Hoy, en nuestro especial de “Cómo hacer cosas ilegales para novatos” vamos a ver como manipular el precio de las acciones para forrarte. Práctico, fácil y para toda la familia.
Sí, para toda la familia porque aquí puedes meter a tus hijos, pareja o padres para que todos se ganen un dinerito y así no levanten sospechas. La familia que delinque unida, permanece unida.
La estrategia que vamos a usar para manipular el precio de las acciones se llama “Pump and dump” y es una de las más clásicas en los mercados, consiste en comprar muchas acciones de una empresa (o criptomonedas) y hacer que éstas suban de precio. Así de sencillo. Lo primero (comprar) es sencillo, tanto que puedes comprar a crédito muchísimas acciones teniendo poco efectivo en el banco y lo segundo (hacer que suban de precio) es la parte más difícil, pero con maña es posible lograrlo.
Una manera clásica de inflar el precio de una compañía es a través de información falsa, que puede venir de la propia empresa (como hizo Enron) o de parte de algún accionista con ganas de forrarse. Un buen ejemplo lo protagonizó Jonathan Lebed. Durante la era de las .com, cuando la fiebre del mercado de valores estaba en su apogeo y mucha gente se pasaba mucho tiempo en los foros de Internet hablando de bolsa (en España eran muy famosos los de Invertia) y un joven de solo 15 años demostró lo fácil que era utilizar Internet para disparar el precio de una acción. Lebed compró acciones de pequeñas empresas (y muy alta volatilidad) para luego las promocionarlas en foros y creando conversaciones artificiales sobre el potencial que tenían esas empresas. Cuando otros inversores compraban las acciones, Lebed vendía las suyas con importantes beneficios. Entre Septiembre de 1999 y Febrero de 2000, su peor día ganó 12.000$ y el mejor 74.000$. Esto llamó la atención de la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), que presentó una demanda civil en su contra alegando manipulación. Lebed salió absuelto pagando solo una fracción de sus ganancias totales y prometiendo no manipular más el mercado. En total se quedó con algo más de medio millón de dólares.
Otra manera de hacerlo consiste es, basándose en el análisis técnico, hacer que una acción alcance un valor concreto en el que ésta cambia de tendencia y así provocar que suba (o baje) mucho. En la bolsa española hay muchos valores con muy poca negociación, una vez hice una prueba con un pequeño valor (del fixing, empresas que solo cotizan dos veces al día) y comprando solo una acción por menos de 20€ su cotización subió un 5% ese día. Eso si, la vendí al día siguiente por un 5% menos. Por otro lado, hay días con muy poca negociación, por ejemplo el último día del año. Así que si tomamos un día “fácilmente manipulable” con un valor “fácilmente manipulable” basta con encontrar el precio que queremos y comprar/vender mucho de golpe.
Esto es lo que hizo la García-Milla con las empresas Amper, Quabit y Codere. En Cinco Días lo contaron muy bien.
Una de las sesiones que hizo saltar las alarmas fue la del 31 de diciembre de 2015. El último día del año la Bolsa solo abre durante unas pocas horas y el nivel de contratación es siempre inferior al de otras sesiones. Ese día “se dio una orden de compra y venta de acciones de Amper por un volumen muy relevante al mismo precio”, según recoge la sentencia. Esta inusual operativa propició “un cambio en la tendencia de la cotización, generando un incremento en el precio”.
La operativa familiar acaparó el 38% del volumen de compras y el 79% de las ventas. La manipulación de Amper provocó una subida del 15%, según se desvela ahora en la sentencia.
La sentencia considera probado que aunque solo uno tomaba las decisiones de inversión, lo hacía de acuerdo con el resto de familiares implicados.
La práctica recurrente era comprar a precios bajos, influir al alza en el precio de las acciones apoyándose en órdenes a precios crecientes dadas por diferentes miembros del grupo familiar, para después deshacer inmediatamente la posición inicial obteniendo los oportunos beneficios. De acuerdo con los expertos de la CNMV, los beneficios ascendieron a 128.292 euros.
En este caso no les salió muy rentable ya que la CNMV les multó con 280.000€ así que el saldo neto de la operación arroja unas pérdidas de 100.000€. Así que si lo hacéis, no levantéis sospechas. Aunque visto lo visto, la multa no es tan gorda…