantaje 4

El Nord Stream 2 es un gasoducto de 1.200Km que lleva el gas natural desde Siberia occidental hasta Alemania a través del mar Báltico evitando así tener que pagar a terceros países. Duplica la capacidad del gasoducto Nord Stream 1, ya en uso. Anunciado por primera vez en 2015 su construcción ha costado 11.000 millones de dólares y es propiedad del gigante energético ruso Gazprom.

Juntos, estos dos gasoductos podrían suministrar 110.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa cada año. Esto supone más de una cuarta parte de todo el gas que los países de la Unión Europea utilizan anualmente.

Aunque Alemania ha mantenido que se trata únicamente de un proyecto comercial, el Nord Stream 2 también tiene consecuencias geoestratégicas, ya que evita a Ucrania y puede privarla de las tasas de tránsito que Rusia paga actualmente por enviar gas a través de su territorio. De un plumazo Ucrania se quedaría sin el equivalente al 4% de su PIB.

Estados Unidos y el Reino Unido, junto con los vecinos de Rusia, Polonia y Ucrania, se oponen firmemente a Nord Stream 2. Temen que, si se pone en marcha, Rusia ejerza un control aún mayor sobre el suministro de gas a Europa. Lo consideran como una herramienta geopolítica de Rusia para socavar la seguridad energética y nacional, aumentando la influencia de Moscú sobre Europa, donde los precios del gas se han disparado.

En opinión de la Comisión Europea, el proyecto Nord Stream 2 no contribuye a los objetivos de la Unión de la Energía de abrir nuevas fuentes de suministro, rutas y proveedores, más bien todo lo contrario.

¿Y quién está a favor de este gasoducto?

Se podría decir que casi exclusivamente Alemania (que importa el 35% del gas que necesita de Rusia y sería una forma de conseguir que mucho más gas ruso llegara directamente a Alemania) y Rusia que aumentaría su suministro de gas a Europa.

Sin embargo, los organismos reguladores alemanes aún no han emitido el permiso legal definitivo que Gazprom necesita para comenzar a operar.

La construcción del gasoducto se completó en septiembre tras muchos aplazamientos y obstáculos legales superados. Pero el consejo de administración de Gazprom esperaba el permiso legal definitivo de los reguladores alemanes para empezar a enviar gas pero Alemania decidió este martes paralizar su certificación debido a los últimos movimientos militares de Rusia que desgraciadamente han terminado en la invasión a Ucrania, un trámite sin el que no se puede poner en funcionamiento. Una sanción que nos hará pagar al resto de los europeos más por la energía a cambio de no depender de Rusia. ¿Merece la pena?

 

1 comenta

Hablador 24 febrero 2022 - 12:15 PM

Cuando eres muy amigo del matón de tu barrio y por necesidad tienes que hacer negocios con el matón del barrio de al lado la cosa se te complica
Tienes que elegir cual de los dos matones es mejor, aunque ninguno te convenza

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